• En la imagen una de las salvavidas del camping Aquaparasón se prepara para iniciar la jornada.
  • En la actualidad la seremía de Salud también está exigiendo contar con una sala de enfermería por cualquier eventualidad.
  • Los niños y las familias de la zona acuden en masa a disfrutar de las piscinas, pero deben hacerlo tomando los cuidados respectivos.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
La temporada estival está cerca y los recintos acuáticos están abriendo sus puertas, por lo que desde la Seremía de Salud intensifican las fiscalizaciones y enfatizan en que el autocuidado es fundamental para evitar accidentes, pero las empresas también deben hacerse cargo, de lo contrario podrían que tener que pagar altísimas multas.

El verano se acerca y comienza a salir el sol. Cada vez más, el calor se hace presente y qué mejor para capearlo que acudir a una piscina junto a la familia o amigos. De hecho, de las 194 que existen en la Región de Coquimbo, algunas ya se encuentran habilitadas para su funcionamiento.

Pero todo tiene sus riesgos. Año a año a lo largo del país somos testigos de trágicos accidentes en recintos como campings donde generalmente los involucrados son niños.

El último ocurrido en la zona fue el del pasado 16 de septiembre cuando un menor de 10 años falleció en el recinto acuático Puerto Laguna, de la comuna de Ovalle. En ese lugar, ingresó al agua y cuando entró en contacto con la escalera metálica recibió una descarga eléctrica de alto voltaje que terminó con su vida.

ALGO MÁS COMÚN DE LO QUE SE PIENSA. El hecho todavía está siendo investigado para determinar las responsabilidades, pero lo cierto es que puso otra vez en el debate el tema de la seguridad en las piscinas con miras a la temporada estival que se avecina.

Este tipo de episodios no son aislados. En Chile, los accidentes por inmersión ocupan el tercer lugar en las causas de muerte en los niños menores de catorce años  -casi 200 anualmente-  tras los accidentes automovilísticos y las caídas. Mientras que en el segmento de los preescolares, cuya edad fluctúa de uno a cinco años, la asfixia por inmersión en piscinas ocupa el primer lugar.

 “Los niños se tiran a la piscina sin conocer la profundidad, eso genera situaciones complejas”, Fernanda Arancibia, salvavidas.

MANTENIENDO LA SEGURIDAD. Una de los primeros campings que ha puesto en funcionamiento sus piscinas es el Aquaparason, ubicado en Pan de Azúcar, en Coquimbo.

Funciona desde hace 14 años y es uno de los más seguros. Su dueño, Carlos Álvarez, plantea que la clave para evitar los accidentes  está en fijarse en todo detalle, como la profundidad, el que el piso tenga un adherente para que no ocurran resbalones y, sobre todo, contar con un equipo de salvavidas capacitado para actuar en el agua y también para efectuar una labor preventiva con los usuarios.

El empresario está convencido que el trabajo que se realice antes que sucedan las tragedias es fundamental para evitar cualquier tipo de dificultad. “Por eso los salvavidas deben estar preparados en ese sentido, porque tienen que realizar una labor educativa con la gente que viene a disfrutar”, indicó.

LA IMPRUDENCIA, UN FACTOR CLAVE. Pero aunque se tomen todas las medidas de seguridad, la razón principal de la mayoría de los accidentes es la imprudencia de las personas. Por lo mismo, es importante que cada recinto cuente con un reglamento interno visible que sea expuesto a los visitantes donde quede establecido lo que se puede hacer y lo que n. “En el caso nuestro, cada vez que vemos que una persona tiene una conducta inadecuada le llamamos la atención. Y si no hacen caso les pedimos que se retiren”, puntualiza Tatiana Ramos, también administradora del camping Aquaparason.

En la misma línea, Fernanda Arancibia, salvavidas, asevera que las faltas más habituales que cometen los bañistas es la de descuidar a los niños pequeños, que son los que corren mayor riesgo y, además, el hecho de ingerir alcohol e ingresar al agua, algo que incrementa los peligros de sufrir accidentes. “Los niños se tiran a la piscina sin conocer la profundidad, eso genera situaciones complejas. Y los adultos también son imprudentes. Muchas veces se bañan bajo los efectos del alcohol y no pueden ingresar en ese estado”, precisó.  

194 piscinas autorizadas hay en la Región de Coquimbo.

AUTOCUIDADO, ALGO FUNDAMENTAL. La experta en Prevención de Riesgos de la Universidad Católica del Norte, Evelyn Vargas, enfatiza en que el autocuidado es lo principal para evitar las tragedias, más allá de las condiciones de seguridad que deben cumplir los recintos donde existen piscinas ya que, por principio, “ningún accidente se produce por azar, siempre es porque alguien anda corriendo por la orilla o está realizando algo indebido”, indicó.

