• Para el arquitecto Tomás Domínguez, el Cementerio General de La Antena es uno de los recintos más importantes en materia patrimonial de la Región de Coquimbo. En él descansan los restos del expresidente de la Republica, Gabriel González Videla.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Un reciente estudio del reconocido arquitecto Tomás Domínguez concluye que los principales camposantos de la conurbación estarían en una situación crítica de colapso. Desde ambos municipios descartaron el resultado e indicaron que están trabajando para responder las demandas de sepulturas.

El colapso en los cementerios municipales no es nuevo. Hace bastante tiempo se viene hablando sobre esta problemática social que parece ser ignorada, pero que hoy, bajo el contexto sanitario provocado por la pandemia del coronavirus recobra fuerza y se instala como tema en los papers de investigadores. 

Un reciente estudio del arquitecto Tomás Domínguez, responsable del proyecto “Ciudad de los Muertos” e impulsor del reconocimiento del Cementerio General de Santiago como Monumento Histórico, reflota el estado crítico en que se encontrarían los camposantos municipales de la Región de Coquimbo. 

Según este análisis, los resultados no son buenos. Los cementerios de La Antena y Las Compañías estarían saturados hace más de 25 años, es decir, ya cumplieron con la cantidad de sepulturas óptimas, el de Coquimbo se encontraría en las mismas condiciones, pero hace solo 13 que entró en etapa crítica. 

Nota roja

Domínguez asegura que la superficie de La Antena no tiene capacidad para ampliarse porque está inmerso en el tejido urbano de la ciudad, “sólo se podría expandir hacia el norte, quebrada abajo, lo que sería una inversión muy alta debido a la tipografía del terreno”. 

En Las Compañías, la situación dista un poco de la primera, ya que está rodeado de terrenos eriazos, los que podrían ser considerados para una futura ampliación, aunque “deberían reservarse por la rápida urbanización de la zona”. 

En ese sentido, desde la Corporación Municipal Gabriel González Videla –quien administra estos centros- reiteraron que este año, y por primera vez tras 117 años de existencia del cementerio, se realizó una importante inversión que permitirá ampliar su capacidad en un 30% extendiendo su vida útil, en al menos 30 años más. 

“La iniciativa contempla la construcción de 200 nichos, mausoleos y vencimientos que estarán disponibles a fines de octubre”, dijo Pablo Salazar, director del Departamento de Administración de la entidad. Además, contempla el emplazamiento de plazoletas y baños públicos. En esta misma línea, el cierre perimetral de las obras ya ejecutadas tienen un sello ecológico inédito en Chile porque fue construido de hormigón y plástico reciclado. 

Por último, Salazar descarta que exista colapso alguno, ya que la gestión se ha centrado en ampliar estas superficies e ir en su rescate patrimonial e histórico. 

Respecto al recinto municipal porteño, Domínguez dice que no tiene posibilidad y que la mejor opción sería pensar “ahora” en un cementerio general n°2. “No logramos obtener información concreta de la existencia de planes para un nuevo espacio”, contó. 

Quien precisó esto último fue Claudio Telias, secretario comunal de Planificación de Coquimbo, el que recordó que se ha trabajado en varias líneas de acción y que en la actualidad hay un anteproyecto en el sector rural de la comuna, en Majada Blanca. 

“En algún momento tuvimos un acercamiento con la comunidad de esa localidad, la idea era intercambiar espacios que eran de los comuneros para ejecutar un proyecto de esas características, hemos trabajado en eso, pero seguimos buscando cuál es la mejor ubicación para un cementerio o parque del recuerdo”, precisó a El Día. 

Otras opciones

Telias cuenta que el recinto de Tambillos también es de administración municipal y que en la comuna de Coquimbo hay varias opciones de servicios para quienes buscan un lugar de descanso para sus seres queridos, así, por ejemplo, menciona el Cementerio Inglés, Católico, Parque del Recuerdo en La Cantera y el Crematorio Guayacán. 

Sin embargo, es consciente que no todas las familias pueden acceder a ofertas privadas y ven en los cementerios municipales una real opción de sepultura “accesible a todos los bolsillos”. 

De manera paralela, el SECLAN cuenta que el municipio compró un terreno colindante con el cementerio municipal donde se han construido los nichos “suficientes” para responder las demandas actuales. “Se entiende que las personas prefieran estos espacios porque son más alcanzables sobre todo para quienes tienen características de vulnerabilidad”, añadió. 

