• En la imagen Liborio Rocco y Nibaldo Juica se sostienen una malla prácticamente vacía ya que ahora es mucho más difícil obtener el recurso.
  • Todos los días es posible ver a los extractores ilegales sacando el recurso en veda en el sector de Punta Teatinos.
  • Provenientes desde distintos puntos de la conurbación, los “ilegales” van a la playa a buscar el botín para luego comercializarlo.
  • Los recolectoras ilegales se han instalado en verdaderos campamentos donde pernoctan los días en que están sacando las machas.
  • En nuestro recorrido pudimos captar los automóviles en los que son trasportadas las machas que son extraídas ilegalmente para su comercialización.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Peleas que incluso han involucrado armas de fuego se están viviendo en el Área de Manejo que comprende desde la caleta hasta Punta Teatinos, en La Serena. Allí, sólo pueden extraer el molusco quienes están autorizados por Sernapesca, ya que se encuentra en veda para evitar la sobreexplotación. Desde la Armada y Carabineros aseguran que están trabajando pero la ley actual dificulta tomar medidas, ya que sólo se configura el ilícito de hurto simple. Pero desde Sernapesca aseguran que existen bandas organizadas operando y ya enviaron un proyecto al congreso para poder tipificar el delito como asociación ilícita, lo que endurecería las penas.

“En cualquier momento aquí van a matar a alguien”. Con esta frase, Liborio Rocco, “machero” de 62 años da cuenta de lo que está sucediendo en el sector costero de La Serena, desde Caleta San Pedro hasta Punta Teatinos, donde nos recibe para contarnos la dura realidad.

El dirigente de los mariscadores artesanales, cuenta que la situación no da para más y que la guerra contra los extractores ilegales está declarada. De hecho, hace un tiempo se desató una verdadera batalla campal en la playa cuando quienes forman parte del gremio sorprendieron una vez más a quienes no cuentan con permiso explotando el recurso marino. “Me acuerdo que ese día no aguantamos más y los enfrentamos nomás”, afirma, mientras avanzamos por la arena.

En esa oportunidad hubo heridos, armas cortopunzantes e incluso alguien habría sacado un arma de fuego. “¿Qué van a esperar?, ¿que muera alguien?”, cuestiona Liborio, quien clama por ayuda a las autoridades para que se cumpla la ley, ya que ellos son los más perjudicados.

14 bancos de macha quedan en el país y entre los más importantes están los que se emplazan en la Región de Coquimbo.

UN PROBLEMA DE AÑOS. El problema no es nuevo. En el 2007 y ante la sobreexplotación del recurso, el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) decidió decretar la veda de machas en dos regiones del país, Los Lagos y Coquimbo prohibiendo su extracción, procesamiento, transporte y comercialización.

Pero quedaron las denominadas Áreas de Manejo, en Tongoy, Caleta de Peñuelas y Caleta San Pedro, en las que los pescadores artesanales organizados podrían trabajar el molusco respetando determinados requerimientos y cuotas. Esto, para evitar la extracción indiscriminada.

La situación no mejoró y para el 2016 el escenario no era tan alentador como se preveía. Según estudios, en las últimas tres décadas el recurso disminuyó en un 70% y de los 48 bancos de macha que existían en el país en 1980 sólo quedaban 14.

No había otra opción, y se determinó que la veda continuara por cinco años más. Y la “mala praxis” siguió.

Durante el tiempo en que estuvo prohibido sacar machas, según cuenta don Liborio, hubo un grupo de particulares que no estuvo dispuesto a aceptar las nuevas condiciones ni organizarse, y continuaron explotando las áreas de manejo que sólo podían ser trabajadas por quienes tenían autorización. Fue así como el conflicto se mantiene, hasta hoy, sin que nadie pueda frenar a los que incumplen la normativa y ante la impotencia de los gremios. “No podemos continuar así”, insiste el “machero”.

“¿Qué van a esperar?, ¿que muera alguien? (…) No podemos seguir así”, Liborio Rocco, asociación gremial de “macheros”

PÉRDIDAS MILLONARIAS. Nibaldo Juica, es el encargado de las áreas de manejo de toda la Región. También forma parte de la Asociación Gremial de Buzos y Mariscadores de La Serena y nos acompaña en el recorrido junto a Liborio.

Explica que las pérdidas son millonarias, y que en el último tiempo “el saqueo” ha superado todos los límites. No sólo en cuanto a la violencia ya que según asegura, “cada vez que intentamos sacarlos hay problemas, nos tiran piedras y existe miedo porque hemos visto que incluso andan armados”, asegura.

