• Diversas donaciones han recibido los niños, niñas, adolescentes y funcionarios del Sename, una de ellas de parte de Cruz Roja que aportó con más de 1.300 insumos de protección personal para centros y residencias del Sename.
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El Día
La restricción de visitas, suspensión de actividades y de salidas a terrenos, producto de la pandemia, ha llevado a los funcionarios que trabajan con niños, niñas y adolescentes del Sename a buscar nuevas estrategias y formas para entretener, educar y contener a los más de 200 menores que están actualmente en alguna de las residencias del servicio.

Han sido tiempos complejos y de grandes cambios para parte importante de la población debido a la crisis sanitaria. La suspensión de clases presenciales, protocolos de distanciamiento social, teletrabajo y confinamiento para los grupos de riesgo han sido algunos de ellos.

Para quienes ha sido un gran desafío es para los educadores y funcionarios del Servicio Nacional de Menores, especialmente quienes trabajan directamente con los niños, niñas y adolescentes de alguno de los 10 centros residenciales de protección y 2 centros de justicia que administra el Sename en la región.

“Para nosotros ha sido bien complejo el escenario, pero se ha apostado por la prevención, se instalaron protocolos súper claros a partir del 18 de marzo cuando se inicia la situación de emergencia a nivel país, se decretó que todos los centros de Sename entraban a un aislamiento preventivo” explicó su directora regional, Verónica Zárate.

Dentro de las medidas se restringió la visita a los centros, priorizando el uso de la tecnología para la comunicación con sus familias. En el caso de los centros de Justicia Juvenil privativos de libertad, éstas se restringieron a una semanal con un referente autorizado para ingresar.

“Todas las personas que van a los centros tienen que pasar por una barrera sanitaria de toma de temperatura, lavado de manos, cambiarse la ropa del personal que trae desde la calle, una encuesta diaria para ver si hay algunos síntomas relacionados con el covid-19, de ser así tiene que devolverse al domicilio y aplicarse el PCR” precisó Zárate.

Contagios

Una estrategia donde a la más mínima sospecha se activan los protocolos, tal como les ocurrió en uno de sus centros residenciales de la comuna de Illapel, cuando una de las funcionarias tuvo un resultado positivo, por lo que entró toda la residencia en cuarentena y se les realizó test a todos, dando negativo y evitando así un brote de la enfermedad.

Aclaró que los funcionarios de los centros utilizaban todos los elementos de protección personal y las residencias se sanitizaban periódicamente, además se habilitaron espacios adicionales en las residencias en caso que niños, adolescentes o funcionarios presenten síntomas.

“Claramente estamos expuestos pero también estamos preparados para reaccionar, hay protocolos de actuación para caso sospechoso, en caso de niños o funcionarios contagiados, son distintas las medidas que se van tomando para abordar la emergencia”.

La rutina

La directora confesó que el desafío más grande que ha tenido en esta pandemia con los menores ha sido la rutina, puesto que debido a la contingencia debieron suspender las actividades y salidas a terreno que antes realizaba.

“El desafío ha sido la rutina, crear una rutina entretenida para la que los chicos no se aburran, ocupen el tiempo y también dentro de la rutina incorporar la parte educativa, así como lo están haciendo todos los niños en su casa donde tienen horarios de estudio, algunos tienen clases vía zoom, otros a través de guías que mandan los colegios”.

Explicó que en el plano escolar estaban con las clases online que facilita el Ministerio de Educación y el material enviado por los establecimientos.

Contención emocional

“Hay situaciones emocionales donde está el equipo psicosocial para apoyarlos, el psicólogo, la trabajadora social que van acompañando la situación de los niños, hay cansancio, hay agotamiento, son varios meses los que llevamos en confinamiento, entonces cada día es un desafío y cada día se requiere de la contención, del apoyo y de mucho diálogo con los niños”.

Aclaró que mantienen espacios de conversación para expresar las emociones y sentimientos y así ir abordando la situación de la pandemia y de porque los niños y niñas no se pueden reunir con sus familias directamente, porque no pueden asistir al colegio y los cambios que se están generando, viendo los casos de forma más individualizada.

“A los que más les cuesta es en realidad de los adolescentes, están en una etapa compleja entonces se necesita mucho diálogo con ellos para mantener el espacio residencial, porque las residencias son casas, el niño puede abrir la puerta y salir, por lo que hay que mantenerlos motivados y muy comprometidos con su salud y con la de los demás”.

Distanciamiento físico

En adultos se es más fácil seguir las indicaciones de distancia física, sin embargo para los niños aquello es más complejo, en especial si se trata de las personas con las que se rodean diariamente y pasan a ser referentes significativos y parte de su familia.

“El distanciamiento social con los niños lo hemos conversado con los equipos y ha sido bien difícil, es como cuando tú estás en tu casa y están todos juntos, nadie se siente a metro y medio en el comedor cuando están en familia, es bien difícil”.

Una tarea compleja que ha llevado a que desde el Sename opten por la primera de sus acciones que tiene relación con el cuidado del personal fuera de las residencias con el fin de cuidar a los niños y niñas dentro de ellas.

 

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