• En el monumento religiosos se habría perpetrado el presunto delito que hoy está siendo investigado por el Ministerio Público.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Emma Rojas, cuyo hijo de 16 años habría recibido mensajes de índole sexual y drogas por parte del anterior administrador del monumento religioso (Nelson Canihuante), asegura que ha recibido mensajes y llamados por parte del diputado Pedro Velásquez. Pero el exedil de Coquimbo descarta categóricamente la situación, asegurando que se acercó a la familia para ayudarla y evitar que los hicieran parte de un “montaje político”.

Un nuevo capítulo de conflictos se escribe en la Cruz del Tercer Milenio. Fue el viernes 15 de marzo cuando explotó la bomba. Por encargo del Presidente de la Fundación (Cruz del Tercer Milenio), Jaime Pozo Cisternas, se presentó una denuncia contra el por entonces jefe del Departamento de Administración y Finanzas de la Cruz, Nelson Canihuante, funcionario de la casa edilicia, por posible acoso y corrupción de un menor.

“Fue para ayudar, para que Emma no tuviera miedo de decir la verdad, por miedo a perder su trabajo, porque si la involucraron en algo que ella no permitió es algo muy grave”, Pedro Velásquez, diputado por la Región de Coquimbo.

Los hechos que se investigan

De acuerdo a los antecedentes a los que tuvo acceso diario El Día en su minuto, los hechos que llevaron a la Fundación a tomar estas medidas ocurrieron durante el verano, cuando las actividades turísticas, como exhibición de fotografías y venta de souvenirs en la Cruz se intensifican, por lo que es común contratar a menores de edad para que apoyen en la labor de venta y atención a público.  Bajo este contexto, fue que un adolescente de 16 años llegó a desempeñarse al monumento religioso, teniendo como jefe a Nelson Canihuante Muñoz. A pocos días de haber iniciado su labor, el menor “habría presentado alteraciones de carácter, debiendo ser contenido por personal del recinto”, según se consigna en la denuncia. Y tras estos hechos, el joven decidió abandonar abruptamente sus labores.

La madre del menor, Emma Rojas, se dio cuenta que algo andaba mal cuando su hijo pretendió quitarse la vida y le confesó lo que le había sucedido. En ese momento, recurrió a la Fundación, quienes la asesoraron para llevar el caso a la justicia, el que hoy es investigado de manera desformalizada por el Ministerio Público.

“Hubo tocaciones, nunca imaginé que él le hiciera eso a mi hijo. Además le dio drogas y pastillas. No puedo ahondar más en qué tipo de pastillas porque eso es parte de la investigación”, Emma Rojas, madre de menor acosado.

Una vez que se conoció la situación, el alcalde Marcelo Pereira ordenó un sumario administrativo y el acusado quedó suspendido de sus funciones. Pero la historia no terminó ahí, días más tarde se conocieron los “malos manejos” y la “dualidad de poderes” existente en el monumento religioso que terminaron también con el traslado de Mauricio Gálvez, coordinador de Proyectos de la Cruz, quedando como único mando el funcionario de planta Héctor Pizarro, quien se desempeña a la fecha como administrador.

Un relato estremecedor

Hasta ahí todo iba en el curso normal. Las indagatorias por parte del Ministerio Público avanzan por buen camino según afirma el Fiscal Jefe de Coquimbo, Claudio Correa “la investigación continúa. Se ha dispuesto a cargo a un fiscal especializado en materia de delitos sexuales para ver si existe alguna tipificación respecto de los hechos que se han denunciado”, consignó el persecutor.

Sin embargo, para la madre del menor, las cosas se han entrampado. Esto, porque acusa que tanto ella como testigos que declararon o declararían en favor de su hijo y en contra de Nelson Canihuante, habrían recibido presiones por parte de cercanos al exadministrador de la Cruz y, presumiblemente, también por parte del diputado por la Región de Coquimbo y exalcalde de la comuna puerto, Pedro Velásquez.

