• Durante años e incluso décadas solo aves han sido las únicas residentes de estas embarcaciones que están abandonadas en la bahía de Coquimbo. El alcalde Marcelo Pereira y el gobernador marítimo, Javier Cáceres, recorrieron el litoral portuario para verificar el estado de 6 barcos que podrían comenzar a ser retirados dentro de un año tras seguir todos los procesos.
    Durante años e incluso décadas solo aves han sido las únicas residentes de estas embarcaciones que están abandonadas en la bahía de Coquimbo. El alcalde Marcelo Pereira y el gobernador marítimo, Javier Cáceres, recorrieron el litoral portuario para verificar el estado de 6 barcos que podrían comenzar a ser retirados dentro de un año tras seguir todos los procesos.
  • El alcalde de Coquimbo, Marcelo Pereira (c) y el gobernador marítimo, Javier Cáceres, dialogan sobre el estado de la bahía que no está contaminada, excepto visualmente y se aprecia de fondo la nave Isla Lénox, que lleva años abandonada.
    El alcalde de Coquimbo, Marcelo Pereira (c) y el gobernador marítimo, Javier Cáceres, dialogan sobre el estado de la bahía que no está contaminada, excepto visualmente y se aprecia de fondo la nave Isla Lénox, que lleva años abandonada.
Crédito fotografía: 
Rafael Sandoval
La idea es descontaminar la bahía de embarcaciones que con el paso de los años se han convertido en chatarra, por lo que las autoridades comunales y marítimas realizaron un recorrido por la rada para constatar presencialmente el estado en que se encuentran cada una de las naves. También un equipo especializado verificará próximamente los barcos que se encuentran hundidos.

Luego que a comienzos de agosto diario El Día informara sobre la situación de la bahía de Coquimbo con una serie de embarcaciones hundidas en el lugar y otras tantas en abandono, las autoridades comunales  y de la Armada realizaron un recorrido por el litoral verificando in situ las condiciones en que se encuentran seis naves abandonadas en las aguas locales.

La comitiva fue encabezada por el alcalde de Coquimbo, Marcelo Pereira y el gobernador marítimo, capitán de fragata, Javier Cáceres, oportunidad en que se informó que ya está en marcha un proceso que tiene como objetivo final poder descontaminar la bahía retirando dichas embarcaciones y haciendo también una limpieza del fondo marino.

La Gobernación Marítima de Coquimbo desde hace algún tiempo dio inicio al proceso para determinar el destino de estas embarcaciones que son seis: Isla Lénox, Las Nieves,  Lucía, El Aremilla, Tahiti y Marlyn, algunos de los cuales son verdadera chatarra flotante que provocan contaminación visual  y se corre el riesgo que frente a alguna manifestación de la naturaleza terminen varadas en la costa o corran el mismo destino que otras naves que se hundieron, como el Don Humberto y el Guamblin.

Sobre lo anterior el gobernador marítimo, Javier Cáceres, precisó que según el catastro que ellos tienen son 10 las naves hundidas, que llevan un tiempo trabajando en esto y que ya han notificado a los armadores de las naves en abandono, pero que hasta el momento no han recibido una respuesta de éstos, “por lo cual ahora estamos en la etapa dos, que vienen profesionales ingenieros de Valparaíso a ver el estado en que se encuentran, el estado de los fluidos que hay a bordo para hacer un inventario y próximamente iniciar un proceso de licitación pública y si hay una persona interesada que los compre para que sean rematados, llevados fuera de la bahía de Coquimbo que es lo que nos preocupa”.

En caso de no ocurrir lo anterior con los propietarios, se seguirán otros procesos legales para rematar las embarcaciones que están en abandono.

"Ahora estamos en la etapa dos, que vienen profesionales ingenieros de Valparaíso a ver el estado en que se encuentran, el estado de los fluidos que hay a bordo para hacer un inventario”. Javier Cáceres, gobernador marítimo de Coquimbo.

 Preocupación por el mar

El alcalde de Coquimbo Marcelo Pereira reconoció durante el recorrido que se realizó, que ellos están preocupados por las embarcaciones que se encuentran hundidas y por las que están en la bahía contaminando visualmente, ya que la mayoría de los coquimbanos eran gente de mar. Dijo que era claro que había que hacer un trabajo preciso y que él y el municipio se ponían a disposición de los requerimientos de la Gobernación Marítima y sus autoridades y anticipó que el próximo, lunes llegará desde Valparaíso una comitiva encabezada por el gobernador marítimo de esa ciudad puerto, “el que estará con su equipo pare realizar una georreferenciación y ver cuáles son las embarcaciones hundidas y si se han desplazado después del terremoto y tsunami. También ver los caminos de estas embarcaciones que están en abandono, el que puede ser variado”, dijo el alcalde Marcelo Pereira, quien planteó referente a esto último que había una experiencia en Quinteros y que era probable que se copiara la idea, que sería recuperar una de estas naves, la que esté en mejores condiciones, para utilizarla como un punto turístico, otras podrían ir a remate, ser reparadas y reanudar funciones de pesca y el resto ser deshuasadas.

“Nosotros necesitamos darle tranquilidad a nuestra gente, a los pescadores  artesanales, a nuestro puerto, de que nuestras costas están limpias, que sustancias oleosas no se van a encontrar y que los productos que se extraen pueden ser consumidos con toda tranquilidad”, dijo el edil.

Pescadores por una bahía limpia

Los pescadores artesanales, quienes han manifestado su preocupación por el hundimiento de embarcaciones y por las naves que no prestan ninguna utilidad y que incluso son un peligro para la navegación, han manifestado que ellos están por una bahía limpia y sin ningún tipo de contaminación.

Elías Marambio, representante a nivel nacional de los pescadores artesanales sostuvo que desde inicio de los 90 que llegaron embarcaciones y que quedaron allí sin respetar ninguna regla marítima. “Se han quedado por décadas acá y se han ido hundiendo uno tras otro. Nosotros siempre hemos dado aviso de esto, hemos visto cómo los barcos escoraban, que les entraba agua, que se hundías. El María Margot es un ejemplo claro (soltó amarras en un temporal y pasó a llevar a las embarcaciones menores hasta varar a inicios de la Playa Changa), pasó por encima de todos los botes artesanales hace muchos años”.

Por eso señaló que el temor de ellos era que esas embarcaciones abandonadas les presenten problemas e insiste en que los barcos factoría que aún existen como el Don Humberto y otros, contienen algunos contaminantes que pueden contaminar en algún momento.

 

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