• Todo se generó por las denuncias de los usuarios de la locomoción colectiva en contra de los conductores por sus malos tratos.
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Lautaro Carmona
Tras las acusaciones de dirigentes de los conductores de microbuses y colectivos, los directivos de las líneas niegan que existan horarios que excedan lo legal. Respecto a las multas, desde Lincosur precisan se cobran a quienes retrasan su recorrido por que afectan a los otros choferes y el dinero sería para la máquina perjudicada, no para la empresa.

Todo comenzó con las denuncias de los pasajeros de la locomoción colectiva, quienes acusaron malos tratos por parte de los conductores.

Fueron tres los eventos que más llamaron la atención y que alcanzaron gran notoriedad pública. Primero, el pasado miércoles seis, cuando una usuaria de un colectivo de la Línea 63 de La Serena, acusó, literalmente, haber sido sacada del vehículo por el conductor tras una discusión en la que, incluso, estuvo en riesgo la integridad física de sus hijos de cuatro meses y cuatro años respectivamente. Tras poner en antecedentes a la seremía de Transportes, la línea ordenó una investigación interna y el conductor está suspendido de sus labores. Días más tarde, se hizo viral una discusión entre un estudiante de Coquimbo, Sebastián Vicencio, y un chofer de la empresa Liserco, quien lo insultó y le devolvió el dinero violentamente cuando el joven pagó con el pase escolar.

Y lo más grave, lo acontecido el día martes donde el joven arquitecto Alejandro Araya fue golpeado en la cabeza por el trabajador de Lisanco con un bastón retráctil, luego de una discusión.

El rechazo a las acciones de violencia fue generalizado, tanto por parte del Seremi de Transportes, Juan Fuentes, como también por los empresarios micreros.

Fuerte respuesta de los trabajadores

Pero los trabajadores respondieron. En particular, Miguel Tapia, expresidente del Sindicato de conductores de Lincosur, quien ahora lidera la Federación de Conductores de la Región de Coquimbo, fue el que hizo las declaraciones más potentes. Sin justificar las acciones violentas de sus colegas, manifestó que éstas se debían a las precarias condiciones laborales en las que debían trabajar, con horarios de hasta 15 horas y obligados a cumplir metas en tiempo y dinero, teniendo que pagar ellos a sus jefes de no cumplirlas.

Tapia enfatizó en que habían reclamado muchas veces ante las autoridades, pero nunca lograron nada ya que “siempre le dan la razón a las empresas”.

“Yo invito a los trabajadores que se sientan afectados a que se acerquen a la seremía, porque nadie ha venido a hablar de este tema desde que yo estoy acá”, Juan Fuentes, Seremi de Transportes Región de Coquimbo.

Seremi de Transportes llama a respetar la norma

Consultado por las denuncias de los conductores, el seremi de Transportes Juan Fuentes, expresó que hace más de un año que no recibían ninguna queja de su parte y la última vez habían llegado a buen término.

Dijo desconocer los horarios de cada trabajador y que estos se regían por los contratos que ellos mantenían con las empresas. Pero sostuvo que de ser verosímil que se extienden por 15 horas estaría fuera de la norma. “Si ellos se rigen por la norma del trabajo, no deberían estar conduciendo más horas de lo que establece la normativa, que son ocho horas”, precisó, agregando que si efectivamente eran estas las condiciones, “deberían analizarlo. Y yo invito a los trabajadores que se sientan afectados a que se acerquen a la seremía, porque nadie ha venido a hablar de este tema desde que yo estoy acá”.

“Si un conductor se atrasa tres minutos, esos minutos se los está quitando al conductor que viene atrás. El dinero de la multa queda para esa máquina de atrás que es compensada”, Jorge Galleguillos, presidente y representante legal de la asociación gremial de Lincosur.

Empresas descartan malas prácticas

Consultado por el tema, Marco Secco, integrante de la directiva de la línea Lisanco y secretario de la Federación Regional de Transporte Mayor, manifestó que no se referiría al tema ya que “el dirigente que habló no pertenece a Lisanco, es de Lincosur y las formas de trabajar son muy diferentes”.

Por su parte, el presidente y representante legal de la asociación gremial de Lincosur, Jorge Galleguillos, descartó de plano la situación denunciada, ya que, los conductores de la línea trabajan “sólo 8 horas más 2 horas extras, en promedio. Y hablando de horas efectivas de conducción”, indicó.

Enfatizó en que a veces sí estaban más horas, pero eso si contaban los tiempos que pasaban en los terminales, o si ellos mismos decidían adelantar sus horarios de salida, “para mejorar sus posturas. Esto se refiere a que llegan antes por si falta algún conductor y ellos poder tomar ese horario”, precisó. 4602i

Las multas no son dinero para las empresas

Galleguillos explica que efectivamente se cobran multas, pero se realiza para mantener el orden y no perjudicar a los demás conductores. “Lo que pasa es que el minutaje está muy controlado, y si un conductor se atrasa tres minutos, esos minutos se los está quitando al conductor que viene atrás. El dinero de la multa queda para esa máquina de atrás que es compensada”, sostiene el dirigente, quien en todo caso, precisa que, “esa es nuestra forma de trabajar, y si en otra línea tienen algún problema, no es algo de lo que nosotros debamos hacernos responsables”.

 

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