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La Agrupación de Padres de Niños Oncológicos Vicente Aquiles de la Región de Coquimbo asegura que el vehículo no cumple con las especificaciones técnicas para transportar a los pacientes.

El Ovallino

Profunda alegría causó entre los miembros de la Agrupación de Padres de Niños Oncológicos Vicente Aquiles de la Región de Coquimbo la entrega de un bus de traslado para niños que necesitan llegar a sus terapias a lugares como Santiago. Actualmente más de 170 familias pertenecen a la organización, alrededor de un tercio, provienen de la provincia de Limarí.

Este proyecto se concretó el pasado mes de febrero e implicó que tres municipios de la región, entre ellos uno limarino, comprometieran fondos para su mantención y gastos administrativos.  Además contó con un aporte de alrededor de 140 millones de pesos del Gobierno Regional.

Sin embargo, la entrega ha causado graves críticas por parte de la agrupación, ya que aseguran que este nuevo transporte carece de la totalidad de condiciones adecuadas para el traslado de este tipo de pacientes.

Hace ya dos años que este bus se venía gestionando. “Cuando iniciamos la lucha por un centro oncológico lo hicimos pensando en que iban a pasar unos años antes que se construyera. Por eso habíamos solicitado un traslado, cómodo, digno y seguro para los niños. El municipio de La Serena (Secplan) hizo el proyecto, uno muy lindo. Por fuera el bus era hermoso, con nuestro logo imponente pero por dentro era impresentable”, indica la presidenta de la organización, Elena Bolados.

Respecto a las irregularidades que detectaron al interior del bus, detalla, “inmediatamente cuando me subí me di cuenta que los asientos no tenían algo para apoyar los pies, codos, ni piernas. Se suponía que las especificaciones técnicas tenían que ser diez asientos cama, pero venían sólo tres. Lo retapizaron y el material que usaron no está apto para nuestros niños ni para viajes de 475 kilómetros ida y vuelta (hacia el Hospital Roberto Sótero del Río en Santiago)”.

De hecho agrega que los servicios higiénicos tampoco pudieron cumplir sus expectativas, “la descarga del baño es una de casa rodante, y es con pedal. O sea, no tiene ninguna inclusión”.

Bolados recuerda que a los dos días de la entrega (25 de marzo) sostuvieron una reunión para plantear las anomalías que detectaron, y  también se dialogó en otras ocasiones, pero pese a ello, afirma, “después el bus volvió en las mismas condiciones la verdad. Lo único que hicieron fue poner los apoya piernas pero los pusieron de tal forma que los pernos y fierros quedaron a la vista. O sea, los niños tienen que saltar sobre ellos para poder ir a sentarse. Cuando uno reclina el asiento, la persona de adelante queda prácticamente montada en las piernas del que va atrás”.

“Nosotros responsabilizamos de todo esto al Departamento de Secplan de la Ilustre Municipalidad de La Serena (…) No se cumplieron con las especificaciones técnicas ni bases administrativas”, asegura.

La presidenta de la agrupación se manifiesta pesimista sobre una pronta solución, “tendrían que desarmar todo lo que hay para que realmente sea lo que necesitamos para nuestros niños”.

“Esas no son las condiciones para que viajen los niños oncológicos”, sentencia.

 

 

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