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El Día
Joselyn Traipe, quien el 27 de abril del 2019 perdió a su hijo y a su esposo mientras transitaba en su automóvil por el Puente Zorrilla, en Las Compañías, y éste fue impactado por una camioneta cuyo conductor iba en estado de ebriedad, entrega un duro testimonio de lo que han sido estos meses “sin justicia” y al cuidado de su hija menor quien quedó postrada. El abogado querellante, Raúl Castillo, adelanta que exigirán el máximo rigor de la ley (20 años) mientras la defensa, encabezada por el penalista Carlo Silva, insiste en la ilegalidad de la prueba y en la supuesta falta de resguardo que tenían el interior del vehículo los afectados.

El próximo lunes 2 de marzo llegará el día que Joselyn Traipe tanto ha esperado. En el Tribunal Oral en lo Penal de La Serena se llevará a cabo la audiencia de preparación del juicio en contra del responsable del accidente de tránsito que causó la muerte de su esposo y su hijo mayor, y que además dejó su hija menor postrada con un daño cerebral irreversible. 

Madrugada fatal

Fue la madrugada del sábado 27 de abril del 2019 cuando ocurrieron los terribles acontecimientos. Eran aproximadamente las 06:00 horas y un trágico accidente provocado por un conductor ebrio, destruyó para siempre a la familia Garrido-Traipe, de Las Compañías. 

El vehículo donde iban cuatro ocupantes fue impactado de frente por la camioneta en la que se trasladaba el sujeto de 33 años en estado de intemperancia, quien además, tras lo ocurrido, se dio a la fuga sin prestar ayuda a los heridos ni dar aviso a la policía. 

Los resultados fueron fatales. El padre de familia, Miguel Garrido, chofer de la línea 39 de colectivos, murió instantáneamente, mientras que los dos menores, Mery Danae (8) y Jean Pierre (13) salieron eyectados por el parabrisas del automóvil quedando gravemente heridos. Horas más tarde, el adolescente de 13 años no resistiría, falleciendo en el hospital San Pablo de Coquimbo mientras que la pequeña Mery Danae, hasta la fecha continúa luchando por su vida con graves daños cerebrales, y postrada. 

Joselyn Traipe, fue la única que resultó con lesiones de menos importancia, milagrosamente. Pero aquello significó que tuviese que soportar toda la carga emocional de perder a su familia y, tras casi un año, ver a su hija transitar todavía entre la vida y la muerte, algo que según relata, nunca podrá  superar. 

La angustiante espera

Durante días intentamos visitar a Joselyn para conocer su estado y el de su hija Mery Danae, pero se excusó. Sin embargo, sí manifestó su intención de que la gente pudiese saber cómo se siente con miras al comienzo del procedimiento judicial del próximo dos de marzo donde espera, la defensa del individuo “no pueda confundir al tribunal con sus artilugios” y que “pague como merece por el daño que hizo”. 

Joselyn no puede creer que el imputado no dé muestras de arrepentimiento y que no admita lo que sucedió, o al menos dé a entender eso.

“La defensa pretende que no se realice el juicio y que no se condene al causante de tan grave accidente que causó la muerte de casi toda una familia, porque si no fuera por un milagro de Dios yo tampoco estaría viva, en pie, cuidando a mi hija”, manifestó.

Agregó que “están buscando cómo pasar desapercibidos, sin hacerse cargo de todo el daño que han provocado y que siguen provocando hasta el día de hoy, ya que mi hija Mery continúa sufriendo las graves secuelas y yo sigo pasando noches sin dormir por ella. Ha sido inmensamente agotador. Sólo una fuerza espiritual me ayuda a resistir al ver a mi hija tan grave, al borde de la muerte, en una agonía que nadie querría estar ahí viviendo. Pero así también, creo en una fuerza superior que hará que este personaje pague por cada lágrima que hemos derramado”. 

Un difícil peregrinar

Para Joselyn Traipe fue una alegría cuando pudo llevarse a su casa a su pequeña Mery Danae, para poder darle los cuidados  allí, sin embargo, admite que ha sido un peregrinar más complejo de lo que esperaba ya que igualmente ha tenido que estar en permanentes idas y venidas debido a la inestable salud de la menor.

“La semana pasada le fue retirada la válvula que tenía en el cerebro por tercera vez, y debido a tanto antibiótico que ha tenido que tomar, ya no tiene defensas en su cuerpo, eso ha producido que tenga que retirarse  repetitivamente este drenaje, lo que es muy peligroso, y ella no puede vivir sin válvula por la hidrocefalia que mantiene”, indica. 

Y en este punto es cuando siente más dolor ya que el sujeto pudo haber prestado socorro tras el accidente, sin embargo, prefirió huir. Según la madre, y de acuerdo a lo que le han dicho los médicos, se perdieron minutos claves que pudieron haber marcado la diferencia y que su hija pudiese haber tenido una recuperación mayor.

