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El Día
La escopolamina (popularmente conocida como burundanga) es una droga que manipula la voluntad de las personas volviéndolas prácticamente esclavos de los delincuentes mientras dura el efecto. Pese a que no se han registrado casos en la Región de Coquimbo, sí hay delitos asociados en otros lugares de Chile y las autoridades policiales y de Gobierno advierten sobre los peligros de la sustancia que generalmente es depositada en los tragos de jóvenes cuando están desprevenidos.

Durante las últimas semanas los peores recuerdos de Andrea han aflorado. Vio cómo en todos los noticieros mostraban presuntos casos de delitos cometidos en contra de mujeres utilizando una droga para manipular su voluntad. Aparentemente se trataba de la sustancia popularmente conocida como burundanga.

Para ella -“Andrea”- no se trataba de una droga desconocida. En el año 2014 vivió un traumático episodio en la Región Metropolitana, y aunque nunca se comprobó qué el químico que utilizaron en su contra fuese el mismo, de acuerdo a los síntomas y las primeras pruebas toxicológicas, todo indicaría que sí.

UN SOLO “TRAGO”

En el último caso detectado en Santiago, se dice que drogaron a una joven a través del tacto, es decir, sólo poniendo el estupefaciente en contacto con la piel de la víctima. Sin embargo, desde el Instituto de Salud Pública (ISP) cuestionan que esto sea factible debido a que la sustancia “tiene muy poca por absorción por la piel, y no sería posible someter a una persona sólo con el hecho de tocarla”.  

Pero en otros hechos que están siendo investigados, fue mediante la ingesta de alguna bebida en la que presuntamente depositaron la burundanga o escopolamina, con la que drogaron a la víctima. De hecho, en Las Condes, un caso habría terminado en violación con este mismo modus operandi. Lo de “Andrea”, la joven serenense, no llegó tan lejos pero el accionar de los antisociales tuvo características similares.

Se encontraba en una concurrida discoteca de Providencia en Santiago, bailando junto a dos amigas más. En algún momento, sin que nadie se diera cuenta y mientras ellas fueron al baño, alguien habría puesto la sustancia en su trago, el único que se encontraba servido en la mesa, ya el pedido de las demás chicas todavía no llegaba.

Cuando volvieron a sus asientos, ya era demasiado tarde. La bebida de Andrea estaba contaminada. Bebió un trago, y no le pasó nada, pero al segundo sorbo, según relata, comenzó a sentir los síntomas de que algo andaba mal. “Las piernas y las palmas de las manos se me durmieron y comencé a sentir todo mi cuerpo inestable”, relata Andrea quien hoy vive en Villa La Florida de la capital regional.

Decidió volver al sanitario, para mojarse la cara y ver si se le quitaba el malestar, pero fue todo lo contrario, empeoró. “Tenía la respiración muy agitada, no podía enfocar la visión”, agrega. Y después de eso no recuerda nada más. Se perdió y sus amigas no pudieron encontrarla durante toda la noche.

Pero Andrea tuvo suerte. Cerca de la disco, su hermano y primo que también estaban en el recinto nocturno la vieron caminando con dos sujetos varones “como perdida”. Se acercaron para ver lo que sucedía y los dos individuos que la acompañaban se pusieron extremadamente nerviosos, tanto así, que cuando los familiares de la joven se acercaban, ellos lentamente se alejaron y en un punto comenzaron a correr. No había duda que algo raro sucedía. “No me acuerdo mucho desde el momento en que entré al baño hasta el otro día, que desperté en mi casa. Está claro que los tipos me habían drogado con esta cosa y si no es porque llega mi hermano con mi primo, no sé qué habría pasado”, relata Andrea, quien aquella vez sólo tuvo que lamentar la pérdida de su cartera, y que, luego de egresar de la carrera de educación diferencial donde estudiaba en Santiago, decidió volver a la Región de Coquimbo. “Acá es mucho menos peligroso”, sostiene.

