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Lautaro Carmona
Un drama viven los conductores que trabajan en la locomoción pública, tanto mayor como menor, ya que por la baja afluencia de público, con lo recaudado a diario, no les alcanza para cubrir las cuotas diarias y generar ganancias, por lo que han debido dejar de trabajar. Piden apoyo del Gobierno, puesto que aseguran se han visto enormemente perjudicados, primero con el estallido social y ahora con el coronavirus.

La jornada de ayer los dirigentes del transporte público manifestaron la problemática que están viviendo los conductores de microbuses en el país y también en la región.

“Con estallido social la cantidad de pasajeros había mermado considerablemente, bajando los ingresos en un 75%, y con esta pandemia aún más, nuestros empleadores no nos reconocen ni tampoco han podido respaldarnos para poder subsistir en estos momentos. Hoy está trabajado entre el 20% de los conductores y los demás estamos en las casas, inciertos de lo que puede pasar en adelante” explicó el presidente del sindicato n°2 de Lisanco, Nemesio Blanco.

El dirigente explicó que los conductores tienen un contrato por el sueldo mínimo que era usado para el pago de las leyes sociales y que su sueldo era generado por las ganancias, luego de pagar la cuota diaria al dueño del vehículo y el combustible, por lo que desde el estallido social se han visto fuertemente perjudicados económicamente.

“Hay conductores que tienen las cotizaciones impagas, a otros no les pagan el total de sus vacaciones y el trabajador debe seguir ahí todos los días. Nuestros ingresos son mínimos, además nosotros tenemos nuestros ingresos diarios, si trabajamos tenemos dinero, si no trabajamos obviamente no hay dinero” añadió.

Gabriel Casas, presidente del sindicato n°3 Lincosur indicó que “ahora se nos puso peor la cosa debido a la pandemia y con el llamado de que la gente no debe circular por las calles, o sea en este minuto del total de máquinas de Lincosur están trabajando solo 30 o 40 máquinas diarias, cerca del 10 al 15% y de los propietarios de las máquinas”.

Apoyo y reconocimiento de las autoridades

Los dirigentes piden ser considerados por las autoridades, ya que aseguran que los beneficios del Estado solo ayudan a los dueños de las máquinas, mientras que el 70% de los microbuses son conducidos por choferes profesionales externos, los que no reciben subsidio estatal y en estas circunstancias se ven perjudicados.

“Si bien la ley subsidia a los propietarios de marzo a diciembre por concepto de la TNE y otro por la extensión de la TNE en los meses de enero y febrero, de estos beneficios solo recibimos un aporte de $200 mil los que son fraccionados en dos cuotas por TNE extendida en el verano” expresó Blanco.

Casas por su lado dijo que “hago un llamado público a las autoridades, con las que hemos tenido conversaciones y reuniones, ayuda para apalear esta situación donde estamos siendo afectados económicamente y cerca de 150 conductores estamos viviendo una crisis tremenda”.

Blanco indicó que su intención era formar una mesa de diálogo y de trabajo con la autoridades, donde se le reconozca a los conductores de la locomoción colectiva el servicio que prestan a la comunidad y la actividad que realizan.

Locomoción colectiva menor

Una situación similar viven los conductores de la locomoción colectiva menor, quienes se apostaron la jornada de ayer fuera de Intendencia Regional para ser escuchados.

Según relató Marcos Ponce, presidente regional de conductores de Coquimbo, “hemos salido de una reunión con el Seremi de Transporte donde le planteamos el tema de seguridad e higiene, que necesitamos mascarillas, el tema de la vacunas que van a llegar la segunda quincena de abril y todos tendríamos que estar vacunados, una empresa agrícola ofreció la posibilidad de sanitizar los autos y lo más importante para nosotros es el bono para la gente que el Gobierno está estudiando el tema y le hemos pedido que se preocupen de los conductores”.

Agregó que pese a que los recursos de la Ley Espejo ya estaban asignados, le pedía a la autoridad reestudiar esos recursos, puesto que de parte del gremio había necesidad de conductores en la región de Coquimbo y que esperarían hasta fin de mes sobre un pronunciamiento de la autoridad.

En el caso de los taxis y colectivos, el dirigente manifestó que cerca de un 20% del gremio está trabajando y que más del 50% ha entregado los vehículos a sus dueños, ya que no les alcanza para cubrir las cuotas diarias, hojas de ruta y llevar dinero a sus hogares.

“Aquí en La Serena somos 1.700 autos, 2.200 en Coquimbo y cerca de mil autos en Ovalle y del total de autos un 70% somos conductores y el resto dueños conductores y de esos el 20% está trabajando y la mitad son dueños conductores” agregó.

 

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