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El Día
Según afirman en los círculos más cercamos al diputado Pedro Velásquez, tanto él como su equipo estaban conscientes de lo que se venía desde hace meses, por lo mismo, estaban preparados para una férrea defensa. Cuentan detalles desconocidos de la trastienda que antecedió las denuncias y analizan el complejo escenario político del caudillo, quien ha vuelto a estar solo luego de su quiebre con el Partido Comunista.

“No se ha escondido para nada, ha estado sesionando y cada vez que lo abordan los periodistas en los pasillos del Congreso, se detiene y les responde, generalmente para decirles que ‘en un ratito más’ hablará”, comentan los propios profesionales de la prensa sobre la actitud con la que ha enfrentado el diputado por la Región de Coquimbo, Pedro Velásquez, las últimas semanas particularmente turbulentas en las que ha sido denunciado en dos oportunidades por acoso sexual inaugurando por partida doble el “Protocolo de Prevención y Sanción del Acoso Sexual” aprobado en enero de este año en el parlamento.

Primero fue Ángelo Giovine (39)-hijo del ex gobernador de Elqui, Américo Giovine-, quien lo denunció formalmente, y esta semana, un joven trabajador radial ovallino, Mauricio Cortés (22) lo llevó  al banquillo de los acusados, lugar desde donde el “Caudillo de Coquimbo” parece estar encadenado, sin poder salir.

Con la armadura

La noticia tomó por sorpresa a todos. Al interior del hemiciclo muchas veces se preguntaron quién sería el primer congresista en ser denunciado bajo esta nueva normativa que sanciona hasta con un 50% de la dieta a quien resulte responsable. Incluso, algunos bromeaban con el tema, según reconocen fuentes al interior del congreso. Pero cuando el pasado 24 de septiembre trascendía que Giovine había interpuesto el recurso, al menos para Velásquez, la situación no tuvo nada de gracioso.

Según declaró en una primera instancia el diputado, se enteró por la prensa que su ex colaborador en la Provincia de Choapa –Giovine- lo había denunciado. “Me enteré en la mañana llegando al subterráneo del Congreso, subiendo las escaleras, me encuentro con que estaba la prensa, que me empieza a preguntar”, dijo en entrevista con este medio.

Sin embargo, fuentes reservadas a las que tuvo acceso Diario El Día, sostienen todo lo contrario. De hecho, en la interna, los más cercanos al parlamentario habrían estado trabajando desde hace un par de meses, primero para evitar que las denuncias se realizaran, “por la buena”, y luego, de frentón, elaborando una estrategia para defenderse ante los inminentes ataques.

“Sus colaboradores ya tenían la armadura puesta”, cuenta un ex trabajador del diputado. Esto, en clara alusión a que sabían lo que se venía.

Según afirma la misma fuente, en el mes de mayo, incluso antes de que ambos colaboradores de Velásquez –ahora denunciantes-fueran desvinculados, hubo una tensa reunión en Illapel, donde estaban presentes Ángelo Giovine, junto a otros integrantes del equipo en la provincia, además de Pamela Salomé, una de las asesoras más fieles del diputado, quien había viajado a la zona para “apagar un incendio”. El hijo del ex gobernador y un tercer denunciante, quien luego echó pie atrás, estaban amenazando con hacer públicos sus casos de supuestos abusos. En ese encuentro no se acordó nada, pero habría sido la gestión de Salomé –futura candidata a concejal por La Serena- lo habría frenado la acción de Ángelo y su amigo, ganando valiosos meses. “El otro muchacho que quería hacer una denuncia era ‘más pollo’, y pesó el muñequeo de Pamela Salomé, pero ‘el Giovine’ tiene una personalidad muy complicada, un carácter muy fuerte, y ahí, aunque no quedó claro qué iba a hacer, la sensación fue que se calmaría un rato, pero que no iba a cambiar de idea y en algún momento iba a hacer lo que hizo”.

Una situación similar vivían en Limarí, con el segundo denunciante, Mauricio Cortés, conocido locutor radial de 22 años, quien tiene marcadas aspiraciones políticas, según él mismo reconoce. De hecho, tiene pensado ir como candidato a concejal por la comuna de Ovalle en las próximas municipales del 2020, algo que ya intentó en el 2016 integrando las filas del Pacto Chile Quiere Amplitud, donde terminó en el puesto 18 entre 66 postulantes, con tan sólo 19 años de edad.

En este caso, Cortés estaba mucho más “aislado y alejado” de los círculos de poder del diputado, por lo que nadie fue a hablar con él para que no llevara a efecto la denuncia. Algo que en la interna del Velasquismo lamentan, y admiten que fue un error. “El caso de este niño pudo haberse manejado mejor y no llegar a estas instancias”, reconocen.

