Nuevamente los pescadores y buzos mariscadores de la comuna de Coquimbo acusan una sobrepoblación de lobos marinos que origina millonarias pérdidas al sector artesanal, debido a la destrucción de redes, averías de motores y los daños ocasionados a los navíos que son enviados a ‘pique’ por esta especie. Cuyos ejemplares hace unas semanas atacaron a un recolector de algas mientras buceaba frente a la caleta porteña.
Por esta razón, los gremios de la zona reafirman la necesidad de derogar la veda vigente y están molestos ante la problemática que queda de manifiesto en el borde costero de la ciudad puerto, donde se han conformado una serie de “loberas” que proliferan en varios sectores. Llegando esto al punto que los animales salvajes salen del mar a tierra firme y deambulan cercanos a los transeúntes que se desplazan por la Avenida Costanera, poniéndoles en manifiesto riesgo.
Pero los pescadores artesanales y buzos son quienes deben asumir cuantiosas pérdidas de recursos cuando realizan sus labores extractivas, considerando que cada motor fuera de borda dañado genera mermas por $6 millones aproximadamente. Mientras, que los paños de redes utilizadas sobrepasan el millón de pesos, agregando a ello las reparaciones de las lanchas y equipos que requieren de otra considerable inversión.
Ante esta situación, los hombres de mar lamentan que por legislación la especie Otaria (lobo marino común) se encuentre protegida hasta el año 2021 tras renovarse su veda en enero de este año por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura. Siendo esto criticado por los gremios que insisten en la existencia de una sobrepoblación de ejemplares, propiciada por el arrojo de eviscerados de pescados y mariscos al mar, cuya acción “ceba” a los lobos que dejan de cazar para buscar su comida en las inmediaciones de las caletas y terminales pesqueras.
VOZ DE ALERTA DE LOS GREMIOS
Como se indicó, hace unas semanas un buzo recolector de algas resultó con una gran herida en su cabeza y lesiones en su cuerpo producto de las mordeduras de un lobo marino mientras desarrollaba su trabajo. Hecho que logró superar con un tanto de fortuna y la ayuda de su compañero de labores, quien debió golpear al ejemplar con su lancha y maniobrar para retirar a su amigo del agua.
Este hecho acabó con la paciencia del gremio de buzos mariscadores de Coquimbo, desde donde su presidente Jaime Araya manifestó que “el caso que se denunció no es el único y hemos tenido una serie incidentes con los lobos. Existen constantes ataques de estos animales a los buzos que trabajamos en la orilla y mar adentro en el pescado, dando cuenta de una problemática mayor y que escala día a día sin solución alguna”, consignó
Pero el dirigente fue más allá y envió un mensaje a las autoridades regionales, indicando que “ellos saben del problema existente y no han dado ninguna respuesta. En estos momentos el lobo tiene más prioridad que el ser humano y es algo incomprensible. Tendrá que suceder la muerte de alguien para que se tomen acciones, ya que estas especies son intocables”, finalizó.
A sus palabras se sumó el dirigente del gremio de pescadores de la caleta de Coquimbo Elías Marambio y afirmó que “los lobos marinos atentan contra nuestras fuentes laborales y existen ataques a seres humanos. Estos animales destruyen las embarcaciones, destrozan motores y redes, originado con ello la cesantía de los pescadores que hoy se nos hace imposible luchar por la pesca contra los lobos”, aseveró.
Según Marambio en reiteradas ocasiones han solicitado acciones para enfrentar la “sobrepoblación de lobos que también existe en alta mar donde luchamos por el recuso Jibia. Los daños a los gremios son incuantificables, y solicitamos una reunión con SERNAPESCA para exponer esto e ir canalizando nuestro malestar y demandas hacia las autoridades del país; ya que el problema es nacional”.
El dirigente de los pescadores de Coquimbo también señaló que el gremio propone soluciones para enfrentar la problemática, tales como castrar a los machos alfa y erradicarlos desde la bahía, o dar un tiempo de caza para controlar la situación como se hace con otras especies. “Pero lamentablemente las autoridades no comprenden el perjuicio que causan a quienes vivimos del mar”, finalizó Elías Marambio.
SERNAPESCA
El Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura es el encargado de hacer cumplir la veda del lobo marino decretada por la Subsecretaría de Pesca, y descartan poder derogar una normativa que internacionalmente protege a estas especies.
Al respecto se refirió el director regional de SERNAPESCA Jaime Molina, quien manifestó que “los lobos marinos están protegidos por veda y no se pueden capturar ni cazar, y eso nos corresponde fiscalizar y proteger. La veda comenzó en el año 1991 y está vigente por 30 años. Mientras que todo lo que tenga relación con la administración de esta especie es potestad de la Subsecretaría de Pesca, que posee excepciones a la ley respecto al control de los lobos”, detalló.
Ejemplo de lo señalado por Molina, sucede cuando existen lobos cebados y se da la posibilidad que se autorice su caza, previa identificación del ejemplar. Otro caso se da cuando el animal ataca a una persona, pero como en el caso anterior debe ser detectado, siendo esto muy difícil de realizar.
El director regional de SERNAPESCA también se refirió al accionar humano sobre estas especies, y sostuvo que en Coquimbo se propicia un comportamiento anómalo del animal considerando que se le entrega comida con el propósito de hacer una especie de show a los turistas.
“La autoridad marítima ofició a la municipalidad para que tome resguardos respecto a los lobos marinos presentes en el borde y advirtió la peligrosidad que significan para la ciudadanía, y lo recomendable es poner una barrera en la zona sur dela caleta de Coquimbo. La idea es que también se controle el arrojo de restos de pescados y mariscos al mar”, precisó Jaime Molina.
Además anunció que SERNAPESCA dotará de señaléticas al sur de la caleta de pescadores de Coquimbo y en pleno borde costero para advertir a la comunidad respecto los riesgos de acercarse a estas especies salvajes, como lo son los lobos marinos. Por último, Molina indicó que en la zona no existen al día de hoy registros de lobos marinos muertos por la acción terceros, como se planteaba hace algunos días. 4801i