De igual forma generan estragos en lo económico, ya que manifiesta, los “ilegales” merman su único sustento y nadie hace nada.

Juica precisa que antes tenían una cuota de 51 kilos por persona los cuales podía extraer diariamente cada integrante de la asociación los lunes, miércoles y viernes. Esto, para no agotar el recurso y cumplir con la normativa impuesta. Sin embargo, debido a la acción de los que operan en la clandestinidad, debieron bajar la cuota máxima a 31 kilos, y también los precios, hasta en un 60%, según el dirigente.

Seguir sacando la misma cantidad inicial resultaba inoficioso ya que no podrían venderlo todo porque los “ilegales” también se dedican a comercializar el molusco, pero a precios mucho más bajos, lo que hace que el gremio pierda compradores. “Fuimos perjudicados en todo sentido. No sólo vendemos menos, sino que más barato. No queda de otra”, asegura Nibaldo Juica.

UNA “DESVENTAJA”. “Los robos de machas son en toda el área de manejo, pero aquí es mucho mayor”, dice Liborio Rocco, quien junto a su compañero, Nibaldo, finalmente nos llevan en su camioneta hasta el lugar en donde en ese preciso momento están extrayendo el recurso marino de manera ilegal.

Pero, ¿por qué el ilícito sería más frecuente en el sector comprendido entre Caleta San Pedro y Punta Teatinos? La respuesta es simple: allí sacan el molusco vía terrestre. Es decir, no hay que internarse mar adentro para obtener el botín. “Cualquiera que sabe de este oficio viene y saca el recurso sin autorización, no necesita una embarcación”, consigna Rocco.

Y lo pudimos constatar in situ. A medida que avanzamos hacia el norte, vemos cómo se despliegan camionetas y mariscadores no autorizados explotando el área prohibida. Son alrededor de 40 personas en el agua y otras tantas afuera, esperando.

Un poco más al norte, un verdadero campamento donde estos sujetos “prácticamente residen”, según dice Juica.

De inmediato se alertan con nuestra presencia y con un par de ademanes amenazantes manifiestan su molestia. Pero la mayoría permanece indiferente ya que saben que nada podemos hacer.

En ese momento, los dos mariscadores que nos acompañan manifiestan su impotencia. “Además de estar cometiendo un delito, no hay ningún criterio, porque sacan las machas que todavía son pequeñas, y que aún deben crecer para ser comercializadas. Están depredando este recurso”, reclama Rocco, evidentemente ofuscado.

“NADIE HACE NADA”. ¿Quiénes son los que cometen este delito?, ¿por qué no se organizaron en su minuto para tener acceso a área de manejo y poder trabajar de manera legal? Según el presidente de la Asociación Gremial de Caleta San Pedro, Franklin Zepeda, estas personas provienen de sectores como Las Compañías o Tierras Blancas, y algunos se dedican a vender el moluscos ellos mismos en las ferias libres, mientras que otros lo comercializan al por mayor a terceros que luego distribuyen el recurso en restaurantes. “Optaron por esta vía porque estaban acostumbrados a sacar lo que quisieran indiscriminadamente, y no entienden que la veda es para proteger la macha”, expresa Zepeda.

No tiene reparos en acusar la existencia de verdaderas bandas organizadas que generan un comercio paralelo al de los trabajadores del mar perjudicando seriamente sus ventas ya que los ilegales, al trabajar día y noche, y a diario, sin respetar la restricción horaria a la que incluso deben circunscribirse los mariscadores autorizados, obtienen muchas más machas.

Pero nadie hace nada. Según Zepeda, desde que la situación se agravó el año pasado hicieron diversas denuncias tanto a la policía como a la autoridad marítima, sin embargo, no han tenido la respuesta deseada y el delito continúa. “Creo que las autoridades no hacen la pega, y si esto sigue así nosotros no descartamos hacer algún tipo de movilización más radical”, sostuvo el dirigente.

SERNAPESCA PIDE LEGISLAR. El director regional de Sernapesca, Cristian López Luna, está consciente de la gravedad del problema y aclara que sí han estado trabajando “codo a codo” con los gremios para detener la extracción ilegal, sobre todo en el sector de Caleta San Pedro donde al año se extraen alrededor de 3.500 toneladas de machas.

Asegura que se fiscaliza regularmente y se infracciona a quienes extraen, transportan o comercializan el producto obtenido en forma ilegal.

