• La epidemióloga y académica de la UCN, Muriel Ramírez, contó que tras dejar la Mesa Social por Covid está trabajando con otros colegas de la Sociedad Chilena de Epidemiología y de la Escuela de Salud Pública para hacer un curso rápido de formación de trazadores.
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Lautaro Carmona
La experta aclaró que la única medida que permitirá contener la pandemia del coronavirus es una cuarentena “efectiva”, ya que permitiría identificar, trazar los nuevos casos y aislarlos.

La epidemióloga y jefa del magister de Salud Pública de la Universidad Católica del Norte (UCN), Muriel Ramírez, abordó la situación regional y volvió a reiterar que una cuarentena es la única medida que permitirá identificar y trazar los nuevos casos para sacarlos de circulación y evitar la propagación del virus.

También contó sobre su decisión de dejar la Mesa Social por Covid “yo vi que estaba perdiendo mi tiempo y que no era escuchada”, sin embargo, confiesa que sigue trabajando para “hacer un poco más de presión para que las autoridades se abran a escuchar a quienes sabemos en control de epidemias”.

-¿Esta semana se conoció que hay 35 brotes activos en la región, cuál es la importancia de esa información?

“Es fundamental conocer los brote para poder contenerlos y hacer  que las personas que están viviendo y compartiendo un hogar puedan aislarse y no salir para no expandir el virus hacia otros hogares. Esa es la forma de cerrar la llave, como digo yo, de los nuevos contagios, pero para eso se tienen que dar ciertas condiciones, no pueden salir por lo tanto tienen que dejar de trabajar, no recibir visitas y tener un aislamiento socio familiar, por eso es importante diagnosticarlos, controlarlos y aislarlos. Pero todo esto no es sólo un conteo, se tiene que hacer algo, en la región se pudo contener, al menos en la primera parte, porque aquellos que eran diagnosticados fueron movidos tempranamente evitando la propagación”.

-¿Por qué no se han logrado contener esos brotes? ¿Qué está fallando?

“Hay varios factores. En primer lugar el personal que está realizando este  diagnóstico, el control en las visitas, los contactos directos de los casos y sus familias, es un equipo de profesionales reducido de la Seremi de Salud y mientras más casos tangamos más difícil será poder llegar a todos estos brotes. Por otro lado, yo desconozco si esos profesionales tienen la formación para hacer una comunicación efectiva a las familias al momento de explicarles la importancia del aislamiento, esto es muy importante porque hemos visto que hay gente que les da lo mismo saber que está positivo, hay algo que no se está internalizando. En segundo lugar, está la situación socio económica de cada familia, quizás hay alguien que tiene que salir a trabajar para buscar el sustento diario y no puede hacer cuarentena y a esas familias se les tiene que dar apoyo social y económico. Detrás de esa falla en el control de los brotes hay un conjunto de cosas”.

-¿Cuál es la diferencia entre aislamiento y cuarentena?

“Hablamos de aislamiento cuando se trata de personas conocidas positivas o enfermos, esos se aíslan y, las personas sanas se cuarentenan para evitar que se contagien de otro caso positivo. Cuando hay un caso positivo en una familia tiene que estar aislado para que el resto no se contagie, eso significa estar en una habitación solo, un baño propio, condiciones de higiene, uso de mascarilla dentro de la casa, distancia, manejo de las basuras, de los servicios y platos los que tienen que descontaminarse con solución de cloro, una serie de condiciones que en muchos hogares no se pueden cumplir. La manera en que debiese enfrentarse esa situación es sacar a esa persona positiva y aislarla en una residencia sanitaria, no sé cuál es el estado en la región, pero a nivel país están subutilizadas y debiesen habilitar más”.

-¿Hubiese sido efectivo tener residencias para aislamiento y otras para cuarentenas?

“Por supuesto que sí, eso fue lo que yo dije desde un principio en la Mesa Social  y al principio se cumplió, pero ya después no fue así.  ¿Y por qué separados? Porque los pacientes positivos conocidos van a aislamientos y los sanos van a cuarentena y no pueden estar juntos, esa indicación la di inicialmente a quienes estaban manejando las residencias sanitarias, pero yo no tengo cómo controlar si eso se ha seguido o no. Eso debiera ser así por lógica”.

-Esta semana se volvió a hablar de hacer ‘trazabilidad’ en las comunas de Santiago que han tenido cuarentena ¿Por qué?

