Ya son cinco meses desde que la pandemia llegó a Chile. Varios servicios dejaron de funcionar frente a la inminente amenaza de contagio por Covid-19 y entre ellos se encuentran los establecimientos educacionales, donde los alumnos tuvieron que adaptarse a nuevos métodos de enseñanza a través de la tecnología y el mundo digital.
En el contexto de la crisis sanitaria, han surgido diversas formas para que niños, niñas y adolescentes del país se pueden seguir educando. En este sentido, las clases online se han transformado en el principal aliado para continuar con el año escolar en medio de la emergencia.
La conectividad no es fácil
Hace más de un mes que la historia de Martyna Fierro Galleguillos trascendió en las redes sociales. Tiene 11 años y vive junto a su mamá y abuelos en Mineral de Talca, una caleta de la comuna de Ovalle. Debido a la precaria conectividad telefónica en el sector, sus actividades escolares se han visto dificultadas.
Para realizar las clases online, debía caminar hacia uno de los lugares más altos de la zona en busca de señal. Nataly Galleguillos, la mamá de Martyna, sostenía con una mano el celular que daba internet al computador. Pese al frío, la lluvia o el calor, la pequeña siempre cumplía con sus deberes.
320 escuelas rurales se encuentran en la Región de Coquimbo, según cifras del Ministerio de Educación.
Finalmente, la ayuda de particulares llegó y la menor obtuvo su computador propio. A su vez, y tras una compleja gestión, le instalaron internet en su hogar.
La realidad de Martyna refleja la situación de miles de niños y niñas del país, que no cuentan con las condiciones óptimas para continuar sus estudios en medio de la pandemia. Alejados de la urbanización, la modalidad online no se encuentra al alcance de su mano, quedando en evidencia una notoria brecha digital.
Estrategia de aprendizaje
Como una manera de hacer frente a esta problemática, el departamento de Educación de la municipalidad de Monte Patria, creó diversas estrategias para asegurar la continuidad del aprendizaje. Una de ellas es la difusión de material audiovisual elaborado por los menores de la comuna.
“Los alumnos en Monte Patria están haciendo cápsulas explicativas según las materias que les corresponda, las que sirven de apoyo formativo para sus otros compañeros. Tenemos amplios equipos de profesores que transmiten o graban también sus clases, material que luego es enviado por WhatsApp, subido a Facebook o YouTube. Hasta se están celebrando los aniversarios de los colegios a través de las diversas plataformas”, explicó el alcalde de la comuna de Monte Patria, Camilo Ossandón.
Gabriel Molina Pizarro, estudiante de siete años de la Escuela Santa Bernardita de Pedregal, es uno de los protagonistas de las cápsulas educativas. El menor valora su experiencia de participación en la educación remota.
“Yo le digo a los niños y niñas de Chile, que es importante usar la imaginación para divertirse y para aprender cosas nuevas. A mí lo que me gusta de participar es que puedo aprender aún más haciendo vídeos. También me gusta poder enseñarles cosas a otros niños de forma entretenida, poniendo en práctica lo que me han enseñado en la escuela”, comenta.
Por otro lado, está Damaris Ahumada Núñez de siete años, estudiante del Colegio Rio Grande de Carén, quien es una activa representante de los estudiantes de la comuna montepatrina, ya que participa en los diversos espacios que se generan en la comunidad.
“La oportunidad de participar me parece excelente. Y me gustaría invitar y motivar a todos los niños y niñas a aprender y descubrir cosas nuevas”, expresa la estudiante.
Según cifras del Mineduc, en Chile existen 3.654 escuelas rurales, de las cuales 320 corresponden a la Región de Coquimbo y a la vez, más 217 escuelas rurales multigrado, siendo esta una de las cuatro regiones con más establecimientos rurales en el país.