Crédito fotografía: 
Juan Carlos Pizarro
El despertar luego del siniestro que afectó al Juzgado de Letras y del Trabajo de La Serena, fue agitado. En el lugar, los locatarios relatan cómo vivieron los momentos en que pensaron que también serían víctimas del fuego.

Un día después todo era cenizas. En el edificio del Juzgado de Letras del Trabajo de La Serena, personal de bomberos todavía trabajaba en la remoción de escombros que quedaron al interior, luego del voraz incendio que afectó las dependencias el jueves por la tarde y que movilizó a 7 compañías de bomberos.

 Pese a que se informó a los trabajadores y la comunidad en general que no estarían operativos, igualmente hubo funcionarios que llegaron al recinto en calle Balmaceda para ver in situ la situación, ante la incertidumbre de no saber cómo iban a continuar sus labores. “Estamos igual que ustedes, no tenemos información”, comentó una trabajadora del Poder Judicial, durante la mañana, ante nuestra consulta. 

Segundo piso destruido

Según confirmaron desde Bomberos, el fuego se produjo luego que fallara un soplete que era utilizado en trabajos que se realizaban en el edificio. Las llamas comenzaron lentamente, pero al alcanzar material combustible, se propagaron por todo el segundo piso destruyéndolo completamente, y dejando inutilizable el edificio en su totalidad. 

Fue sólo el rápido accionar de Bomberos el que evitó que el siniestro se propagara a los demás locales, sin embargo, hubo miedo. Así lo manifestó Eduardo Paz, del restaurante ubicado al lado del recinto de justicia.

“Estábamos con el local lleno cuando vimos que la gente de afuera se estaba parando a mirar. Salimos a ver  y al principio sólo salía humo, pero abruptamente se encendió una llama gigante. Ahí entramos en pánico, cerramos e intentamos hacer algo con los extintores, pero llegó Bomberos y nos sacó. Fue una hora de angustia total, porque en todo momento pensamos que el fuego se iba a pasar a nuestro local”, relató el ciudadano venezolano. 

David Rodríguez, del local de carteras aledaño, expresó que tuvieron que sacar todo a la calle, porque en su momento pensaron que el recinto en el que trabajan hace más de 20 años no se libraría del fuego.

“Estábamos con mi hermano, cuando sentimos gritos de una señora que pasó diciendo ‘¡salgan de los locales, salgan! Ahí salimos a ver qué ocurría y nos dimos cuenta del incendio. Vimos que era muy grande así que tomamos  la decisión de retirar todo, pero afortunadamente no se propagó”, cuenta el trabajador del centro. 

Edificio quedará en desuso

Quien también estaba en el lugar un día después del incendio, era el presidente del Juzgado del Trabajo, Rodrigo Díaz, quien precisó que en ese momento se reuniría con otros integrantes del Poder Judicial para evaluar la situación y ver cómo iban a seguir operando. Horas más tarde, en un punto de prensa realizado en las dependencias de la Corte de Apelaciones de La Serena, fue categórico. 

“El edificio queda inutilizado”, dijo, agregando que ahora, en el plazo de una semana, buscarán otras dependencias donde funcionar. “Ya no vamos a poder disponer de las instalaciones del tribunal y estamos viendo cuáles son las alternativas para funcionar. Lo que hemos establecido en principio sería trabajar en Coquimbo, estamos viendo unas instalaciones y creo que de aquí a una semana vamos a tener más claridad”, enfatizó el juez. 

Respecto al retraso de las causas que se estaban tramitando y la supuesta información perdida, aseguró que toda estaba respaldado y que las personas que tenían que realizar algún trámite en el lugar o eran parte de un proceso, serán notificadas para cuándo se reagendaran sus casos.

“Los funcionarios, al menos la semana que viene, estarán en una modalidad de teletrabajo, y llamamos a la gente a que esté tranquila, ya que la información que se puede haber perdido es mínima. También es importante que la gente sepa que vamos a tener el denominado bus de la justicia frente a las dependencias del tribunal para que todos los que requieran información se acerquen al lugar”, aseveró Diaz. 

Reparación, un largo proceso 

Consultado respeto a la reparación del edificio, el magistrado se mostró poco optimista, y señaló que no será un proceso corto, por lo que deberán armarse de paciencia, sobre todo porque existen factores externos que influirán en la restauración. “La intención del poder judicial es recuperar el edificio, pero hay que comprender que está ubicado en el casco histórico de la ciudad, donde hay que tener la autorización del Concejo de Monumentos Nacionales. Por lo tanto, no es una reparación sencilla”, aseguró. 

Una paradoja

El día jueves por la mañana, el Comandante de Bomberos Ricardo Bruna había estado en una reunión con las autoridades, precisamente para plantearles la problemática de que muchos locales actualmente no estaban cumpliendo las normativas de manera óptima en casos de siniestros. Y lo que agravaba el problema era el hecho de que, los recintos estaban “enlatados” para protegerse de los desmanes del estallido social, lo que generaba malas condiciones de ventilación. Paradojalmente, horas después se encontraron con el escenario que durante la mañana habían abordado sólo de manera hipotética. De todas formas, pese a las condiciones, bomberos logró controlar el fuego y no se propagó.

“Fue un incendio atípico, para ser un lugar patrimonial. Primero, no fue provocado por los sistemas eléctricos como ha sido la tónica en los demás siniestros del casco histórico, y en segundo lugar, tuvimos la complicación de que, debido a la contingencia, muchos lugares, incluido este, están tapados y resguardados con latas, con cercos, enlatados, por eso, se dio un fuego violento, brusco porque como estaba todo con estas latas, buscó una salida y esa salida fue la techumbre y por eso salió esas llamas inmensas”, manifestó. 

Valoró el trabajo del personal de Bomberos, ya que pidieron afrontar esta situación de buena manera, y también explicó que fue gracias a esta labor, sumado a la existencia de corta fuegos en el edificio que las llamas no se propagaron a otros locales. “Ese fue un factor muy importante, porque si no nos hubiese costado más el poder contener el incendio. Pero afortunadamente pudimos detenerlo en poco tiempo, y no hay pérdidas humanas que lamentar, que siempre es lo más importante”, expresó. 

Por último, señaló que, de los voluntarios que resultaron lesionados, había uno que estaba más complicado y todavía en el hospital, con tres costillas fracturadas y un problema en la espalda.

 

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