“Eso se tiene que hacer con o sin cuarentena. Es la cuarentena la única forma que nos permitirá conocer y trazar los casos para sacarlos de circulación, sea con aislamiento o cuarentena familiar. La trazabilidad es lo más importante y es lo único que nos permitirá frenar los nuevos contagios y bueno, si en la Seremi de Salud no están las manos suficientes habrá que buscar otras estrategias, como lo que venimos diciendo hace semanas los expertos, de incluir a la atención primaria en este trabajo, ellos conocen la población, sus beneficiarios y saben dónde están los grupos de vulnerabilidad, saben llegar a los campamentos, que es otra realidad que nadie habla, pero existe”.

Falta de confianza

-¿Por qué no se ha considerado al personal de atención primaria?

“Ellos tienen una formación, salen a vacunar, hacen atención en hospitalización domiciliaria, tienen equipos que hacen seguimiento a los pacientes postrados, tienen experiencia, pero formación específica en lo que es seguimiento de casos y contactos a lo mejor no todos lo tienen. Pero existen otras formas, de hecho, en este momento estamos trabajando con un equipo de colegas de la Escuela de Salud Pública y otras universidades para hacer un curso rápido y poder formar a las personas para ser trazadores,  esperemos que eso sea luego. Ahora el por qué no han incluido a la atención primaria desde el inicio de la epidemia no lo tengo claro y no conozco la razón, pero me da la impresión que tiene que ver con la falta de confianza en relación al manejo confidencial de los datos que se pueden filtrar como ocurrió con el primer caso de Talca o el de Vallenar y donde posterior a esa filtración llegaron personas a discriminarlos, incluso trataron de quemar la casa de los pacientes positivos, yo creo que tiene que ver con eso, pero no estoy segura”.

-¿A qué personal se recurriría si los funcionarios que están en la primera línea hospitalaria se contagian? ¿Hay un plan de recambio, eventualmente se podría acudir a ellos?

“El personal de atención primaria no está capacitado para trabajar en hospitales y menos en el manejo de camas críticas”.

-¿Y en caso de un colapso? Ya sea porque el personal está cansado, en cuarentena o contagiado

“Bueno esa es una realidad, anoche (viernes) conocí el fallecimiento de otra colega  en Santiago. Bueno en ese caso es mejor que nada, son profesionales sanitarios también, pero manejar una cama critica necesita una alta especialización, yo por eso insisto, esta pandemia no se detendrá con ventiladores sino cerrando la llave de los nuevos contagios y para eso la única forma es trazando los casos y sus contactos, identificándolos y aislándolos, si lo vemos desde un punto de vista económico, es mucho más barato habilitar residencias para aislamientos efectivos que habilitar camas críticas y  ventiladores que ya no existen”.

Trabajo continuo

-¿Lamentó dejar la Mesa Social?

“Yo tomé la decisión porque vi que no era considerada. Hoy puedo ocupar mi tiempo en otras cosas como lo que estoy haciendo ahora que es formar gente, médicos y colegas, en este momento estoy haciendo clases en un magíster en salud pública, además del que dirijo aquí en la región, tengo tesistas, estoy trabajando con los otros colegas de la Sociedad Chilena de Epidemiología (SOCHEPI) y de la Escuela de Salud Pública para hacer un curso rápido de formación de trazadores y he estado a través de la sociedad trabajando un poco en hacer control social en la formación que se está dando, hemos hecho seminarios, charlas, etc. Es la otra forma que tengo de hacer un poco más de presión para que las autoridades se abran a escuchar a quienes sabemos en control de epidemias, además de mi formación académica trabajé 7 años en Médicos Sin Frontera (MSF) en control de epidemias, no sé si en el país hay alguien más con una experiencia similar, exceptuando la doctora (Ximena) Aguilera”.

-¿Cómo funcionaba la Mesa Social?

“Estaba la intendenta, los gobernadores, algunos alcaldes, no todos,  habían representantes de algunas asociaciones de ellos, el Colegio Médico, el director del Servicio de Salud y la subdirectora médica y en el último tiempo incluyeron a una médico infectóloga del hospital de La Serena. En general compartíamos información y al inicio se daban lineamientos de algunas estrategias y algunos quedábamos con tareas de revisión de protocolos, pero  ya al correr el tiempo era prácticamente compartir información y cuando se planteaban estrategias por parte del Colegio Médico, alcaldes o yo misma, decían que no se podía por distintos motivos (…) yo vi que estaba perdiendo mi tiempo y que no era escuchada”.

 

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