• Felipe Barraza (izquierda), Juan Rojas (al centro) y Hernán Godoy. Los dos primeros, voceros de la agrupación de laicos y el tercero una de las víctimas de Cox.
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Lautaro Carmona
La agrupación Juan XXIII de La Serena, cree que monseñor René Rebolledo se ha desmarcado de la crisis de la iglesia, “algo grave” teniendo en cuenta que una de las investigaciones más relevantes está ejecutándose en la zona. Aseguran que debe ser categórico y situarse del lado de las víctimas.

Un emplazamiento a que “rompa el silencio” y “dé un mensaje claro a los feligreses” respecto a los abusos cometidos por Francisco José Cox, es el que están haciendo desde la Agrupación de Laicos Juan XXIII, al arzobispo de La Serena, monseñor René Rebolledo.

Según afirman, el prelado no ha sido lo suficientemente enfático al condenar los hechos que ocurren tanto a nivel nacional como regional, algo que “perturba y ofende” a las víctimas abusadas por parte de integrantes del clero.

En este sentido, Juan Rojas Palma, vocero de la agrupación, expresa que “es preocupante que él, siendo pastor, siendo un guía. Una persona que tiene que orientar a la ciudadanía en la búsqueda del camino de la justicia, no lo esté haciendo”, asevera.

Y va más allá, afirmando que Rebolledo está incurriendo en el “pecado de la omisión. Él no oculta, no miente, él omite. Uno siente que está esperando que esto pase solo, que termine su gobierno eclesial sin salir manchado, pero sin hacer nada”, critica.

“Él no oculta, no miente, él omite. Uno siente que está esperando que esto pase solo, que termine su gobierno eclesial sin salir manchado, pero sin hacer nada”, Juan Rojas, vocero de agrupación de laicos.

“Una palabra para las víctimas”

Rojas insiste en que Rebolledo “no puede hacer lo mismo que hizo en Osorno, pasando desapercibido y alejado de los fieles. Ahora la situación es distinta y tiene que darle una palabra de aliento a Hernán Godoy, a Edison Gallardo y a otras víctimas que nosotros hemos presentado en el Arzobispado. Ya no basta con rezar, estamos esperando la acción”, precisó.

Felipe Barraza, otro de los voceros del movimiento, sostuvo que el arzobispo debe mostrarse más opinante, más aún, cuando se le ha mencionado dentro de los posibles sucesores del Cardenal Ricardo Ezzati. “Nos gustaría que él fuera un hombre de opinión, que diera esas señales que la iglesia y las víctimas necesitan para avanzar en la verdad, justicia y reparación”, manifestó.

“Nos gustaría que él fuera un hombre de opinión, que diera esas señales que la iglesia y las víctimas necesitan para avanzar en la verdad, justicia y reparación”, Felipe Barraza, vocero agrupación de laicos.

Creen que “el silencio es cómplice”

Barraza es categórico al manifestar que el silencio “siempre es negativo y lo hace cómplice”, por tanto, “debiese desmarcarse de aquello, de toda suspicacia”, sostuvo.

Respecto al argumento de que no tendría por qué manifestarse sobre Cox, ya que éste fue expulsado de la iglesia, el vocero de los laicos asevera que no sería una razón de peso para permanecer callado. “No es un argumento creíble, porque tampoco se refirió a él cuando era parte de la iglesia. Guardó silencio desde antes de la expulsión, así que esa excusa no se justifica. Además, aunque ya no sea parte de la iglesia, como el mismo Rebolledo dijo, sigue siendo parte de su historia”, puntualizó.

Proceso investigativo en curso

Pese a que todavía no hay plazos definidos, el proceso de investigación por los presuntos abusos de Francisco José Cox está en curso, y el pasado lunes el Juez Christián Le-Cerf, a cargo del caso luego que se determinara que era de competencia del sistema judicial antiguo, retomó los trabajos en los que ya han sido citados a declarar varios testigos. Uno de ellos podría ser el padre Manuel Hervia, quien en 1992 fue el primero en denunciar los hechos ante la conferencia episcopal, pero fue silenciado por las altas esferas del clero. Ahora, Hervia ha señalado que está dispuesto a concurrir a prestar su testimonio si es requerido. 4602i

Silencio se mantiene

Cabe señalar que este medio intentó comunicarse con monseñor René Rebolledo, pero no se recibió respuesta hasta la publicación de esta nota. Sin embargo, fuentes al interior del Arzobispado señalan que monseñor prefiere no referirse al tema Cox, porque ya no pertenece a la iglesia. Además, nunca se encontraron en alguna diócesis. Pero sí manifiestan que no tendría problemas en hablar respecto a situaciones generales de la crisis que afecta a la iglesia.

 

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