Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Ayer ya no quedaban fieles y la misa central que cada año encabeza el arzobispo se realizó a puertas cerradas, sin la presencia de peregrinos, oportunidad en que monseñor René Rebolledo hizo presente las actuales circunstancias que vive la sociedad y las lamentables consecuencias del Covid-19.

Aunque la llamada Fiesta Grande de Andacollo fue suspendida por razones sanitarias, fue un par de cientos entre peregrinos y residentes los que llegaron el día 25 de diciembre a saludar a la Virgen del Rosario o “Chinita”, en tanto que ayer monseñor René Rebolledo ofició una misa que fue transmitida por radio y plataformas digitales

Haciendo caso omiso al llamado de las autoridades sanitarias y religiosas el día 25 de diciembre decenas de personas llegaron hasta el templo religioso para rendir honor a la “Chinita”. Sin embargo, este panorama cambió radicalmente ayer sábado, cuando pocas personas pudieron observarse por las calles de la comuna, mientras monseñor René Rebolledo oficiaba una misa sin asistencia de peregrinos y era transmitida por radio.

La transmisión desde el santuario de Andacollo se denominó “Jornada de Oración del Pueblo que Vive con Esperanza”, que se efectuó a puertas cerradas, pero con la convicción en que la Chinita de la Montaña acompaña a sus hijos, sobre todo en tiempos complejos.

En su mensaje a los fieles, monseñor Rebolledo, tuvo presente las actuales circunstancias que vive la sociedad, sobre todo, por las lamentables consecuencias del Covid-19 y la relevancia que han cobrado los medios de comunicación y plataformas digitales para llegar hasta cada uno de los hogares.

“Con sentimientos encontrados estamos viviendo un día significativo del calendario anual, contemplado como subida a Andacollo o peregrinación a este santuario. Digo, con sentimientos encontrados, pues por la crisis social del 2019 no hemos vivido en plenitud los actos de la Fiesta Grande que correspondía celebrar hace justamente un año, luego tampoco los de la Fiesta Chica el primer domingo de octubre pasado, debido a las consecuencias del Covid-19.

Procurando prevenir eventuales contagios, también esta Fiesta Grande la estamos celebrando en modo diverso, no presencialmente como hubiéramos querido, sino en la modalidad de una Jornada de Oración, que se inició con la novena a Nuestra Señora del Rosario de Andacollo el día martes 15 de diciembre. No obstante, manifestamos gratitud a Dios, pues con todas las limitaciones conocidas, sin embargo, los medios de comunicación social y plataformas digitales, que se han demostrado tremendamente útiles en tiempo de pandemia, nos permiten celebrar en comunión esta festividad”, señaló.

También destacó la importante presencia de la Virgen en medio de las dificultades. “No podemos ni siquiera imaginar cuántas plegarias y súplicas se han elevado al Señor por mediación de María. Para miles de hermanos, niños y jóvenes, personas mayores, enfermos y necesitados, sufrientes corporal o espiritualmente, personas solas y abandonadas, también para todos nosotros, Ella es refugio seguro, motivo de gran consuelo, aliciente para seguir adelante y proseguir la marcha de la vida. Y, ¿por qué? La respuesta es única, porque Ella es Madre, Madre del Hijo de Dios, Madre de la Iglesia y Madre nuestra, Madre de la esperanza”.

Por su parte, Adam Bartyzol, rector del santuario, hizo una evaluación de las actividades vividas en la Novena y los actos centrales, destacando la devoción a la Chinita demostrada por los fieles que cada día siguieron  las transmisiones. “Todos los años, al finalizar la Fiesta Chica en el mes de octubre, esperamos con ansiedad la Fiesta Grande. En esta oportunidad ha sido una espera bien larga y difícil de preparar por la diversidad de visiones, opiniones y propuestas, más aún en las circunstancias que estamos. La evaluación siempre es positiva porque nos ha unido y vivimos momentos muy hermosos, como la Novena que presidió el rector del Seminario Arquidiocesano de La Serena, presbitero  Alberto Zambrana. Él nos preparó no solamente para la fiesta, sino que también para asumir esta situación tan compleja y limitada”, sostuvo.

Recordó que en cada festividad se reúnen miles de peregrinos de la Virgen provenientes de diversos lugares de la zona, el país y el extranjero, lo que ahora no fue posible.

 

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