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El Día
Uno de los casos más extremos se dio con una paciente que incluso debió salir de la región debido al hostigamiento de sus propios vecinos, según detalló el seremi de Salud Alejandro García. Las situaciones se repiten y Carabineros ya cuenta con antecedentes de amenazas y otro tipo de amedrentamiento, llegando incluso al apedreo de la vivienda de un supuesto positivo por Covid-19. Expertos analizan el fenómeno psicosocial mientras la autoridad llama a la calma. Desde la ANP (Asociación Nacional de Prensa), en tanto, su presidente Juan Jaime Díaz insiste en que hay que informarse por los medios tradicionales y confiables para no caer en el pánico producto de la ola de noticias falsas que circulan en redes sociales.

Se trata de una situación sin precedentes, y por lo mismo, las reacciones están siendo inesperadas. Incertidumbre, miedo, e incluso psicosis reinan en el ambiente fundamentalmente porque nadie quiere que esta pandemia llegue a sus hogares ni tampoco afecte a algún integrante de su familia. 

Hasta el cierre de esta edición, existían 16 casos confirmados en la Región de Coquimbo, y casi 2000 en Chile, con 6 fallecidos. Y aunque se están extremando las medidas preventivas, y las autoridades llaman a ser optimistas respecto al manejo de la emergencia, la tranquilidad, al menos por ahora, parece muy lejana. 

Catarsis

El miedo ha generado acciones extremas. Aquello lo pudimos ver durante el pasado fin de semana, cuando los vecinos de los balnearios de Tongoy, Totoralillo y Guanaqueros, cerraron por su propia cuenta los accesos para evitar que los turistas ingresaran a “veranear” al lugar donde ellos viven durante todo el año, por el riesgo que alguno estuviera contagiado de Covid-19. La fuerza pública debió actuar, y las aguas se han ido calmando luego que el presidente Sebastián Piñera instruyera que los no residentes debían retornar a sus primeras viviendas, pero los vecinos siguen en alerta.

La operación retorno se hizo efectiva el martes por la noche, pero en otros sectores de la región comenzó a ocurrir lo mismo. Un ejemplo lo vivimos en Caleta San Pedro de La Serena, donde los pobladores iniciaron un estricto conteo de los residentes, luego de bloquear el acceso principal, con la intención de que ningún “afuerino” ingresara. Esto no prosperó del todo y los vecinos han tenido que ceder, pero develó el nivel de miedo que existe en la población. De hecho, lo que gatilló el actuar de estas personas fue el rumor de que había un contagiado en el pueblo, que no era del lugar sino que llegaba todos los días a trabajar al sector. Estuvimos allí y pudimos palpar el miedo latente que todavía se mantiene. 

Dura realidad

Cuando se detectó el primer caso en Salamanca (hoy ya existen dos), el alcalde Fernando Gallardo fue el primero en hablar de psicosis, ya que aseguró que, pese a que la trazabilidad de la mujer contagiada era clara y habría contraído la enfermedad durante un viaje a Europa, los rumores respecto a que antes de que llegaran los resultados positivos, estuvo circulando por la ciudad eran muy potentes, por lo que la gente estaba intranquila. “Somos una ciudad pequeña, donde las cosas se saben muy rápido y antes que lo anunciaran ya existía este rumor de la mujer contagiada. Y aquí el problema es que algunas personas vieron a la señora en la calle. Yo no puedo dar fe de eso, pero usted sabe cómo es la gente”, contó Gallardo. 

Se comentaba que la gente estaba tan molesta con la mujer que incluso la habría ido a buscar a su casa para increparla, algo que no se confirmó. Sin embargo, el hecho dejó instalado el tema sobre cómo se estaban tomando los vecinos de los enfermos, y también de los que realizaban cuarentena por ser sospechosos, el tener en su barrio a alguien con coronavirus. 

Aparentemente, la respuesta comunitaria no sería muy buena, y la solidaridad con la gente que lamentablemente se ha visto aquejada por esta pandemia sería nula. De hecho, el propio Seremi de Salud, Alejandro García, admitió que en uno de los casos de la región el acoso y el hostigamiento por parte de la comunidad había llegado a tal nivel que la persona diagnosticada, pese a estar guardando una estricta cuarentena, debió abandonar su casa e irse a la Región Metropolitana, debido a que “ya no aguantó más”. 

Llegando a los extremos

Situaciones similares se vivieron en diferentes lugares, donde la psicosis se difundió como una pandemia paralela. De hecho, existió un caso extremos el que contaremos guardando reserva del lugar y de la fuente, en que un grupo de habitantes de un sector fue derechamente a apedrear la casa de una persona enferma como una manera de intimidarla. Sin duda, una situación horrible. 