En relación a la infraestructura, enfatizó en que los empresarios de la zona, siendo una región turística, deben preocuparse con especial interés en la inversión de la seguridad de los recintos que tienen fines recreativos, como los centros acuáticos. “Actualmente hay capacidad y tecnología para minimizar los riesgos de accidentes”, aseguró.

SEREMÍA LLAMA A CUMPLIR LA NORMA. Oficialmente la temporada de piscinas no comienza, pero, tal como en el centro acuático Aquaparason, existen otros que también ya han abierto sus puertas al público. Es por esto, y para que no se repitan tragedias como la de Ovalle, que la Seremía de Salud, a partir de ahora intensificará las fiscalizaciones en los meses de diciembre, enero y febrero.

Son ellos, la Seremía, los encargados de autorizar o desestimar los permisos y en esa línea deben ser rigurosos a la hora de exigirle a los empresarios o entidades públicas, que cumplan con todas las exigencias para poder funcionar de forma segura.

Además de ver los elementos de salvataje, y las instalaciones como el que cuenten con barandas, escaleras, servicios higiénicos en buenas condiciones la entidad debe velar por el buen estado del agua, ya que los problemas que se pueden provocar debido a las concentraciones de cloro en el agua son importantes. “Si tiene muy poco, es complejo si alguien llega a ingerir el agua, y si es mucho puede producir problemas a la piel, por eso que hay que adecuarlo a la norma”, indica el seremi de Salud, Rosendo Yáñez.

Incluso, hoy por hoy se está siendo mucho más riguroso y se exige que las piscinas de uso público cuenten con un servicio de primeros auxilios ya que, según explica Yáñez, “un niño puede perder la vida tan sólo en 27 segundos. Por eso hay que tener los elementos de reanimación básicos mientras llega el SAMU, o el servicio de urgencia”, sostiene.

LAS SANCIONES. Con respecto a las sanciones que arriesga un recinto acuático, el seremi precisó que en los casos en que no constituye un riesgo inmediato, se inicia un sumario sanitario, iniciando los pasos respectivos, pero si es algo grave se decreta de inmediato la prohibición del funcionamiento.

Entre las faltas que tienen mayor incidencia en los accidentes y que ameritan mayor sanción está el no contar con salvavidas y que no tengan piso antideslizante en los bordes. “Esto puede marcar la diferencia entre la vida o la muerte y los recintos que reinciden arriesgan una multa que puede llegar a las mil UTM”, asegura Rosendo Yáñez.

PISCINAS PÚBLICAS Y RESTRINGIDAS. Pero no todas las piscinas operan bajo las mismas condiciones. Desde el ente fiscalizador aclaran que hay que hacer diferenciaciones a la hora de autorizar o no un establecimiento.

En la Región de Coquimbo existen 194 piscinas, de las cuales 28 son de uso público general y 166 de uso público restringido. En el primer caso, se trata de lugares como campings, o centros acuáticos y cuyo uso puede ser gratuito o pagado. Según explican desde la Seremía de Salud, las exigencias son las mismas, salvo en lo que tiene que ver con el decreto supremo 209 que establece que en la segunda categoría, las de uso público restringido,  -que operan en condominios, hoteles, gimnasios, colegios, etc.,- no es obligatorio contar con un salvavidas. “Ambos tipos de piscinas están bajo nuestra supervisión, y deben cumplir la normativa respectiva. Muchas veces en los condominios y hoteles se piensa que nosotros no vamos a concurrir, pero lo cierto es que, sobre todo en estas fechas, nos hacemos muy presentes y la gente también puede denunciar si ve alguna irregularidad”, sostiene el seremi Yáñez, quien reitera el llamado a concurrir a los recintos con responsabilidad, poniendo atención a que se cumpla con la norma y también, enfatizando en el autocuidado. 

PISCINAS EN EL HOGAR

La experta en prevención de Riesgos Evelyn Vargas explica que con respecto a las piscinas privadas, es decir las que se construyen en el hogar no existe ningún tipo de regulación y cada propietario, por lo cual aquí opera la supervisión directa de los dueños, que elijan el lugar adecuado para la construcción. “Lo importante es que si yo hago una piscina tengo que hacerme responsable de los niños, de mí. Porque en este caso no voy a tener a ningún ente público que me esté fiscalizando”, aseguró.

CRONOLOGÍA

11 de febrero de 2016

Un niño de nueve años muere tras una asfixia por inmersión en Paihuano mientras se bañaba en una piscina particular.

17 de septiembre de 2016

Un menor de 10 años fallece electrocutado en un centro acuático en la comuna de Ovalle.

CLAVES DE AUTOCUIDADO

No descuidar a niños

Es común que los adultos dejen solos a los menores quienes son los más propensos a sufrir accidentes en las piscinas.

No bañarse habiendo consumido alcohol

Muchas veces los adultos ingieren alcohol en los campings y luego ingresan al agua. Esto incide en los riesgos de accidentabilidad.

 

 

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