De hecho, aquí fueron los propios colaboradores del diputado, que trabajaban con el joven en Ovalle quienes le dijeron que tenía que hacer algo, cosa que no ocurrió sino hasta que el parlamentario decidió desvincularlo. En ese momento recurre a la inspección del trabajo, por un eventual despido ilegal, y no por acoso. Esto siembra dudas respecto a la veracidad de su testimonio, las que Velásquez ha ocupado como argumento para defenderse. “Se trata de un revanchismo en mi contra por haberlo despedido”, ha dicho el denunciado.

Frente a este escenario, y a sabiendas de lo que se venía, el equipo de Velásquez ya contaba con los antecedentes de Ángelo Giovine, quien tiene un amplio prontuario por agresiones y amenazas, incluso en contra de su abuela materna -madre del exgobernador Américo Giovine- algo que Pedro Velásquez dio a conocer horas después de realizada la denuncia, mediante una declaración pública. Tenían puesta la armadura, y también estaban listos para contraatacar.

La mesura

Pero desde el comando de Velásquez tuvieron que medir su artillería. Se dieron cuenta que estaban saltándose los protocolos de confidencialidad, y que ello les podía jugar en contra, por lo mismo, tras la segunda denuncia, pese a que el diputado también emite una declaración a los medios, no menciona al denunciante, Mauricio Cortés, ni tampoco da a conocer antecedentes que posee y que podrían servirle como defensa. “El diputado tiene mucha información de estas dos personas que va a ir soltando de a poco, probablemente vaya filtrando cosas en los medios, o publicando en sus redes sociales, a medida que esto vaya avanzando”, cuenta nuestra fuente.

El peligro no termina

Puede que la bola de nieve no haya parado de rodar. El tercer supuesto denunciante, cercano a Ángelo Giovine, que en su minuto se arrepintió de acusar al parlamentario, se habría “envalentonado” durante las últimas semanas, sobre todo una vez que conoció las denuncias de Giovine y Cortés, y le reconoció a su círculo cercano que estaría evaluando retomar sus acciones, por lo que los asesores de Velásquez ya estarían preparando algún “mecanismo de defensa”.

Escenario político complejo

A todas luces el escenario es complejo para el parlamentario. Aunque sus más fieles electores le han manifestado su apoyo a través de las redes sociales, el hecho de que pueda perder votantes con miras a una eventual senaturía está instalado en el equipo del ex edil de Coquimbo. Y también existe el miedo de que sus problemas puedan salpicar a su hijo, Felipe Velásquez, quien va como seguro candidato a edil de la comuna puerto.

Pese a que el parlamentario fue electo con la segunda mayoría después del UDI Sergio Gahona, está solo, algo que en política siempre pasa la cuenta. “El Velasquismo tiene fuerza electoral, eso es un hecho que nadie puede desconocer, pero para estar ahí, hay que tener aliados, y Pedro Velásquez no los tiene, o no los quiso tener”, dice una fuente al interior del Partido Comunista, quienes en algún minuto pactaron con él, algo que se fue diluyendo de a poco, sobre todo después de que desde el PC se cuadrara con la actual administración municipal (DC), y el concejal RN Guido Hernández, rechazando la venta del Mercado Municipal en el periodo en el que Velásquez fue alcalde, y lo criticaran públicamente, en otro hecho que ha marcado el complejo año del diputado.

El parlamentario no habría perdonado que el concejal Fernando Viveros (PC) estuviera en la primera línea de lo que calificó como “una campaña en su contra”, junto a otros personeros de oposición, por lo que, a la fecha, las relaciones estarían totalmente quebradas.

De hecho, según confirman fuentes al interior del partido, este quiebre sería natural, ya que nunca se quiso trabajar con Velásquez y sólo se siguió una instrucción que llegó desde el nivel central tras un acuerdo que realizó el Pacto Unidad por el Cambio, que conforma el PRO, el PC, y Fuerza Regionalista Norte Verde. Pero a la luz de los hechos, no se sabe si la alianza va a prosperar, al menos en la región. “La única actividad que realizamos juntos fue el lanzamiento del pacto entre él, como independiente por la Fuerza Regionalista Norte Verde, y el PC, de ahí nada más, y la verdad es que a nivel interno, acá nadie quiere trabajar con él”, sostuvo la fuente.

Todo queda en veremos,  tanto las denuncias como el futuro político del legislador, quien continúa defendiéndose de las acusaciones a través de sus redes sociales, esta vez, sin romper los protocolos de confidencialidad. ¿Resurgirá en esta pasada el Caudillo de Coquimbo? Aquello está por verse.

 

 

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