• El Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT), un proyecto que espera su concreción desde hace por lo menos una década, podría cubrir la demanda regional en exámenes de imagen, procedimientos diagnósticos y terapéuticos, asegura Rubén Quezada, presidente del Colegio Médico en Coquimbo.
Crédito fotografía: 
El Día
Desde el Colegio Médico regional manifiestan que situaciones de este tipo se deben al déficit de especialistas y equipamiento, pues los que están a disposición no cubren la demanda. El Servicio de Salud, por su parte destaca que desde enero de 2017 a la fecha, las listas de espera GES y no GES, incluyendo ciertos exámenes, han bajado un 80%.

La esposa de un paciente que falleció en octubre del año pasado tras ser operado de cáncer colorrectal, recibió una llamada desde el Hospital de La Serena en la que le informaron que su marido tenía un cupo para realizarle la colonoscopía que confirmaría el diagnóstico de su enfermedad.

Lo penoso es que la comunicación se produjo en abril del 2019, -seis meses después del deceso de su marido -, mientras que la prueba había sido solicitada prácticamente un año antes (en mayo del 2018) y debido a la tardanza debieron pagar el examen en una clínica privada, donde fue programado en menos de un mes. 

Así lo contó a El Día Elena Mancini, cónyuge de Juan Arancibia de 63 años, un hombre con  patologías de base crónicas como diabetes e hipertensión, que el 21 de mayo de 2018 presentó una hemorragia, y desde ese momento se tomó muy en serio el saber lo que realmente tenía.

Acudió al SAPU, pidió hora en el consultorio correspondiente, y luego de recibir una orden de carácter urgente para realizarse una colonoscopía por un prediagnóstico de cáncer de colon, escribió una carta a las autoridades con la esperanza de agilizar el proceso, ya que fue a preguntar varias veces si había vacante para el examen, pero siempre le dijeron que tenía que esperar a que lo llamaran, lo que podía tardar hasta un año. 

Y como tampoco podía entrar al Plan AUGE al no tener un diagnóstico definitivo, la pareja decidió consultar presupuestos en recintos de salud privados, algunos de ellos de hasta 1,5 millones de pesos debido a la condición de salud del hombre, y porque el procedimiento tendría que realizarse en pabellón. 

“Pasamos por montones de médicos y al final se hizo la colonoscopía en un centro clínico privado en el mes de junio, que detectó una formación cancerosa. Luego el especialista Eustaquio Peña lo atendió en julio y dijo que podía entrar al AUGE, así que de ahí para adelante todo corrió rápido, pero entre comillas, porque igual nos tocó hacer uno que otro examen de forma particular para poder ganar tiempo”, comentó.

Juan Arancibia y Elena Mancini se vieron
obligados a consultar presupuestos en
centros privados y pagar exámenes particulares
para obtener un diagnóstico definitivo más rápido.

 

Finalmente el hombre fue operado en el Hospital de Coquimbo el 9 de octubre, pero lamentablemente falleció el 22 de ese mismo mes. Luego de pasar su duelo, Elena dejó de lado todo lo vivido, hasta que en abril le avisaron vía telefónica que a su esposo le habían asignado hora para hacerle la colonoscopía en el hospital serenense. 

Aunque ella no se queja de la atención que recibió Juan en vida, reconoce que le afectó la llamada, porque le hizo recordar la impotencia que sintió en ese momento, ya que si no hubieran tenido los recursos económicos, el diagnóstico de la enfermedad habría tardado casi un año, siendo que la doctora del Centro de Salud Familiar Emilio Shauffaser resaltó que era urgente hacerle el examen.

Este caso refleja una de las mayores inquietudes para los pacientes que se atienden por el sistema público de salud: la demora en asignar horas para exámenes diagnósticos, tomando en cuenta que en la lista de espera regional hay miles de personas. 

Hasta dos años esperando

Tras publicar la noticia sobre el operativo especial de endoscopías digestivas que se realizó en La Serena del 29 de julio  al 03 de agosto, decenas de personas preguntaron por las redes sociales dónde podían obtener más información al respecto, ya que desde hace tiempo esperaban cita para realizarse este examen y no tenían más opción porque no contaban con los recursos para pagarlo de manera particular.  

Entre la cantidad de usuarios, el Día conversó con Jimena Olivares, habitante de Combarbalá, quien lleva dos años  esperando el examen.

“Yo me hice una endoscopía hace varios años y arrojó que tenía el helicobacter pylori. Después me operaron pero seguí con los síntomas y me hicieron otra colonoscopía, esta vez en un centro privado de Copiapó. Ya tengo como siete años con problemas en  el estómago y no veo mejoras”, dijo. 

