No sólo en Chile se está observando una fuerte alza de los precios, tal como se vio con el último IPC de julio cuando alcanzó el 0,8%, acumulando un 4,5% en los últimos doce meses (el más alto desde marzo de 2016).
En el resto del mundo, la inflación también es realidad aunque por supuesto, la realidad depende de las características de cada país. Pero se repite un fenómeno más o menos semejante al de Chile: el cuello de botella que se ha generado producto de una demanda que corre más rápido que una oferta que recién comienza a recuperarse de la pandemia del Covid-19.
El debate pues, estará puesto en cuánto durará este fenómeno y si este efecto inflacionario por tanto, será más permanente.
Dentro de los productos y servicios que han visto ver aumentar sus precios, sin duda los alimentos han sido protagonistas de aquellas alzas. De hecho, este año, según el índice de precios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, estos subieron a su tasa mensual más rápida en más de una década (sobre el 30%).
Como era de esperar, el aumento está relacionado a la pandemia: proveedores se han visto afectados por interrupciones en la producción, la mano de obra y la cadena de distribución. Mientras, la demanda de alimentos crece.
Sin embargo, la crisis generada por el Cambio Climático, también influye: aumento de las temperaturas que redundarán en mayor evaporación y suelos secos impactando en la actividad agrícola, además de “sequías repentinas” afectando los recursos hídricos e inevitablemente, a la producción de alimentos.
Y como se viene septiembre, uno de los alimentos que podrían verse más afectados es la carne, la cual se ve influida por los precios internacionales, factor que repercute directamente en el precio al consumidor. Y más cuando sobre el 60% de la carne que se consume en Chile es importada, preferentemente de Brasil y Paraguay.
En ese sentido, según la Federación de Productores de Carne, Fedecarne, según consigna La Tercera, el precio podría subir entre un 5% y 10% aproximadamente, pero ello dependerá de los cortes, porque no todos subirán igual.