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Lautaro Carmona
En entrevista con Abriendo El Día, el matinal de El Día TV, la primera autoridad regional analizó la situación actual que está viviendo la zona en medio de lo que parece ser el preludio de la segunda ola del Covid. Es claro al afirmar que sí o sí se volverán a tomar medidas restrictivas tanto en La Serena como en Coquimbo, pero que se intentan postergar por el bien de la reactivación económica y social, aunque si los contagios no bajan, podríamos estar nuevamente confinados de manera parcial en enero.

Son muchas las preguntas que han surgido en las últimas semanas a raíz del alza en los contagios de Covid-19 en la región. El principal miedo de la gente de La Serena y Coquimbo es tener que volver a una cuarentena total o parcial, tal como ocurrió en Ovalle que retrocedió a Fase 2. Claro, pese a que estas fechas resultan vitales para la reactivación económica, y, de hecho, los empresarios del sector turístico se estaban preparando para repuntar en la temporada estival, todo está en riesgo debido al que pareciera ser el preludio de una segunda ola inminente de la que la gente no toma conciencia, colmando las calles realizando compras de Navidad, olvidando por completo la prevención. Frente a ello, el intendente regional Pablo Herman, es categórico y afirma que el retroceso es inevitable, aunque se espera llegue a fines de febrero o marzo y no en pleno verano.

-En concreto, ¿qué tan cerca de retroceder de fase estamos en la conurbación?

“Bueno, los números no han estado de lo mejor, aunque seguimos teniendo una mayor cantidad de contagios en la Provincia de Limarí, y es por eso que se tomaron las medidas anticipadas en esa provincia, pasando a Ovalle a Fase 2 con 100 casos activos, y también reabriendo la Aduana Sanitaria de Pichidangui con ese número de activos, lo que de alguna manera nos ha permitido y nos permitió controlar un aumento importante de los casos en Ovalle. En la Provincia de Elqui se han mantenido los casos en general, salvo la semana pasada que hubo un día en que Coquimbo se disparó”.

- ¿Y qué es lo que proyectan?

“Según las proyecciones y la experiencia que tenemos respecto al coronavirus, nosotros estamos viendo que la curva es muy similar a lo que sucedió en el mes de mayo, y eso nos hace pensar que si no tomamos medidas más severas o no generamos mayores fiscalizaciones y no tenemos el acompañamiento de la ciudadanía en el cuidado de ellos mismos, existe una alta probabilidad de que tengamos que bajar a Fase 2 en la segunda semana de enero”.

-Esto echaría por la borda las proyecciones y planes que tenían los empresarios del rubro turístico…

“Sí, a ver. Llevamos tiempo trabajando con los empresarios turísticos, con el área relacionada a los hoteles los restoranes, a las agencias de viajes que en general entregan un gran número de trabajo. Mucha gente vive de estas temporadas, y es por eso que estamos bien preocupados y ocupados de este tema. Hemos hecho una labor de la mano con los empresarios y gremios del turismo, basado en los protocolos de seguridad, que nos permitan recibir de manera segura a los turistas, se han hecho esfuerzos importantes en poder bajar los aforos de los locales, muy unidos, y el trabajo se sigue realizando para que tengamos una buena temporada. Nosotros estimamos que van a llegar al menos 300 mil personas, y bueno, ya se ha visto también en las calles una gran cantidad de gente, muchos también afuerinos. Tenemos que esforzarnos más, todos, y creemos que si logramos tener una comunicación efectiva y podemos generar algunas señales importantes también a la ciudadanía quizás logremos ‘patear’ más hacia febrero el retroceso que es lo que estamos buscando”.

- ¿Se asume que la segunda ola es inevitable?

“Claro, sabemos que es inevitable, pero estamos esperando poder recibirla en marzo y de esa manera pasar un ‘veranito de San Juan’ y tener buenos números para la tranquilidad de los distintos actores en el tema turístico. Y más allá de eso, Salud también está preparado y de hecho aún el Hospital de Campaña está en la región para, el día de mañana, poder recibir y tener una infraestructura que nos permita enfrentar de mejor manera una segunda ola (…) Estamos proyectando lo que se puede venir, más con la experiencia que han tenido otros países donde hay una realidad como España y en general Europa está teniendo números importantes. Y aquí en Chile hemos visto cómo el sur del país también ha sufrido las alzas de contagios. Por eso también que estamos esperanzados en el turismo en la zona, porque estamos en condiciones mejores que otras regiones del país, pero es inevitable que bajemos de fase, hasta que llegue la vacuna que de alguna manera todavía falta para que la tengamos en la Región de Coquimbo. Tenemos que aprender a vivir y a convivir con este virus”.

-Parlamentarios oficialistas cuestionaron a los municipios de La Serena y Coquimbo, y a sus alcaldes, por su actuar durante estas semanas respecto a la pandemia, ¿comparte las críticas?

“Mire, sostuvimos una reunión para mejorar la coordinación. La molestia del Ejecutivo va por el lado de que un número de ferias navideñas se instalaron sin un acompañamiento del Ministerio de Salud. Vimos en Coquimbo como una feria interrumpía incluso los locales de Chile Atiende, un servicio del Estado que es sumamente masivo, que interrumpía filas de los bancos y generaba mucha aglomeración. Y por ende la mejor manera de salir de esto es claramente trabajando unidos y coordinados con los municipios. La crítica que hacen los parlamentarios va más que nada a que quizá los municipios descansan mucho en lo que pueda realizar el gobierno, claramente ellos también tienen ordenanzas, tienen autonomía en muchas decisiones. Se les entregó también muchos recursos respecto al coronavirus entonces yo me imagino que la queja va en esa línea, pero nosotros tuvimos la reunión con los municipios de la conurbación para poder coordinar de mejor manera y tomar medidas”.

- ¿Cuánto influye el comercio ambulante en las aglomeraciones?

“En la problemática en sí del comercio ambulante, el municipio debiese tener más facultades al respecto. Ahí hay una diferencia entre el municipio de La Serena y el de Coquimbo, porque La Serena generó una ordenanza para poder multar a quienes compran, multa que va de las 3 a las 5 UTM, entonces de alguna manera se genera un mayor castigo al comprador. Pero hay que ver de qué manera podemos trabajar en medidas concretas para evitar las aglomeraciones que se dan tanto en las ferias como en el comercio ambulante”.

- ¿Los vendedores ambulantes tienen superado al sistema?

“Yo creo que el tema de los ambulantes superó no sólo el sistema, sino que superó la paciencia de muchos habitantes que quieren ver una ciudad ordenada y una ciudad limpia. Esto también responde a ciertas problemáticas sociales, pero se le ha dado facilidades para que puedan estar en ciertos sectores regulados, pero ciertamente el negocio es estar precisamente donde la gente camina. Es por eso que como Gobierno tomamos el tema, pero claramente tiene que partir de los municipios”.

 

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