Un movimiento telúrico con características de terremoto fue el que se vivió el fin de semana recién pasado al interior del Partido Socialista, luego que en la colectividad se hiciera evidente que hay una división entre sus militantes al momento de apoyar al candidato a gobernador regional, ya que mientras unos estarían por apoyar al PPD Rodrigo Bravo, otros decididamente están por Ricardo Cifuentes, de la DC.
La reunión virtual, en la que participaron dirigentes de toda la zona, se habrían dicho de todo e incluso acusaron a la mesa directiva regional de “centralismo”.
Los que estarían con Cifuentes serían una parte importante del PS en la región, pero principalmente partidarios de La Serena y Coquimbo, en tanto que los comunales estarían enfilándose tras Rodrigo Bravo. Entre ellos se contaría a la presidenta de la colectividad, Clara Olivares, y el secretario regional, aunque serían minoría.
Los escalonistas
Fuentes ligadas al PS, señalan que quienes estarían por apoyar a Cifuentes corresponden a la línea de Camilo Escalona, lo que en la práctica significa que está presente el tradicionalismo o antiguos concertacionistas del nivel central, que se enfrentan al nuevo eje de izquierda, que busca consolidarse especialmente en esta zona, donde el escalonismo fue muy fuerte en el pasado.
Al interior del PS, ningún dirigente de los que participaron en la reunión del sábado ha querido referirse al tema, pero en la militancia reconocen que hubo un acuerdo de no hablar, ni filtrar lo que ocurrió.
De hecho, militantes que no participaron en el encuentro, pero que conocen detalles de lo tratado, mencionan que la situación no solamente fue incómoda, sino que muy complicada, por eso hubo el acuerdo de no hablar o “un pacto de silencio”.
04 horas se habría prolongado la reunión del Partido Socialista el sábado recién pasado y no pudieron alcanzar un acuerdo referente a qué candidato apoyar para la elección de gobernadores. El encuentro habría sido muy duro y de confrontación por graves acusaciones.
Una muestra al paso, se puede detectar, luego de que contactada la presidenta regional del PS, Clara Olivares, para consultarle sobre la delicada situación que se les habría presentado, se limitó a decir que oficialmente no podía hablar y que la reunión se había postergado para hoy.
Larga sesión
Si el primer encuentro, ocurrido el sábado recién pasado, habría sido maratónico, ya que se habría prolongado entre las 20:00 y las 00:00 horas, se estima que el de hoy podría serlo aún más, ya que en él participaría el presidente nacional del Partido Socialista, Álvaro Elizalde y el secretario general, Andrés Santander, quienes buscarán no solo aunar criterios, sino que evitar que al interior de la colectividad se produzca un quiebre con consecuencias nacionales.
Lo anterior, debido a que el Partido Socialista tiene un acuerdo con el PPD y el radicalismo, de apoyar en esta zona a Rodrigo Bravo y, a cambio, recibirían el apoyo en Copiapó, en favor de la militante PS, Ruth Vega.
Por lo tanto, si en la región el PS se divide y existe apoyo hacia el DC Ricardo Cifuentes, corren el riesgo de perder el respaldo en Copiapó, lo que sentaría un pésimo ejemplo a nivel nacional, que podría replicarse en otras regiones. Por eso, no pueden darse el lujo de quebrar el acuerdo nacional existente.
Graves acusaciones
La sesión maratónica del sábado 31 de octubre, que se prolongó por unas cuatro horas, habría dejado al PS regional al borde de un quiebre total. Esa sería una de las razones por las cuales se acordó una sesión para hoy martes, con la participación del presidente nacional de la colectividad.
Sin embargo, durante el encuentro no solo hubo emplazamientos y acusaciones de centralismo a la mesa directiva regional, sino que algunos comunales habrían acusado abiertamente a Ricardo Cifuentes de ejercer intervencionismo con encuentros y asados, y eventualmente el aporte de recursos.
Intentamos hablar con Ricardo Cifuentes, pero se encontraba ocupado al momento de contactarlo, por lo que desde su círculo cercano se informó que devolvería el llamado, lo que no ocurrió hasta el cierre de esta edición.
En el PS, tampoco hubo pronunciamientos oficiales.