Una jornada histórica de manifestaciones resultó ser la gran marcha feminista de este domingo en La Serena. Atendiendo al llamado mundial de movilizarse por todo el territorio nacional, fueron más de 15 mil las mujeres que salieron a las calles con lienzos y pancartas para denunciar la violencia machista y reivindicar la equidad social.
En un año y un mes particularmente agitados en Chile, se proyectaba gran participación en cada región del país, pero la convocatoria de mujeres -que tiñó de verde y morado cada espacio este 8M-, finalmente superó toda expectativa y la jornada terminó con un positivo balance de parte de los organizadores y de las autoridades, pese a incidentes aislados.
Justicia para “las que no están”, aborto libre como un derecho y también condenas al “actuar represivo de Carabineros”, así como al actuar del Gobierno, fueron algunos de los mensajes de las mujeres en la antesala de lo que será la gran Huelga Nacional Feminista de este 09 de marzo, con una organización digna de destacar.
Marcha e intervención cultural
La actividad comenzó temprano en la comuna puerto. Lideradas por el “Bloque Feminista de Coquimbo”, más de un centenar de mujeres se congregaron en la Plaza Vicuña Mackenna para comenzar la primera marcha en la región, y pasadas las 13 horas el grupo fue tomando fuerza en un recorrido por el Barrio Inglés.
Mujeres con sus hijas y sus nietas se sumaron a las agrupaciones feministas para reunir un grupo cercano a las 2 mil personas, que se movilizaron por la Avenida Francisco Varela para denunciar el peor rostro del machismo en la sociedad: el femicidio.
“Queremos justicia por las que no están”, comentó una mujer en la transmisión en vivo de El Día desde el lugar, con un cartel para visibilizar “la impunidad” y el mal manejo de los agentes del Estado con el caso de la muerte de Fernanda Maciel, joven embarazada que fue asesinada y enterrada en la comuna de Conchalí.
Llegando a la intersección con calle Diego Portales, junto al Mall Vivo, el grupo se detuvo para manifestarse y antes de retomar la marcha, el Bloque Feminista leyó un manifiesto y realizó la performance de “un violador en tu camino”, del colectivo Las Tesis, quienes han alcanzado repercusiones internacionales.
Camino a la Avenida Costanera las mujeres denunciaron la represión de las fuerzas de orden y dirigieron algunos de sus cánticos contra el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera. Desde ese lugar, volvieron a la Plaza Vicuña Mackenna, donde la manifestación culminó con una olla común organizada por feministas y disidencias, quienes recibieron a las manifestantes con canciones como “Cacerolazo” de Ana Tijoux y “Plata Ta Ta” de Mon Laferte, alusivas a las protestas nacidas el 18 de octubre de 2019.
Pía Claussen Salinas, de la colectiva Lumi Videla, parte de la Coordinadora Gabriela Mistral, señaló que el primer gran motivo de seguir movilizándose son los femicidios que siguen ocurriendo y que dejan este año a seis mujeres muertas por la violencia machista en todo el país.
“Principalmente estamos pidiendo que no nos maten”, señaló, pero además, destacó la necesidad de garantizar la libre decisión a ser o no madres como una de las principales reivindicaciones. “Desde ahí, luchar por los derechos que nos faltan, y uno fundamental es el aborto libre, legal, seguro y gratuito, que esperamos, pueda estar en una nueva constitución”, agregó.
Claussen calificó la marcha como un éxito. “Estamos felices, demasiado contentas, porque es poner en valor la lucha histórica de todas las mujeres, que siempre hemos mantenido activos los movimientos sociales y que en esta nueva revuelta no va a ser la excepción”, añadió.
En medio del almuerzo comunitario parte del grupo decidió seguir manifestándose, con una marcha que recorrió calle Aldunate, ante la mirada y el apoyo de las personas que transitaban por el Barrio Inglés.
La actividad en Coquimbo incluyó una jornada artística cultural en la misma plaza Mackenna, pasadas las 15 horas.
Marcha histórica en La Serena
En la capital regional la marcha estaba programada para las 18 horas y el lugar de encuentro fue una vez más la Plaza Buenos Aires (Plaza de la Revolución, para los manifestantes).
La convocatoria fue un éxito y antes de comenzar el recorrido los asistentes ya ocupaban la totalidad de la plaza y parte del inicio de la Avenida Francisco de Aguirre (Diaguitas) por calle Cienfuegos.
