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Lautaro Carmona
En conversación con Abriendo El Día -de El Día TV-, la académica de la Universidad de La Serena cuestionó la forma en la que se está “comunicando el riesgo” por parte de la autoridad en medio del alza de los casos Covid positivos, y afirmó que se hace necesario incluir a la gente en las decisiones que se toman respecto al control de la pandemia. De lo contrario, las medidas continuarían siendo “ineficientes”, y nos llevarían a “bajar la guardia” frente a la posible llegada de una cepa que es mucho más contagiosa.

La controversia se ha instalado en los últimos días, no sólo por el alza de los casos de contagiados por Covid en la zona, sino también porque este aumento llega justamente cuando se entregan los permisos de vacaciones que han tenido como principales destinos a nivel nacional a las comunas de la conurbación. Se han tomado medidas para intentar evitar el ingreso de turistas contagiados, como la realización del examen PCR de manera aleatoria y voluntaria –no como requisito previo ni obligatorio- en la aduana de Pichidangui, lo que ha sido fuertemente cuestionado por la comunidad y también por los expertos. En este contexto, la doctora en Salud Pública y epidemióloga, Paola Salas, hace un análisis de la situación en general y de cómo, según su apreciación, deberíamos estar enfrentando este 2021, que, se prevé, sea bastante complejo, con la pandemia golpeando fuertemente una vez más.

- ¿Qué impresión tiene de lo que se está haciendo para controlar el Covid, durante esta temporada estival?, ¿es suficiente?

“Todo esto tiene que ver con la campaña de comunicación de riesgo que debió haberse hecho en el país desde siempre. Nosotros, los epidemiólogos hemos insistido que la comunicación efectiva es algo que está escrito, se sabe cómo se debe comunicar en una pandemia, y eso está fallando, porque las medidas de salud pública que se toman, que son las básicas que tienen que hacer los individuos, que tienen que ver con el lavado de manos, el distanciamiento físico, y el uso de mascarillas, son una parte muy pequeña de cómo se controla la enfermedad, no todo”.

- ¿Le falta más calle a la autoridad a la hora de comunicar?

“La verdad es que yo echo de menos ese diálogo directo con la gente. No veo dónde está esa salud pública verdadera donde uno toma medidas de control con los actores, porque una cosa es que estemos acostumbrados a dar órdenes y otra cosa es que, en una pandemia, tú puedes dar directrices, pero la gente si quiere las considera y si quiere no las considera, porque no las están tomando con ellos. Si nosotros como ciudadanía fuéramos consultados respecto a qué es lo mejor para hacer en esta etapa donde estamos viendo que la curva va en ascenso, y entre todos tomáramos las decisiones, obviamente sería otra cosa (…) Esto no es sólo estar mirando indicadores”.

- ¿Cómo ve el que la gente esté viniendo con el permiso de vacaciones de manera tan masiva desde otras regiones?

“Bueno, los turistas toman una decisión como familia, porque los autorizan a ello. Está permitido venir. Lo que podemos hacer es llamar a la conciencia, que traten de quedarse en un solo lugar, que salgan lo menos posible. Si arrendó una cabaña cerca de la playa, ir de la cabaña a la playa nomás. Pensar en vacaciones, pero en modo coronavirus, no pensar que son vacaciones como todos los años, donde se puede ir a restoranes todos los días, porque lo que yo he visto es que hay filas para ir a locales. Tiene que haber un compromiso del que nos visita”.

PCR voluntario y aleatorio

- ¿La toma de PCR voluntario y aleatorio, ¿qué tan efectivo puede ser?

“Mire, aquí el problema que yo veo, más allá de la demora en la entrega del resultado, es que en ciencia, cuando uno trabaja con voluntarios, el voluntario siempre es el que tiene menos riesgo. O sea, yo no voy a levantar la mano si fui a una fiesta. Si fui a una fiesta no voy a dejar que me hagan el PCR porque si me sale positivo voy a tener que devolverme, o me van a mandar a cuarentena. La verdad es que yo no entiendo cómo se toman este tipo de medidas. Es utilizar los recursos públicos en actividades que no son eficientes, porque si yo quiero hacer una pesquisa de personas que ingresan a la región tendría que hacer un estudio aleatorio, obligatorio, al que le toca le toca. Siempre los estudios científicos que trabajan con voluntarios tienen un sesgo, que se llama sesgo de selección, porque seleccionas al que tiene menos riesgo. No es eficiente”.

-Ahora, si ingresa alguien con Covid, el resultado no estará de inmediato, estará dos días, en el mejor de los casos, contagiando igual, hasta que le avisen…

“Bueno eso es parte de la mala estrategia, porque esto tendría que estar internalizado en la población. Es decir, que sepan que si vengo a la región me van a hacer el examen, eso es comunicación efectiva, que el turista entienda que la decisión del PCR fue tomada por la gente, y que, si le tocó, tiene que quedarse dos días en el lugar que fijó como residencia, encerrado esperando el resultado. Eso se podría hacer con participación ciudadana, porque la misma gente sería fiscalizadora”.

-Pero a estas alturas, esto no está normado, por tanto, difícilmente el turista va a esperar…

“Claro, pero todavía se puede apelar a la conciencia, a la solidaridad y al hecho de que nosotros como ciudadanos tenemos responsabilidad social. No es que hagamos los sacrificios sólo por nuestras familias y nosotros, sino que por todos”.

Al alza

- ¿Cómo vislumbra lo que se viene?

“Lo que se viene es el resultado de lo que estamos viendo ahora, en unos 15 días más. La epidemia se moviliza en base a la movilidad de la población. Lo otro, es que ya se ve circulación del virus, porque tú podrías haber tenido mucha movilidad de gente, pero sin tantos casos positivos, lo que hubiese significado que el virus no estaba presente, pero no fue así. Esto nos pone en una alerta mayor porque la movilidad tiene que ver también con las cepas y las variantes del virus, que aquí no identificamos el genotipo que está circulando, entonces no sabemos cuál es. Por ende, debemos siempre pensar mal y pensar que quizá ya tenemos la cepa que se transmite más fácil”.

- ¿La del Reino Unido?

“Claro, esta que es una cepa que tiene la capacidad de contagiar mucho más. Te pongo un ejemplo, si tienes esta variante y vas a una fiesta contagias a 9 de 10 personas, y si tienes la que tenemos en el norte de Chile, puede que contagies a 4 de esas 10, esa es la proporción, se transmite mucho más fácil, pero no es que sea más agresiva en sí misma”.

Vuelta a clases presenciales

-Ya se está hablando de un retorno a clases presenciales en marzo, pese a que todavía no pasamos la temporada estival. ¿Lo ve factible?

“Para ser clara, en cuarentena ninguna posibilidad, en Fase 2, cuestionable, cada director asume la responsabilidad. En Fase 3, hay que mantener protocolos estrictos, con gente supervisando, recreos separados, etc… que el apoderado vea los protocolos y que cuando esté seguro que van a cuidar a su hijo, lo mande al colegio”.

-En términos generales, ¿cómo se vislumbra el 2021? Pensábamos que el 2020 sería el peor año, pero, ¿podríamos empeorar más?

“Es probable que sea incluso peor, porque la gente cree que se acabó la pandemia. Ven que llegó la vacuna, pero llegó para 8 mil chilenos, de 17 millones. Entonces que no se crea que porque está la vacuna estamos todos protegidos y vamos a vacunarnos mañana, todavía tenemos que esperar más de un año. El 2021 puede ser peor, porque bajamos la guardia”.

 

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