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Lautaro Carmona
Enseñanzas, experiencias, equipos más unidos, pero también una salud que requiere de muchos avances para entregar una mejor atención integral a los usuarios, son parte de lo que destacan de este año de pandemia dirigente del gremio.

Ha sido un año de tragos dulces y amargos para los funcionarios de la salud y el personal médico. Luego de sacrificar a sus familias, exponerse a contagios y trabajar turnos extras para reemplazar a colegas con licencia, hoy ven cómo todo peligra por el comportamiento de la ciudadanía.

El solo hecho de que las autoridades hayan previsto el peak de contagios en la región de Coquimbo para finales de enero del 2021, ha sido particularmente complejo para quienes contaban con estos meses para reponerse y recargar sus energías.

“Si se viene la fase 2 en enero para nosotros es muy complicado, porque no nos alcanzamos a recuperar”, expresó la vocera de los técnicos en enfermería, Juana Álvarez.

La segunda ola

Una situación crítica para ellos, porque los recintos hospitalarios aún están con un déficit presupuestario tras gastar todo el financiamiento que tenían en el combate a la pandemia, puesto que existía el compromiso de Hacienda de que se restituirían esos montos, afectando el stock de insumos, medicamentos y especialmente los elementos de protección personal.

“No hay proveedores que se quieran arriesgar si no están viendo plata. Difícilmente vamos a tener las medidas de seguridad para enfrentar una segunda ola” añadió Álvarez.

Esos son algunos de los temores que hoy mantienen los equipos de trabajo del área de la salud, quienes, además de luchar para salvar la vida de quienes se han contagiado de covid y otras patologías, han debido luchar por sus derechos y el justo reconocimiento al trabajo que han desempeñado.

Un trato justo

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Juana ha estado marchando y pidiendo un trato digno, lo que lamenta, puesto que siente que la ciudadanía tiene una mala imagen de ellos, de que solo buscan una retribución económica, pero asegura que no es así. “Ganamos más el año pasado que este 2020 y por el doble de trabajo” sostiene.

Han sido meses complejos y no solo por la carga laboral. Los gremios debieron paralizarse para que desde el Ministerio de Salud respetaran el compromiso de cumplimiento de metas y del pago del Tramo 1 para todo el personal, así como el reajuste en el per cápita de la atención primaria.

Hoy esperan que se concrete el ansiado Bono Covid, que asciende a $200.000, ya que otros bonos, como el de vacaciones y de término de conflicto son más bajos que en otras ocasiones, viendo nuevamente un desmedro económico.

La experiencia

Pero no todo es malo, según comentó Jorge Navea, secretario regional de la Confusam, este 2020 fue un año “con decisión para enfrentar la pandemia, con bastante expertiz por parte de los equipos, a pesar que era por primera vez nos tocaba”.

Pese a eso, admite que hay miedo e incertidumbre por la cantidad de fallecidos que ha tenido la región y el país por el virus. “En la atención primaria en Chile tuvimos más de 16 muertos compañeros de trabajo, compañeros de la salud, en la región fue un compañero fallecido en la comuna de Paihuano y eso también genera incertidumbre en los equipos”, indicó.

Para el presidente del Colegio de Psicólogos, Luis Poblete, “pese a todas las adversidades ha sido bien positivo este año, en términos de las capacidades que han tenido los distintos equipos de poder reaccionar frente a esta emergencia sanitaria. Hemos demostrado cómo trabajadores tenemos una capacidad no menor, de poder vincularnos como equipos, de poder responder a los requerimientos de la ciudadanía”.

Reconoce que tiene colegas que contrajeron el virus y que hoy viven con sus secuelas, lo que no ha sido fácil, algo que considera como una de las peores caras de esta pandemia.

Precarización de la salud

El dirigente de la atención primaria confesó que esta pandemia también ha demostrado, “la precariedad que la salud está teniendo, tanto para los equipos como para la población, hay que reconocer que hay una gran externalización de servicios, que eso ha precarizado la salud pública y es necesario fortalecerla. No es posible que imagenología, atención bucal y otras prestaciones de la salud pública estén externalizadas de forma generalizada y la población padezca aquello”.

No obstante a ello, admite que los equipos tuvieron la capacidad para atender a la población, “pudieron tener la disposición, pudieron conocer la real capacidad que tenemos instalada en la zona y gracias a esos equipos pudo funcionar adecuadamente este sistema”.

Para el psicólogo este año dejó al desnudo el eje estructural en cuanto a la ausencia de recursos para responder a este tipo de situaciones. “Sabemos que la inversión que hace el Estado por la salud pública y la salud mental es muy precaria” agregó Poblete.

Navea señaló que “viene un 2021 donde hay algunos aprendizajes, por ejemplo, la estrategia de testeo, trazabilidad y aislamiento, que ha ayudado mucho a conocer, buscar a los involucrados cuando hay un caso contagiado, como los contactos estrechos, por otro lado, involucra un desafío para la autoridad nacional y regional la habilitación de mayor tecnología para la atención de los pacientes en la región”.

 

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