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Abby Herrera
Sin presencia policial, militar, ni de inspectores de salud, se encuentra el rodoviario de La Serena. Si bien se cumplen medidas básicas como dispensadores de alcohol gel y señalizaciones, no existe una fiscalización permanente de permisos de vacaciones y protocolos adicionales, lo que queda a criterio de las empresas. Pese a que desde el terminal señalan que en las últimas semanas se ha evidenciado un aumento en el flujo de pasajeros, reconocen que es solo un 30% en comparación a otros veranos.

El permiso especial de vacaciones le otorgó a quienes viven en zonas en fase dos de Transición, la opción de poder salir de sus comunas y trasladarse a otras regiones durante la temporada estival, por una única vez.

Esta medida comenzó a regir desde el lunes 4 de enero, dando una señal de esperanza al rubro turístico, pero encendiendo las alertas de la población, quienes ven con cautela la llegada de visitantes a la zona, especialmente cuando los contagios de coronavirus han ido al alza y la región se posiciona como uno de los destinos más cotizados.

Pese a que el territorio se ubica como favorito para vacacionar este 2021, el arribo de turistas ha estado bajo en comparación a otras temporadas. Así lo reconocen diversas empresas de buses que operan en el terminal de La Serena.

Según Eder Pizarro, encargado de la oficina de buses Cóndor en la capital regional, el mes de noviembre estuvo bastante bueno en cuánto a flujo de pasajeros, sin embargo, este bajó al entrar Santiago a Transición, lo que ha ido repuntando desde la semana pasada, pero en menor cantidad.

Desde CIKBUS Elite, su gerente general Vinko Cikutovic, comentó que el permiso de vacaciones no había tenido un impacto preponderante en la demanda de buses, dado que el movimiento más fuerte fue en diciembre cuando no existía esa medida. Indica que muchas familias han optado por viajes en autos particulares.

“Lo que sí hemos visto, es un comportamiento diferenciado, dependiendo de la  fase en que se encuentren las comunas que son origen y destino.  Por ejemplo, en diciembre Iquique tuvo un aumento de pasajeros hacia la Región de Coquimbo y Metropolitana hasta que retrocedió de fase. Paralelamente, en el mismo mes, alcanzamos alzas de movimientos importantes  entre Santiago- La Serena, hasta que algunas comunas de la Región Metropolitana también retrocedieron”, agregó.

Al contrario, en la empresa Andimar sí han notado un cambio positivo, aumentando en un 70% sus ventas respecto a la semana anterior al permiso.

Por su parte, Felipe Flores, supervisor del terminal de buses de La Serena, también concuerda que la primera semana de enero ha mejorado el flujo de personas, manteniéndose Santiago como el lugar favorito de origen y destino.

“Hay de Antofagasta, Iquique, Arica, pero normalmente uno o dos diarios, pero en el fondo el mayor movimiento viene de Santiago”, confesó Flores.

Protocolos y fiscalizaciones 

Al ingreso del rodoviario se encuentra la máquina para la toma de temperatura y dispensador de alcohol en gel. También se marcaron las señaléticas en el suelo y se instaló un contenedor específico para desechos covid, como mascarillas. Además, se sanitizan las máquinas cuando llega un bus al andén.

Sin embargo, el aumento de personas que ingresan y salen del terminal significa más aglomeración en su interior y en los andenes, donde fumar en lugares no habilitados se ha transformado en algo común, así como quienes no respetan las medidas de resguardo, pero que lamentablemente nadie controla.

La revisión de la documentación antes de abordar una máquina queda a criterio de las mismas empresas, algunas optan por solicitarlos para evitar problemas en las aduanas, mientras otras lo dejan a la suerte de los mismos pasajeros.

Desde la Seremi de Transporte,  aclararon que ellos pueden fiscalizar el uso de mascarillas y de protocolos en los terminales, tales como las demarcaciones y sanitizaciones, no obstante, la toma de temperatura era competencia exclusiva de los inspectores de salud.

Distanciamiento físico 

“En el transporte público no hay una norma sanitaria que obligue al distanciamiento físico, pero sí existe un protocolo sanitario para que el transporte público sea sanitizado y eso lo hemos fiscalizado y estamos colaborando constantemente con las empresas para sanitizar los vehículos. Además, sí existe la obligación de usar mascarilla durante todo el viaje, tenemos que recordar que el autocuidado es la principal medida de prevención y todos debemos colaborar con eso”, explicó el seremi de Transporte y Telecomunicaciones, Juan Fuentes.

Pese a que no existe ninguna norma que obligue la distancia física dentro del transporte, algunas empresas han implementado diversas estrategias para el resguardo de la salud de sus pasajeros.

“Nosotros somos los pocos buses que tenemos separadores en los asientos. Acá se venden todos los asientos pero con separadores, además de todos los protocolos que tenemos antes de subir al bus, no bajamos en ningún paradero, desapareció la imagen del auxiliar de bus, se trabaja con asistente de andenes que están en cada terminal apoyando el embarque”,  señaló el encargado de Cóndor.

Desde CIKBUS Elite, su gerente general explicó que implementaron protocolos que iban más allá de lo exigido por la autoridad sanitaria, como el uso de pediluvio, toma de temperatura, registro online de pasajeros, alcohol gel, jabón y toallas desechables en los buses, cortinas antibacterianas separadoras entre asientos, sanitización con amonio cuaternario, además de la sanitación permanente de superficie con Microbe Solution y la instalación de sistemas de purificación de aire en los buses con el sistema de fotocatalización, ionización y luz UV.

 

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