Jimena reitera que es importante agilizar los tiempos, sobre todo para la gente del sector rural, “quienes vivimos apartados y también nos cuesta”. 

Por su parte Ana Pastén Moreno, visibiliza otra problemática en la atención, como es la falta de especialistas. Su hija, de cuatro años de edad, presenta desde muy pequeña distensión abdominal, lo que le produce hinchazón y molestias en el abdomen. Después de tantos estudios y no lograr un diagnóstico, la médico especialista sugirió una endoscopía y la menor entró en lista de espera en julio. 

“Su consulta es en el Hospital de Coquimbo, único centro que tiene gastroenterólogo infantil. En su corta vida, mi hija ha tenido problemas en la guatita y aún no se sabe qué tiene, me da pena como madre verla así”, explica. 

Su anhelo es obtener un diagnóstico más específico, aunque le gustaría que el trámite fuera más rápido. “Es buena la atención en el hospital, la doctora se ve súper preocupada, lo fome es el acceso a los exámenes, porque igual he quedado en listas de espera para consulta con la especialista”.

"Incertidumbre inaceptable"

Para Rubén Quezada, presidente regional del Colegio Médico, una de las razones que influye en la demora en los exámenes diagnósticos tiene que ver con la falta de especialistas que puedan realizar estas pruebas, pero también con el déficit de equipamiento en centros de salud de la zona.

“Si en el hospital hay un solo resonador o un escáner, la lista de espera crece porque si esos mismos equipos se utilizan para una atención de urgencia vital por ejemplo, se atrasa los procedimientos ya programados”, apuntó. 

En este sentido, Quezada recuerda que en la región hace falta un Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT), “que precisamente vendría a cubrir ese déficit en exámenes de imagen, procedimientos diagnósticos y terapéuticos”.

“Es un proyecto que tiene más de 12 o 13 años sin poder concretarse y precisamente pretende abordar el problema; los largos tiempos de espera de los pacientes para hacer exámenes que recién nos van a permitir tomar decisiones. O sea, la incertidumbre de los usuarios que esperan hasta dos o tres años para confirmar una sospecha diagnostica es inaceptable”, sostuvo. 

Igualmente, el vocero médico habló sobre las grandes brechas de la salud en el país, pues a su juicio en el país el sistema de salud no es mixto, sino separado entre público y privado. Entonces, quien puede pagar, “muchas veces tiene acceso a tratamientos y a resoluciones que si bien en el sistema público existen, la demanda y la cantidad genera tiempos de espera mucho mayores”.

“El sistema público tiene tan buena calidad y criterios de diagnóstico como el sistema privado, el problema está que el primero atiende al 80% de la población con menos la mitad de los recursos, mientras que el segundo atiende al 20% restante con más de la mitad de los recursos, y esto se ve reflejado en los tiempos de espera”, acotó.

Disminución de hasta 80% en listas de espera

El director del Servicio de Salud Coquimbo, Claudio Arriagada, precisó a El Día que desde enero de 2017 al 05 de agosto de 2019, hubo una baja de más del 80% de los indicadores GES y no GES, lo que involucra la realización de ciertos exámenes diagnósticos, sin especificar cuáles. 

“(…) No es posible relacionar en 100% las defunciones de las personas que estaban en lista de espera con causas que no se relacionen directamente con la patología que tenían. También es necesario considerar que la población presenta enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y obesidad entre otras, las cuales son factores de riesgo que influyen en los decesos de usuarios que estaban en las listas de exámenes”, explicó. 

 

Endoscopía y colonoscopia

Carlos Bresky, vocero de Gastronorte, filial de la Sociedad Chilena de Gastroenterología, explicó más sobre la endoscopía y la colonoscopía que tienen una gran demanda en la región. De acuerdo con cifras del Servicio de Salud Coquimbo, 4.200 personas se encuentran en lista de espera solo por el primer procedimiento. Del segundo se desconoce la cifra exacta.

“Son procedimientos diagnósticos y a veces terapéuticos a través de los cuales se introduce en el cuerpo una manguera con una cámara en la punta que permite ver cómo se encuentra internamente el tubo digestivo”, comenta el especialista. En el caso de la endoscopía, la manguera se introduce por la boca “Permite recorrer y observar la garganta, faringe, laringe, esófago, estómago completo y el inicio el intestino delgado que es el duodeno”, indicó.

En cambio, en la colonoscopía la manguera se introduce por el ano y va recorriendo desde el recto hacia la parte más alto del tubo digestivo. “Se recorre por completo el intestino grueso, el colon y los últimos centímetros del segmento final del intestino delgado, que es el íleon terminal”, detalla.

 

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