Hasta ahora, según indicó el General de Carabineros, jefe de la IV Zona policial, Jorge Tobar, no existen denuncias formales en relación a estos hechos, sin embargo, admitió que manejaban bastantes antecedentes de estos casos, en los que se presentaba un hostigamiento e incluso amenazas a los pacientes que guardaban cuarentena. “Tenemos varios antecedentes de situaciones lamentables que han estado ocurriendo producto de la psicosis que se está provocando. Estas personas han recibido ataques, lo que me parece tremendamente poco humano, porque nadie pidió tener esta enfermedad y nadie está libre de contraerla tampoco”, enfatizó. 

Al general le preocupa que esto pueda ir in crescendo. “No queremos lamentar temas de violencia extremos, menos por algo tan grave y en el contexto de emergencia que estamos enfrentando todos. Las personas con coronavirus no pueden estar siendo acosadas ni hostigadas, eso lo tenemos que frenar”, puntualizó el jefe de la IV Zona policial. 

Y en esa línea llamó a las víctimas a que hicieran las denuncias, si se sentían menoscabados, o agredidos. “No hay que dejar pasar esto, porque todo tiene una sanción. Por ejemplo, si hay amenazas estas tienen sanciones penales, si hay daños contra la propiedad, las personas pueden ser detenidas y puestas a disposición del tribunal por este tipo de hechos, e incluso, las personas víctimas pueden ir al Ministerio Público o ir hasta una Corte de Alzada, e interponer un recurso de protección”, indicó.  

Buscando explicaciones

Pero, ¿qué nos lleva a estos extremas?, ¿por qué reaccionamos de esta forma con los contagiados? La psicóloga Marisol Urrutia, explicó el fenómeno, y si bien le pareció lamentable lo que está ocurriendo manifestó que en el contexto actual era de preverse debido a la incertidumbre que impera. “Siempre hay una cuota de miedo cuando no sabemos lo que va a pasar, y más aún cuando estamos hablando de que se puede perder la vida”, indicó. 

En ese sentido, puntualizó que lo mejor era mantenerse informado, y por los medios confiables y oficiales, ya que era precisamente la falta de información la que generaba los miedos. “Si no conocemos bien el tema, si no nos interiorizamos de lo que está pasando, vamos a llenar esos vacíos con toda una mitología, con fantasías que generalmente sin divulgadas por las redes sociales y que generan ideas equivocadas. Con esas ideas equivocadas las personas van gestionando en nuestro interior un sinfín de miedo en base a hechos que en su gran mayoría no son reales, y que nos hacen movernos hacia los demás. Especialmente hacia personas que pueden ser foco de la enfermedad como las que están en cuarentena, estigmatizando a quien tenga el virus e incluso llegando a reaccionar violentamente frente a él”, expresó Urrutia. 

La profesional hizo un llamado a tener una actitud comunitaria, ya que “por más que parezca un eslogan, es cierto que el problema se soluciona entre todos”, indicó.

A su vez, precisó que el rol de las autoridades en este sentido es fundamental. “La entrega de información debe ser eficaz, rápida, no generar ansiedad en la comunidad para que ellos no vayan acumulando sensaciones negativas que los puede hacer actuar de forma extrema, atacando a otros, porque no saben gestionar sus emociones, no saben gestionar sus miedos, y terminan actuando de manera irracional, como en los casos que se describen”, precisó.

"Se sienten amenazados"

El también psicólogo Rodrigo Torres analizó la situación de la psicosis que se transforma en hechos de violencia y precisó que se trata de un caso de anomia social, y una pérdida de conciencia empática con el otro. “En un caos como el que estamos enfrentando puede llegar a producirse,  que existan grupos de personas que se sientan tan indefensas y tan agredidas, que tengan la necesidad de defenderse y lo hacen saliendo a agredir a otros”, expresó. 

Enfatizó en lo irracional de esta sensación que se produce en las personas, ya que, si bien se sienten atacadas porque la persona enferma les puede contagiar el virus a ellos, y lo quieren lejos, hacen precisamente lo contrario y van a buscar al enfermo. “Esto es sumamente paradojal, porque las recomendaciones para no contraer el Covid-19 son mantenerse en sus casas, guardar la distancia social, pero cuando se enteran de una noticia de que el virus está cerca son capaces de salir. Romper la cuarentena y de ir a agredir a otro y exponerse precisamente a lo que, en su génesis, produce el miedo”, sostuvo el profesional, agregando que “si el vecino está contagiado, y está cumpliendo la cuarentena, ahí se acabó la amenaza, por tanto la reacción violenta no tiene ningún sentido desde el ámbito lógico. De ahí que estas acciones salgan de esos parámetros”, puntualizó. 

¿Informarlo todo?

Existe un dilema. Desde el Gremio Médico y los alcaldes han enfatizado en que no se entrega toda la información y que no se transparenta con los municipios y los funcionarios de la salud respecto al número de casos sospechosos para que se active toda la red. El argumento de la autoridad sanitaria ha sido que se debe resguardar la privacidad de los pacientes, pero frente a esta indefinición, ¿sería mejor que se conociera el lugar dónde están los afectados para que no se genere psicosis en todas partes?

