• “Conocí a Jaime Guzmán en la Universidad en mi época de estudiante y lo que hay que velar siempre es porque la justicia se cumpla”.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Pocos saben que el actual encargado de seguridad pública en la Región de Coquimbo fue protagonista tras el asesinato del senador Jaime Guzmán en 1991. En entrevista con diario El Día habla sobre este sensible tema, su llegada al cargo y el balance del eclipse.

Cuando se conoció que el nuevo encargado de seguridad pública regional sería el exjefe de la Cuarta Zona Policial, Rolando Casanueva pocos se sorprendieron. Se estaba consciente de que entre los postulantes era quien poseía mayor experiencia. Sin embargo, no fue fácil su estreno. Cuando su nombramiento estaba prácticamente definido fue frenado por algunas semanas. Por su condición de uniformado en medio del caso Catrillanca y los escándalos de Carabineros no fue bien evaluado que asumiera el cargo un policía. Sin embargo, su nombre se terminó por imponer, sobre todo cuando se tenía ad portas la planificación del eclipse. 

En la vida de Casanueva existen episodios desconocidos, como haber participado en la persecución de Ricardo Palma Salamanca luego que se concretara el asesinato del senador Jaime Guzmán en abril de 1991. Se sorprende cuando le consultamos sobre el tema y fue cauto en la respuesta. 

Frente a su balance sobre la estrategia de seguridad durante el desarrollo del 2 de julio, fue claro, descartó una improvisación. “El principal riesgo era la Ruta 41 y la unidireccionalidad y la notificación tenían que ser en los días previos”. 

-Pero, ¿fue la mejor medida como se adoptó?

“Creo que la gente lo sintió”. 

-¿Previamente había temor y se hablaba abiertamente de un caos vial?

“Permitir la unidireccionalidad hasta Pelícana permitió darle mayor fluidez al tránsito y si ocurría un hecho sería por alcance y no por una colisión frontal”. 

-¿Fue lo adecuado cuando se especuló que, incluso, podría llegar hasta un millón de personas?

“Se llegó a un rango muy aceptable (más de 300 mil personas) que es una cifra muy alta y controlable. Pero, dónde estuvo el pero, es que ingresaron entre 4 a 5 días y se fueron en menos de 24 horas”. 

En todo caso, Casanueva destacó que los visitantes demostraron una capacidad cívica importante. “Y lo vimos, sobre todo en los puntos oficiales y en el borde costero. No hubo ninguna nota negra y fotografía que pudiera mostrar basurales que era el gran temor. Fueron cerca de 80 mil personas las que llegaron al borde costero”. 

-¿Le molestaron las críticas respecto a que hubo una improvisación del Gobierno en la preparación del eclipse?

“No, aquí no puedo hablar de improvisación. Lamentablemente, cuando ingresan más de 60 mil vehículos, si uno lo toma linealmente, cada vehículo son 6 metros de largo promedio. Estamos hablando de 350 kilómetros ocupando una pista sin moverse. Es prácticamente de La Serena hasta Los Vilos”. 

-¿No cree que se debió prever esta situación antes?

“No, nuestras rutas no están adecuadas para un flujo vehicular tan alto, pero aun así se sorteó dentro de las ciudades donde el tránsito fue muy fluido y ese fue un gran trabajo que hizo Carabineros. En carretera también hubo bastante fluidez, aunque en Los Vilos y Pichidangui existió mayor congestión porque la ruta es angosta. Es un cuello de botella el que se produce, porque no hay más vías de evacuación de la Región. El trabajo desarrollado por el Gobierno Regional al mando de la intendenta en las coordinaciones finales demostró una capacidad más alta de lo normal”. 

 Actitud republicana

-¿Cuánto le costó decidirse a postular a este cargo de Seguridad Pública?

“Estaba tranquilo en mi domicilio y la intendenta (Lucía Pinto) me llamó y planteó si me interesaba apoyar al Gobierno dentro del puesto de seguridad pública. Uno como uniformado siempre tiene un dejo de concretar acciones que absorbe en las reuniones que tiene con la comunidad”. 

-¿Su fuerte es la seguridad pública?

“Sí , al estar trabajando en seguridad pública puedo ayudar a que los planteamientos ciudadanos lleguen a un buen término”. 

-¿Ingresar a trabajar a un gobierno de derecha no lo marca políticamente?

“No, uno es transversal. Tiene que ser nacionalista, no importando el partido o la tendencia que posea el gobierno. Hay que velar siempre por la tranquilidad de la ciudadanía y porque la gente se sienta más segura”. 

-¿No lo veremos como candidato a alcalde o diputado en el futuro?

“No, aquí primero está el trabajo de la gente. Me interesa apoyar y que se sienta más tranquila, además que somos la región más segura del país y eso hay que seguir valorándolo”. 

-Sin embargo, la gente insiste en las críticas,  que fue víctima de robo o asalto…

“Siempre habrá una sensación de inseguridad porque la prensa transmite lo que ocurre a nivel nacional y al transmitir un hecho violento, lógicamente causa intranquilidad y lo primero que uno piensa es que ojalá esto no ocurra en mi casa o en mi barrio. Ese temor no se puede medir ni cuantificar”. 

El día en que asesinaron a un senador 



-Hay gente que se olvida que usted fue clave en el proceso de Jaime Guzmán luego que persiguió a Palma Salamanca, ¿lo marcó ese episodio?

 “Sí, me tocó estar en ese episodio y después ver la detención y después en el procesamiento de Palma Salamanca”. 

-Usted lo siguió en los primeros momentos…

“Sí, efectué el seguimiento completo y estuvimos cooperando en el proceso investigativo”. 

-¿El que esté libre que le provoca?

“Es la sociedad la que debe tener la respuesta definitiva. Uno tiene su propia visión y sentimiento. Conocí a Jaime Guzmán en la Universidad en mi época de estudiante y en lo que hay que velar siempre es en que la justicia se cumpla y los hechos delictuales que se han cometido en el país tengan un culpable y que exista una sentencia que a todos nos deje tranquilos”. 

 

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