En conversación exclusiva con diario El Día, Emma Rojas, efectuó las graves denuncias que, según dice, “han profundizado el dolor”, tras lo ocurrido con su hijo.  La mujer asegura que Canihunate “entró en su casa de a poco” para ganarse la confianza, y que utilizó ese método para acercarse a ellos.

Precisa que se decidió a realizar la denuncia cuando tomo conciencia de la gravedad de los hechos, ya que en principio, cuando la noticia apareció en los medios, al acusado se acercó a ella para intentar bajarle el perfil a la situación, diciéndole que “por favor” no persistiera y no presentara cargos. En ese momento pensaba que todo se había limitado a mensajes vía WhatsApp, por lo que pensó dejar el tema hasta ahí. Pero después se enteró que había sido mucho más que eso. “Hubo tocaciones, nunca imaginé que él le hiciera eso a mi hijo. Además le dio drogas y pastillas. No puedo ahondar más en qué tipo de pastillas porque eso es parte de la investigación”, aseguró Emma.

“Yo no había denunciado esto hasta ahora, porque igual me da miedo perder mi trabajo, pero finalmente creo que es mejor que todo salga a la luz”, Carlos Pizarro, funcionario que acusa hostigamiento.

Las presiones y el miedo

Según dice la extrabajadora de la Cruz del Tercer Milenio, quien tras lo ocurrido pidió el traslado a otro departamento municipal, el diputado Pedro Velásquez habría comenzado a enviarle mensajes a su madre, abuela del menor, tendientes a que desistieran de la denuncia. El Día tuvo acceso a los textos y en ellos se lee que “el señor Gálvez miente, y hace mentir al señor Pozo”, en relación a que todo  habría sido una operación política.

Luego de los mensajes, de acuerdo al relato de Rojas, vinieron las llamadas telefónicas. El diputado Velásquez se habría comunicado directamente con ella y en el mismo tono le habría sugerido “dejar las cosas hasta ahí” ya que incluso ella “se podía ver perjudicada”.

“Están totalmente equivocados, porque yo soy jefe operativo del monumento, no tengo jefatura sobre ninguno de estos funcionarios”, Ariel Del Pino, Jefe Operativo de la Cruz del Tercer Milenio.

Eventual hostigamiento en el monumento

No sólo Emma habría recibido presiones. Según detalla la propia madre del menor, compañeros de ella en la Cruz del Tercer Milenio que iban a declarar como testigos han estado siendo hostigados por el segundo a bordo en el monumento religioso, el jefe operativo Ariel del Pino. “Hay varios compañeros que han sufrido consecuencias por esto, porque vieron lo que pasó y pretendían apoyarme. Ahora, les están haciendo la vida imposible”, asegura Emma.

Uno de los perjudicados sería el funcionario Carlos Pizarro Ferrada, quien ya prestó declaración al Ministerio Público y ahora le estaría pasando factura.

El propio Pizarro Ferrada ratifica lo que está sucediendo y asegura que “lo tienen cortado”. Desde que dio su testimonio, según dice, no lo han dejado desarrollar sus labores. “Me tienen para la patada y el combo. Yo no había denunciado esto hasta ahora, porque igual me da miedo perder mi trabajo, pero finalmente creo que es mejor que todo salga a la luz”, expresó el trabajador.

Otra funcionaria afectada, quien prefiere mantener reserva de su identidad, relata que escuchó de boca del propio Ariel del Pino decirle a una compañera “que se callara, que no se le ocurriera decir nada”. Ella asegura que no va a declarar, pero que igualmente el ser amiga de Emma la ha perjudicado en esta pasada. “A todos los que no éramos cercanos a Nelson (Canihuante) nos quiere aislar. Estamos en una oficina sin poder hacer la actividad que nosotros realizábamos. A mí me cortaron el acceso a internet y a una compañera le quitaron la silla”, cuenta.

