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Alejandro Pizarro
Hasta el momento, los equipos médicos no se han enfrentado a la difícil decisión de priorizar a un paciente crítico por sobre otro debido a la falta de camas. Sin embargo, el aumento sostenido de casos Covid y de pacientes hospitalizados a causa de la enfermedad crece día a día, por lo que no se descarta esta posibilidad.

Chile vive sus días más críticos desde que llegó la pandemia. Con un incremento explosivo de casos y hospitalizados Covid, los equipos médicos redoblan sus esfuerzos, llegando al máximo de sus capacidades.

Y es que a más de un año del primer contagio de coronavirus en el país, la red asistencial alcanza casi el límite de su cobertura, enfrentándonos a un panorama incierto y alarmante.

A nivel nacional, quedan solo 166 camas críticas disponibles, mientras que en la Región de Coquimbo tenemos siete unidades, dos que pertenecen a la Unidad de Cuidado Intensivo (UCI) y cinco a la Unidad de Tratamiento Intermedio (UTI).

En cuanto a la ocupación, en la zona hay 210 personas internadas por Covid-19, 105 de ellas en cama UCI y otras 100 con requerimiento de ventilación mecánica.

En este punto, es importante precisar que en promedio, el 20% de los pacientes positivos necesita hospitalización y de ese porcentaje, entre un 3% a 5% se agrava requiriendo conectarse a un ventilador.

Al respecto, el director (s) del Servicio de Salud, Edgardo González, expresó su inquietud, explicando que pese a la “respuesta que mantienen nuestros equipos frente a la necesidad clínica de los pacientes en la región, que involucra tanto recurso humano como físico, estamos preocupados porque la alta incidencia de casos se mantenga, ya que es un gran demandante de camas críticas”.

De hecho, hace unos días tuvieron que implementar una nueva estrategia para descongestionar el sistema ante la saturación de los hospitales, que consiste en la ampliación de horarios de atención de SAR y SAPU para dar cobertura a las urgencias menos graves.

“Por eso, insistimos en la importancia de que la comunidad nos ayude y respete las medidas preventivas, ya que los recintos asistenciales representan el último lugar donde se da la pelea contra el virus y solo juntos podremos disminuir los contagios”, enfatizó González.

 

Colapso de la red

Ahora bien, pese a los incansables esfuerzos en materia de reconversión y capacitación de equipos médicos, no se puede negar que la probabilidad de enfrentarnos al dilema de la “última cama” es real y se debe prever cómo actuar en aquella eventualidad.

¿En qué consiste? El presidente regional del Colegio Médico, Rubén Quezada, explicó que se trata de “tomar una decisión médica en relación a dos o más pacientes con la misma necesidad de un tratamiento y la misma posibilidad de recuperación, pero teniendo la opción de ayudar solo a uno”.

En este punto, el médico aclaró que lo anterior es distinto a tener que priorizar,  ya que eso implica inclinarse por quien tiene más necesidad. “Esperamos no llegar a un momento en el que se deba cambiar la priorización en función de quién tiene más posibilidades de recuperación”, comentó.

Una situación que en las condiciones actuales es compleja admitió Quezada, puesto que según dice, las decisiones no se están tomando en un escenario ideal, sino que por el contexto.

“Si bien no hemos tenido reportes de que se haya debido elegir entre dos pacientes a quien otorgar tratamiento y a quien no, se ha visto una flexibilización o adaptación de algunas conductas a partir de la realidad que estamos viviendo”, reconoció el vocero del gremio.

Por su parte, Lorenzo Soto, director  del Hospital Provincial de Ovalle, indicó que “a pesar de tener una alta demanda de hospitalización, afortunadamente no se ha llegado a un contexto como ese, ya que trabajamos en red con otros hospitales y gracias al trabajo de reconversión de camas que se ha venido realizando, hemos podido dar cobertura a los casos que se han presentado”.

 

Los esfuerzos de la red 

Durante la primera ola de la enfermedad, la red asistencial amplió de 22 a 87 la disponibilidad de camas críticas, con el fin de responder los requerimientos de los pacientes. Actualmente, contamos con 126, la más alta dotación que ha tenido la región. 

“Es decir, en 2 meses subimos un 126% nuestra capacidad de respuesta para atender a los pacientes más graves, siendo incluso una de las regiones que más ha incrementado sus camas UCI. Pese a lo anterior, esta tendencia de crecimiento no es sostenible de continuar a largo plazo, pues las camas no son infinitas”, afirmó el director (s) del Servicio de Salud.

Adicional a la reconversión, continúan recibiendo apoyo de la Unidad de Gestión Centralizada de Camas (UGCC), la que permite la derivación de pacientes a diversos recintos de salud. Sin embargo, el colapso del sistema es a nivel nacional, por lo que se desconoce hasta cuándo será efectiva dicha estrategia.

Desde el Servicio de Salud reconocen que el panorama es crítico, sin embargo, destacan que todos los esfuerzos de la primera línea de salud han permitido que hasta la fecha no nos hayamos enfrentado al dilema de la “última cama”. “Ha sido un arduo trabajo de nuestros equipos, que con gran compromiso y entrega siguen dando todo de sí para poder dar respuesta a la demanda de nuestra comunidad”, concluyó Edgardo González.

 

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