“El municipio tiene una cuadrilla trabajando en la construcción de nichos, pero sabemos que el día de mañana este espacio se hará pequeño. Antes de la pandemia era prioridad y hoy es más latente esa necesidad”, expuso.

Dentro de las “opciones salvavidas” se ha hablado de dotar a los recintos colapsados de crematorios, sin embargo, el arquitecto Domínguez dice que este mecanismo no es la solución para todo, ya que las personas tienen la necesidad de proyectar sus tradiciones, religiones y visiones de mundo en los camposantos. 

Por su parte, desde la Corporación Municipal de La Serena, anuncian se está trabajando en base a espacios disponibles por vencimiento, más sepulturas en mausoleos familiares e institucionales. “Adicionalmente, y pensando a largo plazo, en el mes de septiembre el alcalde Roberto Jacob envió a las autoridades regionales un proyecto de construcción de crematorio y mejoramiento integral del cementerio general de La Antena, el cual se encuentra en revisión por parte del GORE, comentó Salazar. 

El rol histórico

Para Tomás Domínguez el eventual colapso de los cementerios es quizás el tema central de preocupación, reiterando que se necesitan políticas públicas concretas para mantenerlos, pero además sostiene que hay un rasgo histórico del que se habla muy poco. 

“Son recintos identitarios que son parte de una ciudad, el suelo cambia urbanísticamente, pero también adquiere un significado único para la población, la gente que vive en determinado lugar desea descansar en esa misma ciudad. Y ese deseo proyecta identidad propia”, detalló. 

Y lo ejemplifica con un recinto cercano, el cementerio de Cerrillos de Tamaya donde se replican iglesias en las sepulturas adquiriendo reconocimiento nacional. “Los cementerios suelen considerarse los patios traseros de los municipios, yo los veo como relicarios, museos y lugares sacros”, añadió.

“Los cementerios son lugares donde uno se reencuentra con el pasado, son verdaderos yacimientos culturales. Uno se puede encontrar con próceres de la patria, alcaldes o figuras de relevancia en nuestra historia”, reflexionó.

En este punto, el profesional recuerda que en el cementerio de La Antena descansan los restos del expresidente de la República, Gabriel González Videla, de hecho, asegura que de todos los recintos de la región, este es uno de los más “ricos culturalmente”. 

“Es el más importante de la zona a nivel patrimonial, ahí hay toda una historia local. Encontramos patrimonio arquitectónico, escultórico, urbanístico y tradiciones populares de La Serena”, dice. Y ante eso se pregunta por qué el recinto no ha sido impulsado para que sea reconocido como Monumento Nacional. 

Pablo Salazar señaló a El Día que están conscientes del valor del cementerio indicando que en el año 2019 se llevó a cabo un proyecto denominado “Puesta en valor del archivo histórico del Cementerio General de La Antena” que consiste en el rescate de los “boletos” o certificados de defunciones  recopilados entre los años 1840 y 1903. 

Visión de futuro

Desde el año 2005 en adelante son las Secretarías Regionales Ministeriales de Salud las que fiscalizan las normativas sanitarias de estos espacios. Consultada por la cantidad actual de cementerios en la zona, la institución respondió que existe un gran número y que no todos cuentan con autorización sanitaria, ya que hay algunos con más de 100 años. 

Al hablar de cifras concretas, la Seremi de Salud publicó en el 2016 un informe que daba cuenta de 101 camposantos, de los cuales sólo 8 contaban con resolución sanitaria para funcionar. “Dado que los municipios son los que administran los cementerios municipales, que actualmente no cuentan con autorización, es necesario que las futuras proyecciones a construir cumplan con todos los procesos de evaluación “, indicaron desde la institución. 

Justamente en esos “requisitos” estaría trabajando la SECPLAN de Coquimbo. “Hay una serie de exigencias sanitarias, muchas cosas que deben ser consideradas y que hacen complejo el avance de proyectos porque Coquimbo crece como una gran metrópolis”, agregó Claudio Telias. 

Por último, el arquitecto Tomás Domínguez concluyó que los nuevos proyectos deberían concretarse pronto para saldar una deuda nacional que no ha sido tratada en más de 50 años. Y que los cementerios generales y sus respectivas administraciones no deben olvidar que “todos tenemos derecho a una sepultura digna y gratuita” y que según el artículo 26 del Reglamento General de los Cementerios de Chile, se debe destinar el 20% de la superficie total a la construcción de sepulturas en tierra en patio común, “de este terreno se destinará la mitad para sepulturas gratuitas y fosa común”. 

 

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