Para Rodrigo Torres, desde todo punto de vista la respuesta es no de manera total, pero sí todos los entes que trabajan en el sector de la salud. “Ellos debiesen tener georreferenciados a los contagiados. Lo que no tendría sentido sería que supiéramos todos y de manera pública dónde vive la persona. Eso sería innecesario, y si bien puede tranquilizar a un sector de la población, podría también generar la alarma y el consecuente accionar violento de quienes ya están actuando de esta manera”, expresó. 

Una visión sociológica

El sociólogo experto de la Universidad Central, Nicolás Pérez explicó que la deshumanización en algunas situaciones de emergencia social, es algo que puede llegar a suceder y, en el caso de una pandemia, por ejemplo, sería esperable. “Lo que se produce es un quiebre. Es decir, que los comportamientos rutinarios y las convenciones sociales previas comienzan a desfigurarse y ya no hay normas”, indicó. 

En este caso en particular, expresó que los hechos de violencia como respuesta al miedo y a la incertidumbre se debían en gran parte a la sensación de desprotección e indefensión. “Esto por parte de los organismos estatales, es decir de la autoridad central y también por una sensación de desprotección con los vínculos comunitarios. Entonces, tenemos una autoridad sanitaria que no logra brindar una asistencia eficiente y que entregue seguridad, esto no sólo en Chile, sino que a nivel global y en los países más desarrollados, y por otro lado, los lazos comunitarios son frágiles y ante esta situación prima la idea del ‘sálvese quien pueda’, no la de la solidaridad”, aseveró Pérez. 

Esta dinámica, la del debilitamiento de la solidaridad, es precisamente que veamos a gente acaparando productos en los supermercados, vendiendo mascarillas y otros implementos cuya demanda ha aumentado a un valor exagerado. “Lo que pasa es que no estamos pensando en el otro”, enfatizó el sociólogo.

El rol de los medios

Tal como lo expresó la psicóloga Marisol Urrutia, “la desinformación genera miedo, y el miedo lleva a la violencia”. En esa línea, los medios de comunicación juegan un importante rol en ser rigurosos para seguir siendo confiables y no alertar demás a la comunidad, sobre todo frente a la avalancha de noticias falsas que circulan a través de las  redes sociales. Para el presidente de la ANP (Asociación Nacional de Prensa) Juan Jaime Díaz, en estos contextos la prensa establecida se convierte en un “escudo protector” para las personas que se exponen a las fake news.

“Tenemos el deber fundamental de proteger al país de las noticias falsas y de los rumores que finalmente hacen actuar a las personas de una determinada manera, incluso contra sus semejantes. La ciudadanía necesita información veraz y oportuna, no sólo para evitar la propagación del virus, sino que también la propagación de la desinformación, y así, entre todos, poder superar esta grave emergencia sanitaria que estamos enfrentando”, expresó.

Seremi llama a la calma

El seremi de Salud de la Región de Coquimbo, Alejandro García es consiente del miedo que se está generando en la sociedad en su conjunto. Por lo mismo, hizo un llamado a la calma ya que se está trabajando intensamente para controlar esta pandemia en el país y también en la zona. “Nosotros acá, a través de los comités técnicos que tenemos a nivel de la Onemi, en conjunto con la Intendencia hemos tomado todas las medidas necesarias para poder controlar el coronavirus. Algunas bastante drásticas, como el caso de la aduana sanitaria que tenemos en Pichidangui, donde no dejamos pasar a ninguna persona que tenga alguna sintomatología asociada al Covid-19, y barreras específicas como en el aeropuerto donde las personas también son controladas desde el punto de vista epidemiológico”, enfatizó, y esto sumado al cierre del Paso de Agua Negra, y los puertos. 

Insistió en el llamado a seguir las indicaciones que se entregan a través del Gobierno y los expertos. “El llamado es a una organización de tipo familiar, tenemos el toque de queda, tenemos que cumplir con el distanciamiento social y por eso las familias deben tener calma, deben ir al supermercado en forma ordenada, lo mismo que si necesitan ir a alguna farmacia o algún recinto médico. Y ojalá que lo hagan de a uno, la idea es que todos nos mantengamos en las casas porque guardando estos cuidados habrá menos infecciones”, dijo García. 

En relación a la salud mental, el seremi entiende que es complicado manejarse, pero “es importante bajar las ansias, este tipo de psicosis  lamentablemente aparece por todas partes, por eso el llamado es a que utilicen los canales oficiales de información, porque nosotros estamos haciendo un reporte diario del número de casos y las medidas específicas. No hay que hacer casos a las noticias falsas. Nosotros estamos tomando todas las medidas necesarias y tengan por seguro que si tenemos que tomar medidas más drásticas lo vamos a hacer”, finalizó

 

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