Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Pese a no haber perdido la trazabilidad de los contagiados, desde el Gobierno tomaron la decisión de adelantarse a esta etapa, algo que estaba siendo solicitado por la comunidad médica, debido a que en la Fase 2, según indican desde el gremio, no podían mandar a realizar el examen a los pacientes que no provenían de un lugar con circulación comunitaria del virus o habían tenido contacto con algún diagnosticado positivo, aunque presentaran los síntomas.

Viernes por la mañana y la imagen se repite en el centro de La Serena. Particularmente en los bancos, cajas de compensación y la AFC (Administradora de Fondos de Cesantía) las filas se tornan interminables generándose aglomeraciones con el respectivo riesgo de contagio por Covid-19, en medio de la peor crisis sanitaria de la que se tenga memoria. 

En la banca y cajas de compensación, la tónica es la misma, las personas –fundamentalmente de la tercera edad- concurren a cobrar pensiones o algún tipo de pago que no pueden –o no saben- realizar de manera remota. En muchos casos no se respeta la distancia social y eso queda a la vista. Algo que reclaman los propios integrantes de la fila, a quienes no les queda otra que concurrir físicamente al lugar. “Es una falta de respeto que los bancos nos tengan desde las 06:30 de la mañana hasta las 09:00 esperando en una fila que ellos se dignen a atender. Nos tienen botados a nosotros, porque lamentablemente Santiago es Chile. Exigimos a las autoridades regionales para que hagan algo y que estos bancos por lo menos tengan turnos éticos”, manifestó Patricia Quiroga, quien venía desde Pan De Azúcar (Coquimbo) a realizar su trámite a la capital regional. 

La espera más triste

También por largo tiempo estuvieron esperando quienes acudían al edificio María Elena, donde funciona la Administradora de Fondos de Pensiones. Allí, la gente que había perdido su trabajo fue a realizar sus trámites para poder cobrar el seguro de cesantía. 

Juan González, fue uno de los que contó su drama luego de ser despedido de la empresa en la que trabajó durante un año y medio. “Es lamentable, yo soy jefe de hogar, tengo dos hijos y no tenemos otra entrada económica, así que ahora tendremos que sobrevivir sólo con este seguro”, expresó, en medio de una inmensa aglomeración. “Imagínate, cuando deberíamos estar cuidándonos, más encima tenemos que hacer esto y exponernos”, agregó. 

“Valentina” y “Claudia”, venezolanas residentes, también realizaban la triste espera. Ambas trabajaban en un restaurante que debió dejar de funcionar debido a la crisis sanitaria, por lo que perdieron su fuente laboral quedando en una compleja situación. “No hubo ningún acuerdo, fuimos desvinculadas y además no nos quisieron pagar, por eso que ya fuimos a realizar la denuncia a la inspección del trabajo y ahora este trámite acá”, manifestaron, por supuesto, ofuscadas por el atochamiento de personas al que se veían expuestas. 

Adelantando la Fase 3

La intendenta Lucía Pinto informó que luego de analizar la situación, tomaron la decisión de adelantar la Fase 3 en la región, la que, recordemos, todavía se encontraba en Fase 2. “Pese a que en la región todavía mantenemos la trazabilidad de los casos. Es decir, sabemos dónde se contagiaron, y quiénes son los sospechosos y los casos cercanos, hacemos esto con el propósito de poder tomar medidas tendientes a la detección temprana de los sospechosos y sus respectivos contactos de alto riesgo, y también el manejo oportuno de los casos confirmados”, sostuvo.

El seremi de Salud, Alejandro García, reforzó los planteamientos de la intendenta de los motivos de adelantar la Fase 3. “Con respecto a eso, debemos decir que en la Región de Coquimbo tenemos casos importados y casos secundarios, o los clúster. Y en todos ellos tenemos conocimiento de su trazabilidad. Con esta nueva fase mejoraremos la capacidad para examinar a los contactos estrechos y a aquellos que vengan de otras comunas donde ya tenemos casos positivos”, especificó. 

Algo necesario

Desde el Colegio Médico regional, el presidente del Gremio Rubén Quezada, valoró una decisión que fue tomada por la Mesa Social en la que ellos también participan. Para el doctor, esto implica un reconocimiento del estado más avanzado en el que nos encontraríamos, lo que permite, tal como señala el seremi García, ampliar el rango de definición de casos sospechosos a quienes se les debe realizar el examen.

“Ahora, casos que no entraban en la categoría de sospechosos, van a poder ser diagnosticados. Es decir, vamos a ampliar la capacidad de tomar muestras a los pacientes por parte de los médicos, situación que hasta el día de ayer era bastante limitada”, indica Quezada, en alusión a que en fase dos “el paciente podía tener los síntomas como fiebre, dolor de cabeza, y otros síntomas del coronavirus, pero al no estar decretada la circulación comunitaria en la región, por estar en fase 2, yo a ese paciente no lo podía mandar a toma de muestra porque no tenían el antecedente de viaje a un lugar donde sí está esta circulación comunitaria, como otros países o la Región Metropolitana. Al estar en fase 3, basta que el médico determine que tiene que realizarse el examen para que se lo haga, ya no vamos a tener que preguntarle si viajó o estuvo en contacto con alguien”, especificó. 

Eso sí, precisó que para que esto dé resultados debe venir acompañado de los insumos correspondientes. “Se discutió bastante respecto de si íbamos a tener la capacidad de realizar los exámenes, y se hizo el compromiso de aumentar la capacidad diagnóstica, no sólo con la llegada de los laboratorios a la región, sino que también con la dificultad que ya hemos tenido que tiene que ver con que faltan kits, faltan insumos para tomar las muestras, pero eso debería ser subsanado”, sostuvo. 

 

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