Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Si bien la recuperación de este rubro comenzó en los meses previos gracias a la relajación de las restricciones sanitarias y a la modificación del horario del toque de queda, la gran afluencia de personas a la región durante esta semana está coronando una de las mejores coyunturas para el sector en los últimos años.

El turismo astronómico se ha transformado con el paso de los años en uno de los principales atractivos que ofrece la Región de Coquimbo a los miles de visitantes que llegan a la zona. 

No obstante, producto de la pandemia y de las restricciones que se debieron imponer durante largos meses, este sector padeció con dureza las consecuencias de la crisis sanitaria, debiendo por ejemplo, suspender sus programas durante varios meses. 

Sin embargo, con la disminución de los contagios, con los avances en las fases del Plan Paso a Paso y la consiguiente disminución de las restricciones sanitarias, se abrió la oportunidad para que los observatorios turísticos de la región pudieran reabrir y comenzar a recuperarse. 

Un proceso de recuperación que según expresan algunos de ellos, ha sido mejor de lo esperado durante los meses de julio y agosto, y que ahora en Fiestas Patrias se está coronando una etapa muy positiva en cuanto a llegadas de personas. 

Iván Olivares, dueño de Amatista Travel, ubicado en la localidad de Diaguitas, ratifica esta situación al señalar que “ha sido una cosa tremenda la alta demanda”. 

“Sabíamos que nos iba a ir un poco mejor, pero de ahí a los hechos, recibir la cantidad de gente que ha llegado, es impresionante. Lo mismo ahora para septiembre. Los primeros días de este mes generalmente son lentos pero ahora la demanda ha estado absolutamente completa. Esta semana de hecho la tenemos completa por reservas”, señala, en donde destaca el turismo intrarregional. 

Actualmente detalla Olivares, el tour más demandado que tiene es el astronómico, que incluye además un programa de meditación guiada, con baño de gong y cuencos de cuarzo. 

“Este es un plus de nuestras actividades. Y el otro servicio que estamos haciendo es el tour por el Valle del Elqui con una van para 13 personas, incluyendo también cabañas para 2 personas”, agrega. 

Una opinión similar tiene María Elena Espejo, dueña del Centro Astronómico Alfa Aldea, ubicado en el sector La Viñita en Vicuña, quien señala que “ha llamado mucha gente. Pero con el tema de la pandemia, lamentablemente hay muchas personas que se están quedando sin tomar un tour porque ya está todo completo”. 

Actualmente este observatorio privado sólo tiene a disposición sus tours nocturnos que incluyen charlas en 3D, uso de radiotelescopios para escuchar los sonidos del sol y del planeta Júpiter y observación a través de un telescopio de 16 pulgadas. 

“Estamos funcionando desde agosto de este año porque paramos en marzo, tuvimos algunos tours durante las vacaciones de invierno, pero después volvimos a parar, pero ahora partimos de nuevo. Y ahora la verdad, hay mucha gente consultando por nuestros servicios”, explicó. 

Un panorama semejante es el que se vive en el Hotel Misterios del Elqui, ubicado en Pisco Elqui, donde se levanta el Observatorio Galileo, y cuyo administrador, Daniel Pozo, señala que desde su apertura al público “hemos estado todos los días llenos de visitantes”. 

“Aquí los tours astronómicos se hacen todos los días y están a cargo de astrónomos. Duran entre una hora y una hora y media y hoy contamos con una alta demanda. Hasta ahora los pasajeros han quedado bastante contentos con el servicio”, declara. 

Más personalizado es el servicio que entrega el Observatorio Cielo Sur, ubicado al interior del Complejo Turístico Refugio de La Frontera en la localidad de Alcohuaz, cuyo guía, Alexis Hurtado, indica que “hay harta gente demandando nuestros servicios. De todas maneras nosotros no estamos aún al 100%, pero esta semana todos los días hemos tenido 10 o más personas. Entonces igual podríamos decir que el rubro ha estado bien movido”. 

Hasta el momento explica, tienen habilitado el servicio de tour de observación astronómica que se inicia a eso de las 20:30 horas, con una duración entre 60 y 90 minutos. 

“Si bien por el cambio de horario, a esa hora aun no está 100% oscuro, al menos en esta fecha igual la observación está bastante interesante porque si bien hay una Luna que está iluminando bastante estos días, se está alcanzando a ver Venus, Júpiter, Saturno, y eso sumado a las explicaciones, la dinámica que aplicamos y otros objetos que se logran ver, hacen que la gente se vaya bien contenta”, asegura.

 

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