“Muchas cosas se produjeron por el tiempo que se dejó pasar. Pasaron minutos y segundos importantes que le costaron el estado de salud a mi pequeña. El hecho de no auxiliarla en ese tiempo cuando este hombre vio lo que había causado, no me lo puedo explicar, porque tal vez no estaría postrada, sin movilidad, sin fuerzas y quizás hasta estaría consiente”, relata Joselyn. 

Las penas máximas

La mujer enfatiza y agradece la labor realizada hasta el momento por el abogado Raúl Castillo, quien fue el que tomó el caso sin cobrarle un peso, totalmente pro bono.

“De no contar con él, yo no podría con tantos trámites, ni cabeza habría tenido. Ha hecho un muy buen trabajo”, precisa, y agrega que espera que se logren obtener las máximas penas que contempla le ley. “Aquí se exigen las mayores penas, porque lo que están haciendo ellos (la defensas) es intentar engañar a la justicia pidiendo rebajas, hay que tener claro que aquí estamos hablando de vidas, que no se compran con dinero. Son años de vivir en familia, años de sacrificio, de darlo todo para que venga un individuo y te lo arrebate todo en segundos y decir que no sabía lo que hacía”, sostuvo. 

El abogado Raúl Castillo, explicó los alcances legales y en lo que están basando su acusación para que el imputado sea condenado con el máximo rigor de la ley, lo que presentarán en la audiencia de preparación del juicio oral.

“En términos generales la pena máxima que él puede arriesgar, y que es lo que nosotros estamos solicitando es la pena sumada de 20 años. Aquí hay dos delitos de manejo en estado de ebriedad causando la muerte, otro delito de manejo en estado de ebriedad con resultado de lesiones graves y otro de manejo en estado de ebriedad con lesiones graves gravísimas. A esos se agrega un 5 delito de no prestar auxilio o socorro tras el accidente”, asevera Castillo. 

Agravantes

Además el abogado puso el acento en que el imputado tiene una agravante importante lo que debería ser tomado en cuenta por el tribunal. Se trata de la reincidencia específica, es decir, que ya tiene una condena anterior por manejo en estado de ebriedad. “Eso evidentemente que lo vamos a tener presente nosotros en nuestra acusación porque nos parece un factor muy relevante”, indicó el profesional. 

Respecto a la tesis de la defensa, la que ha sostenido que las pruebas que existen hasta ahora no serían válidas para un juicio debido a que podrían haber sido obtenidas de manera ilegal, Castillo expresó que aquello no tendría ningún asidero.

“Aquí ha sido todo legal, no han existido vulneraciones de ninguna garantía, por tanto estos argumentos son fuegos artificiales que no sirven para iluminar el caso, todo lo contrario, simplemente han servido para retardar la entrada al juicio y no aportan nada”, expresó.  Agregó que pondrán todos sus esfuerzos en este caso, ya que la libertad de esta persona, o alguna atenuante constituirían un peligro para la seguridad de la sociedad en su conjunto.

“Nuestro objetivo central es sacar a este tipo de la calle, de circulación por varios años, porque estamos hablando de una persona que fue condenada por un mismo hecho, que no se reinsertó socialmente desde el punto de vista de entender que manejar en estado de ebriedad es un delito, y que adicionalmente es un delito que causa peligro y que adicionalmente se sube a su vehículo en estado de ebriedad, conduce, sabiendo las consecuencias que no aprendió, y que no va a aprender, por tanto, la única posibilidad que tiene la sociedad hoy día es sacarlo de circulación de las calles y privarle de libertad a fin de conjugar adecuadamente los intereses de la misma sociedad, su seguridad y la falta absoluta de readaptación social y de conciencia de este sujeto”, manifestó. 

La defensa

El encargado de la defensa del imputado, el abogado Carlo Silva, asegura que insistirán en sus argumentos y que su línea de defensa corre por dos vías. Primero, está la que dice relación con la ilegalidad de las pruebas, lo que podría retrotraer el caso a foja 0.

“Nosotros vamos a pedir la absolución completa de nuestro cliente, y esto va de la mano con el argumento de la ilegalidad de la prueba, porque cuando nuestro cliente abandona el lugar de los hechos, no se sabía nada de él, pero resulta ser que la policía haciendo indagaciones traiciona el derecho de silencio de su padre y esposa y hace que ellos declaren en contra de su familiar, lo que vulnera una disposición especial, porque a ellos se les debió advertir de esta posibilidad de no hablar”, precisó.  

Y el segundo argumento, dice Silva, es el de las atenuantes, de no perseverar esta solicitud de absolución. “Aquí apuntamos a que pese a que nuestro cliente iba con alcohol en la sangre, no pueden atribuirle a él todo el resultado de lo que ocurrió, porque dentro del vehículo no se siguieron las condiciones de seguridad mínimas. Por eso llevamos un peritaje privado con un ingeniero en prevención de riesgos, de cómo se podría haber evitado el resultado de muerte si en el vehículo se hubiesen seguido las medidas de seguridad de las sillas de niños y de los cinturones de seguridad de los adultos”, expresó Carlo Silva. 

 

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