El pulso de los apoderados ante retorno voluntario a clases

El tema que se ha tomado la agenda pública durante los últimos días, ha sido el retorno presencial a clases, que de acuerdo al calendario del Ministerio de Educación está programado para el próximo 01 de marzo.

Mientras el Colegio de Profesores, a nivel nacional y regional, se niega rotundamente a esta posibilidad, postura que comparten los alcaldes de La Serena, Coquimbo y Ovalle, desde el Gobierno insisten en que el regreso será de manera gradual, poniendo el acento en que la decisión recae 100% en los apoderados.

En este contexto, diario El Día realizó una encuesta a través de Twitter con el fin de conocer la opinión de los padres (258 votos). Hasta el cierre de esta edición, un 77% de los votantes indicó que no enviará a sus hijos a clases, versus un 22% que se inclinó por la asistencia. 

APODERADOS OPINAN

En paralelo, quisimos conocer los argumentos de algunos apoderados de La Serena y Coquimbo. Al respecto, Diego Rojas, comentó que entre los padres existen diversas posturas. Según explicó, hay quienes necesitan que los menores concurran presencialmente a clases y otros que optan por no hacerlo al menos los primeros días. 

“El colegio ha estado preparando el protocolo, cambiando infraestructura para poder adaptarse a un eventual retorno semi presencial, principalmente, donde vamos a tener una instancia de educación mixta”, detalló. 

Respecto a su decisión, comentó que en una primera instancia no enviará a su hijo de 5to básico a clases. Él se desempeña como académico universitario y cuenta que en su casa de estudios no retomarán las actividades presenciales, por lo que cree los colegios tampoco deberían hacerlo. 

Otro caso es el de Viviana Juica, quien ha vivido de cerca la pandemia por su trabajo como técnico en enfermería del hospital de La Serena. “La verdad me asusta con todo lo que veo en el hospital, los colegios no están aún preparados creo yo para el retorno a clases, muchos utilizan movilización pública, o el hecho de recibir la alimentación que otorga Junaeb, pero no hay espacio para tomar distanciamiento a la hora de almorzar o desayunar en el colegio”, estima. 

Confesó que su hijo de 14 años le pidió volver a clases presenciales, ya que el 2020 había sido complejo. El menor le comentó que se distraía fácilmente, siendo que siempre había tenido buenos resultados. Por este motivo, le hizo saber que prefería estar en el colegio porque era más fácil aprender de esa manera.

“El más pequeño de cuatro años va a pre Kinder, así que se me hace difícil también, porque no me lo imagino con esa edad poniendo atención en una clase online, pero está el temor de mandarlo a clases, cuando los he cuidado tanto para evitar que se expongan al virus”, agregó Viviana. 

Por su parte, Tiare Guajardo contó que por el momento prefiere que Benjamín, su hijo de 12 años que pasó a 6to básico, se mantenga con clases remotas y no presenciales, al menos hasta que los contagios disminuyan y una mayor cantidad de personas esté vacunada.

Misma postura comparte Lorena Cortés, madre de tres menores que pasaron a 2do, 4to y 8vo básico. “Para los más chicos yo creo que el retorno presencial es imposible, yo tengo hijos pequeños y no sé si estarían una jornada de clases con mascarilla y distanciamiento social, considerando que son chicos y han estado encerrados todo el año”, reflexionó. 

Sin embargo, señaló que en el caso de los alumnos más grandes, el retorno debería ser gradual, concurriendo al colegio algunos días y en grupos. “Ahí tiene que haber una programación de acuerdo a las instalaciones que tenga el establecimiento”, indicó. 

Una opinión diferente tiene Lorena Gálvez. Sus hijos están en 3ero medio y 6to básico, ambos tienen déficit atencional. Para ella, las clases remotas son una complicación, puesto que en el colegio los profesores cuentan con las herramientas para enseñarles sin las distracciones que tienen en el hogar. Asimismo, admite que en su caso, como muchos más, los padres no tienen con quien dejar a sus hijos cuando ellos deben de concurrir a sus trabajos.

INCERTIDUMBRE POR PROTOCOLOS

Aunque Lorena Cortés admite que los más grandes pueden combinar la forma de trabajo, hasta el momento ha optado por no enviarlo al recinto, ya que el establecimiento aún no les ha indicado cuál va a ser el protocolo, ni los procedimientos.

“Todavía no sabemos qué metodología va a aplicar o cuál va a ser el criterio. Los niños son portadores del virus, a lo mejor asintomáticos, pero pueden contagiar a otros, ese es mi temor, el riesgo que los niños sean un foco de contagio. Por mi parte voy a esperar”, aclaró la apoderada.

Valeria Rojas tiene tres hijos, dos de ellos en 6to y otro en 4to básico y también está a la espera de conocer los protocolos del establecimiento para tomar una decisión sobre la modalidad en que comenzarán las clases.

“Hasta el momento el colegio no se ha pronunciado respecto a lo que van a hacer, pero es una situación incierta, porque si bien los profesores se van a vacunar es voluntario, pero los niños no lo harán, entonces a mí nadie me asegura que los protocolos escolares se van a cumplir como para frenar la propagación”, aclaró. Reconoce que los niños tienen ganas de retornar, pero hasta no recibir una propuesta definida que la convenza, lo más probable es que mantenga la modalidad remota.