UN PELIGRO EN MANOS EQUIVOCADAS

Y la apreciación de la joven es acertada, al menos en lo que tiene que ver con lo delitos cometidos utilizando la Burundanga. Pese a que los casos en Santiago, Viña del Mar y otras regiones del país han generado una especie de psicosis, en la  zona no existen denuncias, aunque siempre hay que estar atentos, y así lo consigna el Jefe de la Brigada Antinarcóticos de La Serena, el comisario Marcelo Chepillo, quien especifica que se están haciendo todos los trabajos para que la escopolamina no llegue a la Región de Coquimbo. “A nivel nacional se están investigando estos casos en la unidad de sustancias químicas en Santiago, y hasta ahora la burundanga no se ha instalado en la zona debido a los trabajos de inteligencia que se hacen”, sostuvo Chepillo.

A su vez, al igual que hicieron desde el ISP, descartó que la sustancia pueda hacer efecto tan sólo con tocar a una persona y aclaró que “lo más frecuente es que los sujetos le echen la burundanga en al trago a sus víctimas”.

OTRAS DROGAS QUE SE USAN PARA EL MISMO FIN

Pese a que no existan casos de acciones delictuales cometidos con burundanga en la región, Chepillo enfatizó en el cuidado que deben tener los jóvenes, ya que, existe otro tipo de drogas que podrían ser utilizadas para manipular la voluntad de las personas, no al nivel de la escopolamina, pero sí lo suficiente para cometer los delitos. “Obviamente el llamado es a estar atentos siempre. Saber de dónde viene lo que consumimos, que las jóvenes no reciban tragos de extraños cuando están en una discoteca, porque se exponen a cualquier cosa, no sólo a la burundanga”, manifestó Chepillo.

UNA SUSTANCIA POCO COMÚN.

Pero, ¿qué es la burundanga? La doctora y académica de la Facultad de Medicina de la Universidad Católica del Norte, Paola Haeger, explica que se trata de un alcaloide que se encuentra naturalmente en varias plantas del tipo solanáceas, entre ellas el floripondio.

Respecto a cómo actúa esta droga en el cerebro, Haeger enfatiza en que impide y descontrola la función normal sobre ciertos receptores, alterando acciones naturales como la función gastrointestinal y el movimiento. “Son estos mismos efectos los que hacen que la escopolamina suministrada en forma controlada y en bajas cantidades puede usarse como medicamento para el vértigo, el mal de Párkinson o en exámenes para analizar el fondo de ojo, por su acción sobre la dilatación de pupila”, indica.

El problema está, claro, cuando se usa con fines delictivos. Según detalla la experta, efectivamente la droga al ser un depresor del sistema nervioso central, impide la reacción natural del individuo, produciendo, en primera instancia, somnolencia y debilitamiento muscular. “En este sentido su uso potencia el efecto del alcohol y viceversa. Hay variada información científica en modelos animales demostrando que la escopolamina impide la formación procesos necesarios para formar una memoria duradera, como un tipo de amnesia anterógrada (olvidar todo lo que ocurre en un lapso de tiempo determinado)”, detalla Haeger, agregando, tal cual lo indicaba el comisario Chepillo de la PDI, que este mismo efecto lo podrían generan otras drogas, pero los delincuentes prefieren la escopolamina o burundanga “porque hace efecto más rápido y se elimina más fácilmente de la sangre, lo que dificulta su detección en la sangre y fluidos”, especifica Haeger.

UN PROBLEMA DE LARGA DATA.

El coronel (R) de Carabineros, Luis Carrera ha visto con preocupación lo que ocurre en otras regiones del país, pero enfatiza en que no se trata de algo nuevo. Cada cierto tiempo los casos de delitos cometidos con burundanga se inatalan en forma reiterada en un corto periodo de tiempo. El ex uniformado en su larga trayectoria indagó en este tipo de hechos y relata cómo se las arreglan los traficantes para ingresar estas drogas al país. “En el caso de la burundanga, primero se comenzó a utilizar en Europa, después en Estados Unidos, luego en México, hasta que llegó a la Latinoamérica, ingresada en cruceros u otra embarcación, generalmente vía marítima”, expresó Carrera.

