• Bartolomé Ponce Castillo, reconocido escritor y profesor coquimbano, quien falleció repentinamente en Ecuador, sus funerales se realizarán en cuanto se repatrien sus restos.
    Bartolomé Ponce Castillo, reconocido escritor y profesor coquimbano, quien falleció repentinamente en Ecuador, sus funerales se realizarán en cuanto se repatrien sus restos.
  • Dos de las hermanas de Bartolomé Ponce: Mónica y María Ponce, quienes lo recordaron con cariño y se mostraron impacatadas por su partida.
    Dos de las hermanas de Bartolomé Ponce: Mónica y María Ponce, quienes lo recordaron con cariño y se mostraron impacatadas por su partida.
Crédito fotografía: 
El Día
Ayer los profesores que realizaron una marcha le rindieron un sentido homenaje, ya que también fue educador y dirigente del gremio.

Familiares de Bartolomé Ponce Castillo, conocido escritor y docente coquimbano que falleció repentinamente mientras se encontraba en Ecuador presentando una de sus últimas obras, señalaron que se realizan los trámites por medio del consulado para traer sus restos a Coquimbo, donde será sepultado finalmente.

Sus hermanas indicaron que el trámite para traer sus restos es algo demoroso, precisando que antes será cremado y posteriormente sus cenizas serán enviadas desde Ecuador. “El trámite es largo, porque hay que hacer todo un proceso, pero eso lo está agilizando el consulado de Chile, no hay familiares allá, la hija dio un poder para que el consulado se haga cargo”, indicaron.

Familiares lo destacan

Bartolomé Ponce falleció luego de sufrir un paro cardiaco que le provino repentinamente, provocando un shok entre sus familiares, quienes destacaron su calidad humana, al tiempo que dieron cuenta del impacto que les ha provocado su partida.

“Todavía no podemos asimilar que haya pasado esto y tan lejos de nuestro país. Él iba a presentar uno de sus libros y, además,  iba a recibir un premio para el Día Internacional del Libro; lo iban a homenajear en Manta los escritores de allá”, señala su hermana Mónica Ponce.

También lo recuerdan como un gran hermano, “mantuvo siempre una relación muy linda de mucho cariño, muy aclanados, éramos diez hermanos, ahora quedamos siete. Siempre había encuentros familiares donde compartíamos, donde cantábamos, recitábamos. Él era muy sociable, tenía mucha locuacidad y llegaba a todo el mundo. Creo que esta despedida comenzó el año pasado, por allá por noviembre, en diciembre incluso fue a pasar las navidad con nosotros a Chillán, donde vivo, compartimos mucho, era muy sociable”, insiste su hermana Mónica Ponce.

“Todavía no podemos asimilar que haya pasado esto y tan lejos de nuestro país. Él iba a presentar uno de sus libros y a recibir un premio”. Mónica Ponce, hermana del escritor Bartolomé Ponce.

Quien también lo recuerda con profundo cariño es otra de sus hermanas, María Ponce Castillo, quien recuerda que hace poco se habían reunido, el 13 de abril, en el cumpleaños de su hija Natalia, donde se veía feliz. “Nos estábamos juntando todos los meses, nos había dicho nos queda poco, estamos un poco viejos ya, tenemos que juntarnos, teníamos programada para mayo otra junta, era una gran relación”. 1601I

La vida del escritor

En el mundo de la cultura y político también causó impacto la muerte de este insigne escritor, quienes han realizado una serie de homenajes, especialmente por las redes sociales, donde dan cuenta de la vida de este poeta y narrador.

Uno de los textos que ha recorrido las redes sociales y que fue leído en el homenaje que realizó el Colegio de Profesores es el que escribió el artista y fotógrafo Mauricio Toro Goya y que a continuación les entregamos:

“El niño comunista, que descalzo le recitaba a Allende”

Pareciera un cuento de realismo mágico pero la vida de Bartolomé Ponce Castillo, es más que todo eso, vivió los tiempos en que Latinoamérica construyó su propia magia para enfrentar la miseria, años en que era mejor memorizar poesía, que tener zapatos. El compañero poeta nos dejó, partió en su segunda nación; un Coquimbo en abandono lo despide.

En Coquimbo el año 1951 nace el octavo de los diez hermanos, Bartolomé, es el primero en nacer en Coquimbo. Su familia escapa de Limarí, en el año 1949, perseguidos por el Gobierno de Gabriel González Videla, El padre de familia busca refugio en los cerros de Coquimbo, donde sus compañeros comunistas tenían una red de protección.

Desde niño el pequeño memorizaba los libros y poemas, sin ni siquiera haber aprendido a leer, disfrutaba las tardes de lectura con sus hermanas y aprendía los textos de memoria para luego jugar a que sabía leer narrando las historias a la perfección. Comenzó a recitar poesías en los actos del partido, con siete años fue parte del acto de campaña de Salvador Allende. Descalzo y como una paradoja de la poesía de Gabriela Mistral, gana el concurso de declamación organizado por Radio Riquelme para celebrar a la vate. 

Su juventud la pasó en la Escuela de Minas de La Serena donde participó como artista del elenco del Circo Minero.

Con la llegada de la Dictadura de Pinochet, debe abandonar sus estudios en la universidad y vivir en la clandestinidad. El año 1976 viaja a Ecuador donde comienza a escribir libretos para teatro en el grupo formado por Jorge Guerra “Pin Pon”. La poesía lo conecta y desde ahí siguieron un camino juntos.

“Yo escribo lo que veo y siento, soy un cronista de mi tiempo”.

En 1979 regresa en clandestinidad a Chile para ser profesor rural en Rivadavia, donde enseñaba dibujo técnico, agricultura, carpintería y otras habilidades a los niños.

Su abuela cantora de Chalinga y la abundante lectura influyen en su vida como artista. Su trabajo orientado a los estudiantes y profesores, es parte de su legado.

“El problema es la educación en un país materialista como Chile”

Sus publicaciones van desde poesía que narra historias latinoamericanas, locales, rurales y los horrores de la dictadura en “Sin olvido”.

“No puedo escribir de las musas celestiales, cuando están matando gente y otros se mueren de hambre”.

Sus últimos años seguía como profesor de la Escuela Aníbal Pinto de Coquimbo, nos conectábamos a conversar en Facebook, ahí supe que estaba nuevamente en contacto con Ecuador, su segunda nación, la que visitaba constantemente para presentar sus libros.

“Los poetas nacen poetas”.

Su tarea solitaria, su misión altruista y su sangre comunista guiaban sus convicciones, hacían de Bartolomé un pequeño gigante, que solo la tierra maltratada de Coquimbo podía parir.

“Un día escribí un poema muy triste, en el cual yo hablaba con la muerte…”

 

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