Vecinos acusan negligencia por parte de la locomoción pública en Coquimbo

“El recorrido de micros que tiene un gran problema es el que pasa por La Cantera hacia Tierras Blancas, y viceversa”, manifiesta angustiado Carlos Rojas, usuario diario de la locomoción pública del sector La Cantera, tras indicar que esta dificultad se arrastra desde hace décadas.

Y es que acusa a las micros que hacen ese recorrido, sobre todo en horas punta, de no pasar seguidamente, lo que genera gran congestión en los paraderos que se encuentran en este trayecto. “Las micros pasan cada 20 minutos y cuando lo hacen van llenas, por lo que si tienes suerte te puedes subir. Esto nos obliga a pagar pasajes de colectivos, y los choferes se aprovechan de la situación cobrando más de lo debido”, sentencia Rojas.

La señora María Elena León Mendoza, de nacionalidad peruana, lleva un año y medio radicada en la región y dice tener el mismo problema. Por cumplir debidamente su horario laboral, utiliza el transporte público desde Tierras Blancas hacia La Cantera de ida y de regreso, y en muchas ocasiones ha tenido que movilizarse por medio de un transporte más rápido pero al mismo tiempo más caro.

“Se demoran demasiado, muchas veces debo tomar colectivos pero son muy caros: la micro cuesta $450 y el colectivo $900. Imagínese que gano el sueldo mínimo y se termina yendo todo en locomoción. Además, los conductores de ambos medios no te recogen si estás un poco subidita de peso, estás embarazada o andas en silla de ruedas, o si es que lo hacen, te cobran el doble”, añade Maria Elena.

Los vecinos de Tierras Blancas sostienen que el transporte público deja mucho que desear. Así lo expone también Arnold Cerda, residente del sector. “Tenemos que tener en consideración que ellos están trabajando, están ganándose el pan de cada día. Hay que sumarle que la última micro que sale de Tierras Blancas hacia Coquimbo lo hace a las 7:00 de la tarde, lo que nos deja a nosotros sin la posibilidad de acceso”, señala.

En relación a lo anterior, Carlos Galleguillos, Vocero (S) de Gobierno, se refiere al tema señalando que toda locomoción pública debe ir principalmente destinada a ofrecerle un servicio acorde a las necesidades de la ciudadanía. También apuntó que la mayoría de los transportistas cumplen bien su labor. “Estoy seguro que la mayoría lo hace bien, pero rechazamos cualquier conducta que afecte directamente los derechos de los ciudadanos”, sentenció.

Por otro lado, Justo Álvarez, Presidente de la Asociación Gremial Liserco, al ser consultado sobre la problemática denunciada, no quiso dar declaraciones por no tener el tiempo suficiente para hacerlo.

Por lo tanto, los vecinos de ambos sectores acusan de una negligencia que “perfectamente podría ser evitada si las cosas se hicieran bien”. Choferes discriminando a madres, a embarazadas, a minusválidos y a la tercera edad, aparte de una escasa frecuencia del servicio, terminan siendo una problemática que afecta directamente el derecho de los ciudadanos de tener un acceso eficiente y seguro a la locomoción pública.