Pugna Gálvez-Canihuante todavía trae coletazos

Según aseguran fuentes al interior de la Cruz, las presiones a los trabajadores tendrían su génesis en la disputa que se mantendría entre el ex Coordinador de Proyectos Mauricio Gálvez y Canihuante. Cabe recordar que fue Gálvez, quien también trabaja para la Fundación el que hizo la denuncia. Y serían los cercanos a él quienes estarían siendo “hostigados” por Ariel Del Pino, según contó la funcionaria, “porque él es muy amigo de Nelson”.

Consultado al respecto, Del Pino descartó cualquier tipo de actuar fuera de la norma y aseguró que lo que dicen los trabajadores es falso. “Están totalmente equivocados, porque yo soy jefe operativo del monumento, no tengo jefatura sobre ninguno de estos funcionarios”, precisó, agregando que el único que toma determinaciones al interior de la Cruz es el administrador Héctor Pizarro.

Diario El Día se comunicó también con Nelson Canihuantes suspendido de su cargo por decisión del fiscal que realiza el sumario administrativo, pero declinó referirse al tema y precisó que se encuentra totalmente alejado de lo que está pasando.

Administrador desconoce el tema

El actual administrador de la Cruz del Tercer Milenio, Héctor Pizarro, señaló que desconocía la situación que estarían viviendo los trabajadores, pero que, de igual forma, investigará la veracidad de los hechos. “Creo que hay temas personales de por medio, pero igual vamos a ver qué pasa. Si esto estuviera sucediendo desde luego que yo no lo voy a permitir. Ahora, yo no he notado ninguna conducta extraña ni he sabido nada de lo que me estás comentando”, aseguró.

Diputado descarta veracidad de acusaciones

El diputado Pedro Velásquez se manifestó sorprendido por las acusaciones en su contra. Antes que todo, dijo no recordar los mensajes de WhatsApp, pero reconoce haberse puesto en contacto con la familia del menor afectado, eso sí, con motivos “mucho más nobles” que los mencionados. Según relata el parlamentario, se acercó a ellos tras una conversación con el propio Canihuante, con quien, si bien no tenía contacto hace años, muchos le pidieron que lo ayudara en su difícil momento.

La información que habría recibido Velásquez fue que Emma Rojas nunca había dado autorización para que se utilizara su nombre en la denuncia contra Canihuante, por lo que quienes pusieron los antecedentes en la Fiscalía la estarían utilizando. “A mi Nelson me dijo, que Emma le dijo a él, que nunca había firmado nada, y que no entiende por qué le tomaron el nombre de ella. Y yo le digo que tiene que clarificar esto, pero lo que pasa es que a Nelson no le respondían el teléfono”, explica Velásquez.

Fue entonces que el parlamentario entra en escena. Se comunica con la abuela del menor, Ángela Jurado, y le expresa que Canihuante ha estado intentando comunicarse con ellas, sin recibir respuesta. “Fue para ayudar, para que Emma no tuviera miedo de decir la verdad, por miedo a perder su trabajo, porque si la involucraron en algo que ella no permitió es algo muy grave”, sostuvo.

Respecto a si se arrepiente de haber intercedido y que esto se prestara para que lo acusaran de presiones, el diputado insiste en que no, porque jamás se puso en ese escenario y actuó de buena fe. “Yo lo único que hice fue pedir que le contestaran el teléfono a Nelson Canihuante (...) Sin ningún tipo de presiones, y eso se puede constatar. Me pongo a disposición de todas las entidades, la Fiscalía, para que vean la llamada telefónica mía, para que vean lo que yo le comento a Emmita y la señora Ángela”, precisó. 

Alcalde espera para dar respuesta

Nuestro medio también intentó obtener declaraciones del alcalde de Coquimbo Marcelo Pereira para saber si estaba en conocimiento de los hechos y si había recibido alguna denuncia de los trabajadores, pero por lo delicado del tema, el edil esperará hasta conocer todos los antecedentes para emitir algún juicio sobre el particular. De todas formas, fuentes al interior del municipio aseguran que Pereira se encuentra analizando la situación de la que ya le habrían informado.

 

 

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