Familiares de personas extraviadas y su incansable lucha entre la indiferencia y el dolor

El caso del pequeño Tomás Bravo (3) en el Bío Bío es el último que figura en los reportes de la PDI a nivel nacional. En la Región de Coquimbo existen tres casos que han entrado en el registro de individuos que desaparecieron sin dejar rastro, con la categoría de “extraviados permanentes”. Se trata de Marco Roldán (29), perdido desde el 2013; José Luis García (27), inubicable desde el 2016, y Carlos Díaz Gálvez (23), a quien se le vio por última vez el 7 de diciembre del 2020. Todos ellos constituyen una excepción a la norma, ya que en el 92% de las denuncias por presunta desgracia, la gente vuelve en menos de 48 horas, sin embargo, para estas familias, pasan los meses, o los años, y no hay respuestas. ¿Un factor común? El accionar “negligente”, dicen, de los entes encargados de investigar, llevando a los consanguíneos a pasar por tristes episodios que incrementan el sufrimiento y la incertidumbre.
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A dos meses, no existen pistas de joven desaparecido en Las Compañías

Pese a que desde la PDI siguen investigando, la familia de Carlos Díaz Gálvez asegura que todo lo que han podido conocer lo han averiguado por su cuenta. Están molestos por no tener noticias, ya que, afirman, “ha pasado demasiado tiempo”. Aunque saben que es difícil, tienen la esperanza de que esté con vida, pero descartan que se encuentre escondido en algún lugar, y siguen pensando que alguien le hizo algo que le impide comunicarse con ellos.
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Diario El Día

 

 

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