Durante años, el comercio ambulante en La Serena ha sido foco de críticas y prejuicios, a veces infundados y en otras ocasiones justificados. En calle Cordovez, se han establecido de manera regular, muchas veces con permisos establecidos y en otras, sin una situación al día.
Sin embargo, son muchos los peligros involucrados en este controvertido oficio. Trabajar sin descansos, a veces a despensa de delincuentes o enfrentarse a las inclemencias del tiempo o y a fiscalizaciones, suponen preocupaciones diarias para estas personas. Son los riesgos que deben correr.
En ese contexto, un grupo de cerca de 20 comerciantes ambulantes de la capital regional se han reunido para apuntar hacia una organización más formal, que los valide y los interprete, junto con avanzar hacia un trabajo cada vez más en regla.
Luis Rivera es profesor de Educación Física, pero por la falta de trabajo tuvo que dedicarse al comercio en las calles. Alguna vez sufrió que su mercadería fuera retenida por Carabineros, y aunque admite que es un riesgo dedicarse a estas labores, siente que sí son un “aporte” real para la ciudad y su cultura.
Actualmente, además se postula como candidato a concejal independiente por el partido político Amplitud, y siente que es un buen motivo trabajar por la organización de los ambulantes. En concreto, por la formación de un sindicato que los agrupe en la ciudad de La Serena.
“Creo que muchas de las personas que trabajan en la calle, así como me ocurrió en algún momento a mí, éramos bastante ignorantes respecto a trabajar en la calle, sobre todo en lo que rige en cuanto a la ordenanza del comercio en la ciudad y en temas administrativos. Creo que, los comerciantes ambulantes, no están cometiendo un delito pero sí están infringiendo una norma”, admite.
Su objetivo de reunirse con los vendedores ambulantes es poder generar una instancia de conversación y de organización, con el propósito de “llevar una buena marcha” respecto a un tema de necesidad en cuanto a país. “Las autoridades no se pueden mostrar indiferentes frente al tema y tienen que ser partícipes. Esperamos que haya mesas de conversación, entre representantes del comercio ambulante. Tenemos la gran necesidad de demostrarle a las personas que no somos delincuentes, que detrás de nosotros hay familias, hay discapacitados, hay inmigrantes, adultos mayores y necesitamos respeto”, recalcó Rivera.
Por otro lado, subrayó que “es necesario desmitificar la imagen que se ha creado de nosotros, porque cuando en la calle nos detienen, las mismas personas nos defienden, porque están viendo que detrás del trabajo que hay en la calle, si bien se infringe una norma, hay sacrificio”.
En vistas de poder apuntar a conformarse en un sindicato, quieren recoger las experiencias que se han vivido en otros municipios, como por ejemplo en Talca, Región del Maule, donde se creó un mall del ambulante. “La idea es poder conseguir información respecto a otros alcaldes que han implementado buenas ideas. En Arica por ejemplo, se han hecho muy buenas iniciativas. Si en Santiago existen barrios para ambulantes ¿Por qué no en La Serena?”, imagina Rivera.
Respecto a la relación existente con entidades que representan a los establecidos formalmente, como es la Cámara de Comercio, sostienen que sería importante estrecharla, ya que “ellos podrían entregarnos conocimientos e ideas y viceversa. Por qué no pensar que un comerciante que está establecido nos puede enseñar o capacitar con respecto a las ventas y porque, en vez de transformarnos en una amenaza para ellos, podemos aliarnos y combatir a los delincuentes. Nuestro gremio es muy honorable, y creemos que si nos organizamos, los carabineros podrían dedicarse realmente a combatir los robos o los lanzazos y no al ambulante”.
Matices
Paulina Hernández, presidenta de la Cámara de Comercio y Turismo de La Serena, quien representa los intereses de los comerciantes establecidos de La Serena, sostiene que si ellos “quieren formalizar su situación para postular a un terreno, estar unidos y cumplir con todo lo que un pequeño comerciante debe hacer, se ve como positivo, siempre pensando en ese sentido”.
Considera que “si el objetivo es agruparse para seguir en la calle, sin pagar todo lo que debemos cancelar los establecidos y llenar la calle de ambulantes, no me parece. Si por eso hay una ordenanza. No se puede pasar por encima de la ley. Todos somos ciudadanos y no podemos pasar sobre ellas”, sostuvo. Hernández recuerda la buena organización que se logró cuando se reunieron las ferias persas. “Creo que hay que apuntar a erradicar el comercio ambulante más que a fomentarlo. De a otra manera, no tendría sentido validarse frente a las autoridades para apoyar algo que es ilegal”.
Para empezar a conversar
El alcalde de La Serena, Roberto Jacob, reconoció a El Día que “los comerciantes ambulantes están en su derecho de organizarse, y así es mucho más fácil conversar con ellos, porque cuando conversas con una organización es mucho más fácil que hacerlo con distintos actores. Es bueno, porque así podríamos llegar a un entendimiento. En democracia, todos podemos organizarnos, aunque es difícil llegar a entendimiento cuando hablamos de una actividad ilegal. Mal puede haber un entendimiento, pero nosotros estamos dispuestos a conversar y a buscar soluciones”, subrayó el edil, quien considera que la solución no pasa por seguir en la calle, a raíz de los enfrentamientos que ha habido con los inspectores municipales y entre ellos mismos. “No pueden vivir eternamente en la calle, la idea es es que se den plazo para formalizarse y terminar con la presión de andar arrancando”.
Fomento
El seremi de Economía, Fomento y Turismo, Miguel Ángel Cuadros, desde la perspectiva que le entrega su cargo, ve con buenos ojos la idea de establecer un sindicato, reconociendo que pese a todo, son un aporte. “Todo lo que tienda a la organización de los ciudadanos, considero es muy importante. Creo que si los comerciantes ambulantes se organizan en torno a un sindicato, les puede dar la posibilidad de actuar de una forma más coordinada. De esta forma, el municipio tiene la obligación de entregarles soluciones desde el punto de vista comercial, ya que así se conoce la cantidad de gente que la integra, sus nombres, qué hacen y apuntar hacia la formalidad, mediante la iniciación de actividades, y así atenerse al ordenamiento territorial que el municipio les da para estas actividades. Es mucho más fácil hablar con una directiva que hacerlo con un grupo desorganizado", concluyó.