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Gracias al apoyo de una ONG, el gremio logró que las autoridades presentaran un detallado plan de fiscalización que no solo incluye visitar las playas y zonas de manejo, sino que se extiende al comercio, restoranes y picadas para que no comercialicen el producto extraído de forma clandestina, ya que arriesgan sanciones que podrían llegar a la clausura del local de ser sorprendidos por la autoridad.

La extracción ilegal de machas es un problema que hace años acarrean los pescadores de la Bahía de Coquimbo,  quienes en reiteradas oportunidades han solicitado a la autoridad fortalecer las fiscalizaciones y encontrar estrategias eficaces que permitan poner fin al robo del molusco. 

No solo se trata de un perjuicio económico a los pescadores de las tres organizaciones autorizadas para la extracción en las zonas de manejo, sino de un daño ecológico a la sustentabilidad del recurso en el tiempo.

“Para poder sacar la macha tiene que tener seis centímetros porque los estudios establecen que a ese tamaño la macha está madura sexualmente para hacer su reproducción, eso significa que llegando a los seis centímetros se producen los desoves naturales y eso nos garantiza la sustentabilidad del recurso en el tiempo” explicó el presidente de la Asociación Gremial Caleta San Pedro, Darío Zambra.

Son tres organizaciones, Sindicato de Coquimbo, Asociación Gremial de Peñuelas y Asociación Gremial Caleta San Pedro, las autorizadas por la Armada para administrar las ocho áreas de manejo donde pueden extraer de forma legal el molusco actualmente en veda.

Acerca de quiénes cometerían la extracción ilegal, se trataría de bandas organizadas que operan desde hace años y conocen las formas de evadir las fiscalizaciones de la Autoridad Marítima y de Sernapesca, añadió el dirigente.

“Yo lo denomino mafia, porque están terriblemente organizados, cada uno tiene su rol para poder extraer y evadir la vigilancia. Para nosotros el robo nos genera diversas situaciones, primero el robo en sí, el segundo es que se llevan toda la macha bajo talla, tercero que nos hacen un daño a nosotros los pescadores porque las tres organizaciones fomentamos el uso sostenido en el tiempo del recurso, darle la sustentabilidad a los bancos”.

De acuerdo al dirigente una macha se puede reproducir en otras miles más, por lo que la extracción antes del tiempo de reproducción es un daño enorme a la sustentabilidad del recurso en el tiempo.

Quien ha estado trabajando desde hace un tiempo en la problemática de los pescadores artesanales es el equipo de la ONG Equipo Serena, su director, Juan Pablo Villar explicó que estaban trabajando con una junta de vecinos de Caleta San Pedro cuando se enteraron de la problemática del gremio.

“Mientras íbamos metiéndonos en el tema nos dimos cuenta que era mucho más profundo lo de la extracción ilegal, que llevan muchos años en eso. Lo primero que hicimos fue coordinar una mesa de trabajo con las distintas autoridades pertinentes en este asunto y esa reunión se concretó el 8 de octubre del año pasado y ahí solicitamos un plan de fiscalización, que se involucrara la Gobernación con el tema de la seguridad, PDI, la Autoridad Marítima y Sernapesca” indicó Villar.

Añadió que “la semana pasada nos entregaron un plan bien completo que tiene hartos puntos, con un hito comunicacional, tiene una reunión de concientización donde involucra a quienes comercializan las machas”.

Villar contó que junto a los pescadores debieron buscar una estrategia distinta, ya que al momento de sorprender a los pescadores ilegales extrayendo las machas,  éstos se arrancaban dejando los productos ahí, por lo mismo es que se optó por atacar la comercialización de los moluscos.

El Gobernador de Elqui Gonzalo Chacón manifestó que para llevar a cabo el plan se incorporaron ocho nuevos funcionarios en Sernapesca, además de estrategias de difusión y fiscalización de las caletas. 

Según expresó la autoridad, el objetivo es que los comerciantes no compren estas machas a vendedores no autorizados. Las fiscalizaciones  comenzaron el fin de semana pasado donde se les explicó a locatarios y posibles clientes cuáles eran las machas que debían comprar.

“Les avisamos a todos los consumidores que toda compra de macha menor a 6 centímetros es un producto ilegal. Por ende, le está haciendo un tremendo daño a la macha ya que en su proceso de crecimiento el molusco se está reproduciendo, el extraerlo antes de tiempo podría hasta extinguir el recurso”.

Agregó que al estar en veda su extracción ilegal contempla un delito con penas que van desde presidio menor en su grado mínimo a máximo. En el caso que hubiere capturas, se impondrá el grado superior de la pena, 3 años y un día a 5 años, el comiso de los equipos de buceo, de las embarcaciones y de los vehículos utilizados en la perpetración del delito. Lo anterior, sin perjuicio de las penas de multa contempladas en la ley de pesca. En cuanto, a las personas que comercializan este recurso arriesgan hasta 3 años de presidio.

La idea con esta estrategia es generar conciencia y enseñarle a la comunidad sobre cuál es el molusco que debe comercializarse para no generar un impacto negativo en el ecosistema, por lo que implementaron el sello azul.

Según señaló Villar se trataría de un sello que se colocará en restoranes, picadas y locales donde se venda este producto y lo haga de forma legal y responsable, “es un programa de consumo responsable y de pesca sustentable, la idea es hacer un llamado a la comunidad a preferir comercios con este sello azul”.

El dirigente de Caleta San Pedro entregó algunas características que debe poseer el molusco al momento de comprarlo, “la macha legal la venden en concha, la ilegal es desconchada 100% porque no da el tamaño por eso que la desconchan”.

 

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