No es una droga barata, por lo que las indagatorios en los diferentes casos investigados, apuntan a bandas que han obtenido grandes ganancias con la venta ilegal de otro tipo de sustancias y que adquieren la escopolamina, no para comercializarla sino que para cometer otros delitos. Pero otra línea investigativa dice relación con personas que operan solas, que tienen alto poder adquisitivo y que delinquen en los sectores más acomodados fundamentalmente para cometer abusos sexuales y violaciones. “No se trata de una sustancia de fácil acceso, ni que se venda a granel, como la pasta base o la marihuana. Es una droga más exclusiva, por lo que no se descarta que esté trabajando una banda internacional en este hecho”, puntualiza el Coronel (R) quien, eso sí, aclara que “estas organizaciones, con este poder adquisitivo no operan de manera recurrente en el país”.

COLEGIO MÉDICO EN ALERTA.

Rubén Quezada, Presidente del Colegio Médico de la Región de Coquimbo, también alerta de la situación. Claro, sabe que en cualquier momento esta droga podría ingresar a la zona, por lo mismo, entrega recomendaciones para no ser víctimas de estos actos delictuales. “Como gremio, el llamado que hacemos a toda la comunidad es a tener sumo cuidado, con todo lo que se ingiere o bebe sobre todo en contextos nocturnos”, señaló.

En relación a los riesgos que tiene la burundanga para el organismo, más allá de la pérdida de la voluntad, el profesional recalca que al ser la ingesta a través de la absorción gastrointestinal, “todo dependerá de la dosis que se haya suministrado”, pero lo más grave se produce cuando afecta el sistema nervioso central.

Respecto de la absorción a través de la piel, tal como indican desde el ISP, “los efectos que se pueden generar son mínimos, al menos en cuanto a una sumisión química, por tanto las personas deben mantener la calma y así no genera una psicosis”, aseveró Quezada.

TODAS LAS DROGAS SON UN PELIGRO

Desde Senda, Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol prefirieron no referirse específicamente al tema de la burundanga, “por políticas de la institución”, ya que, aseguran, todavía no existe la total certeza que sea esta la sustancia con la que se están cometiendo delitos manipulando la voluntad de las personas. Sin embargo, en términos generales insistieron en el llamado a prevenir, ya que, todas las drogas constituyen un peligro. En esa línea la directora regional Fernanda Alvarado admitió que “es difícil de pesquisar el mercado actual de estupefacientes ya que diariamente están apareciendo nuevas sustancias”, sostiene.

Y en relación a lo mismo, asevera, que el trabajo debe ser en conjunto, tanto desde el ámbito de la prevención, tratamiento y, como en el caso de la Burundanga, de Seguridad Pública y policías, para proteger a la población de este flagelo que puede convertirse en un arma silenciosa y mortal. 

DAÑOS IRREVERSIBLES

De acuerdo a la Doctora Paola Haeger, durante el uso corto de dosis farmacológicas de la sustancia se pueden producir efectos adversos, como cambios de ánimo o dificultad para orinar (entre otros), por lo que debe ser muy controlado por el médico tratante. Los efectos a largo plazo, después de una exposición toxica y aguda de escopolamina podría perjudicar persistentemente procesos cognitivos como la memoria. Pero al menos en animales de experimentación, estos procesos pueden ser revertidos. Dosis altas y repetidas si pueden ser severos para al funcionamiento neuronal puede llevar incluso a muerte neuronal la cual es irreversible produciendo un problema cognitivo mayor.

 

CARABINEROS Y LA PREVENCIÓN

Desde Carabineros, el prefecto de Coquimbo, Francisco Opazo, enfatizó en que la educación hacia los jóvenes por parte de sus familias y el autocuidado, son fundamentales para no ser víctimas de estos delitos. “Muchas veces quienes caen en esto son menores de edad, que van a discotecas. Y por lo mismo, los padres deben instruirlas bien para que ejerzan el autocuidado. Sean ellas las que abran su envase, y nunca distraerse en los recintos nocturnos”, insistió Opazo.

Enfatizó en que la droga todavía no se presenta en la región, pero están trabajando en planes para que esto no suceda. “Nuestra unidad especializada como lo es el OS7 está haciendo la labor respectiva y potenciando la frontera norte del país. Y además contamos con una tenencia fronteriza para fiscalizar el ingreso de cualquier droga”, indica el prefecto de Coquimbo.

 

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