Con tambores, saltando y cantando consignas que se repitieron en todo Chile, las mujeres marcharon hasta llegar a la Plaza de Armas, donde la manifestación lejos de terminar, cobró aún más fuerza.
La mayor parte de las manifestantes se ubicó frente a la Intendencia, por calle Prat. En el edificio del Gobierno Regional, Carabineros aguardaba desde las escaleras y vigilaba el desarrollo de las manifestaciones sin moverse del lugar.
Un primer incidente se vivió cuando un grupo de mujeres rompió parte del cercado de latas que cubre la Catedral de La Serena, en plena etapa de remodelación, mientras que el resto de las manifestantes, que no dejaban de llegar por calle Los Carrera, recriminaron con gritos los abusos de la Iglesia Católica.
La manifestación continuó y pasadas las 19:30 horas Carabineros utilizó el carro lanza aguas –para muchas, sin explicación- contra las mujeres que se encontraban reunidas en la Plaza de Armas.
Las manifestantes no abandonaron el lugar y permanecieron en la calle, enfrentando al vehículo policial y ubicando en calle Prat algunas bancas de la misma plaza para evitar el paso del “guanaco”, que las roció de agua para disuadirlas.
Sin que continuaran los incidentes y sin posibilidades de poder pasar nuevamente con el carro policial tras el bloqueo de las manifestantes, parte de los uniformados que resguardaban la Intendencia se retiraron al interior del mismo vehículo, recibiendo insultos y abucheos.
Desde el lugar, las mujeres presentes expresaron su descontento, argumentando algunas de ellas que no hubo algún disturbio que provocara el actuar policial y acusaron derechamente “represión”, pero el retiro de parte del contingente calmó los ánimos y no se dio paso a enfrentamientos mayores que pudieran empañar la marcha.
“Ruta 5 hay que tomar” era el grito de mujeres que decidieron continuar su recorrido tras una extensa estadía en la plaza. Avanzada la jornada se registraron barricadas y algunos enfrentamientos con las fuerzas policiales.
Dispersadas en varios frentes, las manifestantes continuaron hasta horas de la noche expresándose en las calles, uno de los grupos en Balmaceda con Aminategui, donde también encendieron barricadas.
Buen balance
En su balance de la jornada, pasando las 21 horas, la intendenta Lucía Pinto valoró el desarrollo de las manifestaciones, señalando que “es un balance positivo el que podemos entregar”, tras ver lo sucedido en La Serena.
“Tuvimos más de 15 mil personas manifestándose y marchando por las calles céntricas de la ciudad de La Serena, de manera pacífica y controlada (…) se registraron algunos incidentes aislados y focalizados, que fueron inmediatamente controlados por Carabineros, con lo que podemos finalizar y decir que tuvimos una buena jornada”.
Por su parte, el Jefe de la IV Zona de Carabineros, general Jorge Tobar, complementó con que el 98% de las manifestantes protestaron “con mucha calma, respeto y pacíficamente”.
En el marco de una nueva estrategia policial que se desarrolla desde principios de mes, el uniformado indicó que la base de los servicios es “la prevención”, pero también “el respeto por los derechos humanos de los manifestantes, que están ejerciendo un derecho universal, que es el derecho a reunión”.
De mujeres y para mujeres
Los días previos a la marcha se debatió mucho en redes sociales sobre el rol del hombre en la marcha y huelga feminista. Dentro de los distintos tipos de feminismo, algunas optaban por permitir participación de hombres, otras pedían que no tomaran protagonismo y había quienes de plano llamaban a que se quedaran en casa y no participaran.
En la marcha de Coquimbo, hubo pocos hombres participando en la marcha misma, todos acompañando a alguna mujer, pareja o hija, mientras el resto miraba y aplaudía desde un costado de la manifestación.
Pía Claussen, de la colectiva Lumi Videla reconoció que “tuvimos algunas sensaciones de algunos hombres que no podían entender que la marcha fuera separatista. Ellos históricamente nunca nos han acompañado los 8 de marzo, nunca nos han acompañado en el hogar, ni en la lucha que damos las mujeres”.
A su juicio, el entusiasmo por participar se dio por el hecho de que “estamos en una revuelta social y querían tomar protagonismo”, sostuvo, pero admite que “se les explicó y entendieron”.
En La Serena se vio mayor presencia masculina, lo que generó algunos cánticos espontáneos de mujeres que llamaban a que se retiraran, pero no generó ningún tipo de incidente.