López también advierte que en determinados casos, se puede configurar el delito de hurto por lo que los individuos, además de multas en dinero, arriesgan ser detenidos y puestos a disposición de la fiscalía. De hecho, ya se han registrados casos en los que se ha formalizado a personas. Sin embargo, según reconoce Sernapesca las sanciones no son lo suficientemente disuasivas para desincentivar esta práctica. Por lo mismo, cree que se debe legislar al respecto para endurecer las penas ya que, tal como lo sostiene el dirigente, Franklin Zepeda, podríamos estar en presencia de asociaciones ilícitas. “Aquí hay bandas organizadas, por eso existe un proyecto que lo pretende tipificar así, porque sabemos que mucha gente financia a otros para que hagan la extracción, otros el transporte, y gente que comercializa el producto ilegal”, explica.  

VENDEDORES TAMBIÉN ESTÁN EN LA MIRA. Pero las fiscalizaciones no sólo son en el sector costero, según indican desde Sernapesca, los locales de consumo también están en la mira. Por lo mismo, los dueños de los recintos deben tener en su poder los documentos necesarios para acreditar el origen legal de las machas. De lo contrario arriesgan multas que van desde las 30 a las 300 UTM, más la clausura del local por hasta 30 días según indica Cristián López Luna.

PRIORIDAD EN OTRO LADO. Tipificar el delito como asociación ilícita para aumentar las sanciones sería una de las posibles soluciones al conflicto, pero aquello es a largo plazo. Por lo pronto, la responsabilidad recae en gran medida en lo que pueda hacer la policía marítima.

Consultado, el capitán de Puerto de Coquimbo, Edgardo Palma Castro, precisa que aumentarán los patrullajes disuasivos para evitar la extracción ilegal. De sorprender a una persona está incurriendo en el delito de hurto, podrían efectuar la detención para poner a los individuos a disposición de la justicia ya que admite que en el sector de Punta Teatinos “existen verdaderas mafias”.

Pero aclara que hay otras prioridades que dicen relación con el inicio de la temporada estival. En esa línea, Palma explica que no dejarán de lado su tarea fiscalizadora, “pero la función principal en esta época tiene que ver con salvaguardar las vidas humanas y prestar la seguridad a los turistas”, enfatizó.

LABOR PREVENTIVA. Desde Carabineros también manifiestan que intensificarán la prevención. Según indica el capitán de Carabineros de la sexta Compañía, Jaime Fernández, cuando ellos acuden debido a una denuncia, inmediatamente se contactan con Sernapesca para ver los pasos a seguir y si procede la detención. “Es un problema complejo porque no hay una tipificación clara del delito, pero nosotros vamos a estar igualmente de manera permanente durante la temporada porque se está infringiendo la ley”, sostiene Fernández.

PANORAMA DESALENTADOR. Así las cosas, los gremios de mariscadores artesanales no vislumbran un panorama positivo. Con la actual legislación, a los ilegales sólo se les puede cursar una infracción o, en el peor de los casos, tipificárseles el delito de hurto. Esto, hasta que fructifique el proyecto que endurecería las sanciones.

Lo peligroso es que el banco de macha que existe en la zona costera regional, que es uno de los más grandes de Chile, y que se encuentra bajo veda, continúa siendo sobreexplotado indiscriminadamente y los trabajadores que se rigen por la normativa, nada pueden hacer.  4601iR

SOBREXPLOTACIÓN DEL BANCO

El peor miedo de los mariscadores artesanales es que la sobreexplotación sea tan grande que finalmente el banco de machas desaparezca tal como murieron a lo largo del país. De hecho, sólo quedan 14. “Si esto sigue así vamos a colapsar”, acota Franklin Zepeda.

Desde Sernapesca, el director Cristián López ve la posibilidad más lejana y piensa que la situación podría controlarse. Sin embargo, también es enfático en señalar que “el banco podría desaparecer, porque eso es lo que ha ido sucediendo en la historia del país”, sostuvo.

LO QUE HAY QUE SABER

¿Qué sucedió?

El recurso macha escasea en el país por lo que su extracción es restringida sólo para gremios en áreas de manejo controladas.

¿Por qué sucedió?

Antes, el molusco era extraído indiscriminadamente por lo que muchos bancos de machas desaparecieron, lo que llevó a que Sernapesca tomara medidas.

¿Qué consecuencias tiene?

Grupos organizados sin autorización continúan extrayendo el recurso marino indiscriminadamente desde las áreas de maneja generando millonarias pérdidas para los autorizados y sobreexplotando las machas.

 

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