El rol clave de los trabajadores sociales clínicos en medio de la pandemia

Las características de su profesión les permite estar en diversas áreas y la salud no es la excepción, es por eso que, además de los departamentos sociales, hay trabajadores sociales presentes en los hospitales, así como en la atención primaria, y tal como el resto de los funcionarios de aquellos recintos, su labor se ha intensificado y han debido adaptar su trabajo a la contingencia.

“En el contexto sanitario actual, nuestro principal foco ha sido establecer contacto con los profesionales de los establecimientos que han derivado pacientes y desde ahí empezar a articular todo lo que tiene que ver con sus contactos familiares y entorno cercano” relató Sergio Fernández, trabajador social del Hospital San Pablo de Coquimbo.

Son los encargados de establecer el nexo entre la familia, el equipo clínico y la condición social del paciente, deben estar preparados para todos los escenarios y realidades posibles, puesto que no saben en qué condiciones o el contexto social de la persona y muchas veces deben enfrentar situaciones críticas.

“Ha habido toda una labor de logística que tiene que ver con un catastro de los distintos caminos a seguir en cada caso. Afortunadamente no hemos tenido fallecimientos por COVID en el hospital, pero si hemos tenido por otras condiciones. Ante esto, es parte de nuestra labor el poder brindar contención, orientación y apoyo al momento de comunicar malas noticias” añadió.

Contó que si bien están capacitados en temas relacionados al duelo, es la experiencia en el trabajo social clínico el que les entrega las herramientas para convertirse en un pilar de apoyo para los usuarios y así prepararlos para situaciones desfavorables.

El día a día

En el Hospital San Pablo de Coquimbo hay cinco trabajadores sociales permanentes además de un apoyo por contingencia. Abarcan todos los servicios clínicos y la demanda espontánea ambulatoria que surge de los pacientes y sus familias, así como casos sociosanitarios que requieren de apoyo social, pacientes descompensados con características de salud mental, entre otros.

Una vez que los pacientes comienzan a mostrar mejoras en su condición clínica los trabajadores sociales realizan los contactos con la familia para que logren comunicarse, siendo el nexo entre ellos, el área médica y el mismo paciente, sobre todo quienes están internados en la UCI.

“La restricción de visitas a los pacientes, producto de la contingencia, es un escenario complejo en el estado anímico durante su estada. Hay varios pacientes que son de la región o que son de la comuna y que, pese a que sus familiares están cerca, igual deben comunicarse a través de nosotros” explicó el trabajador social.

Un ejemplo de ello fue lo vivido por Edwin Quintana, paciente de 33 años quien fue trasladado de gravedad desde Santiago a Coquimbo con covid-19.

“Yo no sabía cómo llegué de mi cama en Santiago a Coquimbo. ¿Pregunté qué fecha es? Y ya habían pasado cerca de 21 días. Cuando desperté, me contaron que yo había sido tres veces intubado, una vez en Santiago y dos veces acá, porque mis pulmones ya no aguantaban. Cuando ya me tranquilicé un poco, lo que me preocupaba era dónde estaba mi familia y por qué no me venían a buscar” señaló el hombre que logró vencer el coronavirus.

Al principio pensó que su familia lo había abandonado porque no veía a nadie conocido a su alrededor, sin embargo una de las trabajadoras sociales del recinto hospitalario le comentó que su esposa estaba al tanto de su condición y que habían estado en comunicación desde que Edwin había llegado a la comuna puerto en coma inducido.

“En ese momento me contactó por video llamada y pude ver a mi esposa, mi bebé, mis padres y a toda mi familia. El vacío que sentía, en ese momento desapareció y mis emociones cambiaron y eso fue lo que a mí me ayudó y motivo a tratar de sanarme lo más rápido posible”.

Vocación reafirmada

“Nuestro trabajo es emocional y físicamente muy intenso ya que debemos atender todos los servicios clínicos y a todos quienes requieran de nuestro apoyo. Por eso tratamos con el equipo de llevarnos bien y apoyarnos. Intentamos fortalecer harto las medidas de autocuidado” concluyó Fernández.

Una labor que requiere de vocación y de un compromiso social importante el que se ha visto reflejado especialmente en esta crisis, la que además de afectar la salud de las personas ha interferido en el diario vivir y sus ingresos, requiriendo en ocasiones mayor intervención por parte de los profesionales, quienes no solo realizan este trabajo clínico en los hospitales, sino también en los centros familiares de la atención primaria de salud (APS).

“Hoy, frente al covid-19, se reafirma la profesionalización del trabajo cocial, donde uno de los principales desafíos es reforzar los procesos de intervención vinculados a la estrategia asociada a los procesos de salud- enfermedad, el cual es relevante poder intervenir en las determinantes sociales, es decir, generar prácticas que garanticen las condiciones necesarias, sean estas habitacionales, alimentarias entre otras, para que las personas tengan mejores condiciones para enfrentar la pandemia o su tránsito por la enfermedad” precisó Nicole Cadena, trabajadora social y coordinadora Depto. de Salud, Corporación Municipal Gabriel González Videla.

Agregó que el trabajo social debía asumir una perspectiva amplia, sobre todo de comunidad y comunitaria para aglutinar, bajo esta visión, sus acciones y visiones.

“El covid-19 ha desnudado la importancia de posicionar las Ciencias Sociales y, en especial, el trabajo social, el cual integra  y atraviesa todas las dinámicas de la vida y hoy en especial, la salud y lo economía” finalizó la profesional.