Crédito fotografía: 
Alejandro Pizarro Ubilla
El deceso del conductor de la línea 65, Miguel Araneda Pardo, junto a otras dos personas, dejó de manifiesto las difíciles condiciones que tanto choferes de microbuses y colectivos deben enfrentar, sumada a una prolongada pandemia y una crisis económica que los obliga a trabajar en una frenética carrera.

Sin lugar a dudas,  el trabajo de los conductores de la locomoción colectiva menor y mayor supone grandes riesgos y a su vez, enormes responsabilidades. Se trata de una actividad estresante y arriesgada, pues requiere de gran manejo y experiencia de parte de quienes se dedican a diario a esta actividad, con tal de llevar el sustento  a sus hogares y asimismo, satisfacer los requerimientos de sus empleadores.

Por otra parte, se junta la estresante situación derivada de la pandemia, la inquietud  de los demás conductores, la mala conducción en general y condiciones laborales que si bien están en regla, les obliga a ser competitivos en la búsqueda de pasajeros. Lo anterior, se suma al irregular funcionamiento de los servicios, incluso desde el 18 de octubre del año 2019 en adelante, donde la pandemia, toques de queda y variaciones en el plan “Paso a Paso” han puesto más brechas.

DISTINTOS FACTORES



El presidente de la Asociación de Taxis Colectivos de la Región de Coquimbo (ASOTACOL), Manuel Correa, en conversación con diario El Día, comentó que “uno sale con mucho ánimo en las mañanas y no sabe en qué momento un irresponsable le puede cobrar la vida a uno y sus pasajeros, como le pasó a nuestro colega de la línea 65 de colectivos de Sindempart”.

Al respecto, contó que“sólo contamos con un seguro obligatorio para los pasajeros, que es pequeño, que deben llevarlo obligatoriamente todos los vehículos. Pero no está previsto un seguro catastrófico o para personas que quedan con secuelas en caso de algún accidente grave. En efecto, para las compañías de seguros no somos atractivos”.

En ese contexto, Manuel Correa espera que al igual que en el agro, que también es considerada una actividad riesgosa, exista algún subsidio del Estado para que los conductores queden asegurados adecuadamente.

Correa acotó que existe una deliberada irresponsabilidad de parte de los conductores particulares, pues sostiene que no existe una cultura vial. “Es mucho el estrés que tenemos que enfrentar,  por eso nos gustaría que tuviéramos algún tipo de apoyo de parte del Ministerio de Salud, sobre todo en materia psicológica”.

En cuanto a respaldos de parte de la Seremía de Transportes, el presidente de Asotacol señaló que “lamentablemente,  en los gobiernos sucesivos, no ha habido la voluntad política para resolver en forma permanente los problemas y así solucionar los inconvenientes, sobre todo en caso de accidente o estado de catástrofe o dificultad, como ha sido la pandemia”.  

PROBLEMAS SIMILARES



Nemesio Blanco, del Sindicato de Interempresas de Coquimbo de Lisanco, Lianco y Liserco, reconoció que tienen dificultades afines. “Nos encontramos con un parque automotriz que ha crecido mucho, donde si bien se ha hecho la implementación de nuevas calzadas, calles y avenidas, aun así se hace todo muy difícil, sobre todo en verano, porque la población flotante aumenta demasiado”.

A su entender, otro gran problema es el mal uso de los pasos de cebra y los pasos peatonales. “A esto, se suma, tal como ocurrió en el accidente que tuvo lugar el lunes en el Panul, que no contaba con licencia de conducir para eso. Es más común de lo que parece”.

Blanco acotó que para poder superar esta problemática, “debiera existir un solo gran operador y así no estaríamos compitiendo entre compañeros por captar pasajeros. Eso nos eleva mucho más la condición de riesgo, porque primero hay que recaudar para el empleador, luego para recuperar la bencina y finalmente generar el ingreso para uno, lo que se hace más difícil”,concluyó. 

 

 “El respaldo ha existido, no se puede negar” 

El seremi de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Fuentes, aseguró a El Día que no sólo le han entregado un importante apoyo en materia sanitaria a los conductores tanto de la locomoción mayor como menor. A su vez, sostiene que en estos tiempos de crisis, han otorgado respaldos a los distintos conductores, aunque ellos señalen que los esfuerzos han sido insuficientes.

“Con apoyo de la Intendencia, en algún momento le entregamos cajas de alimento a los conductores de todo tipo, lo que hicimos en junio. Luego hubo una segunda partida en agosto del año pasado”, acotó.

Recordó que además le “hicimos entrega de un Bono Covid, y a los propietarios se les está entregando un préstamo en tres cuotas, y la primera será en marzo. Por tanto, el gobierno ha tenido una preocupación constante, porque ellos han seguido trabajando pese a todas las dificultades y eso lo valoramos”, subrayó.

 

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X