Señales positivas y a la vez de cautela entregan los últimos números dados a conocer esta semana por la Dirección del Trabajo en cuanto a la marcha del mercado laboral.
Y es que según este organismo, las cartas de despidos registraron una baja de un 25% en comparación al periodo enero-mayo del 2020 en la Región de Coquimbo, cifra que representa unas 8.854 desvinculaciones menos, en el tiempo de referencia según se indica en el documento elaborado por la dirección.
En efecto, el informe es posible verificar que la sumatoria de cartas de despidos en el periodo enero-mayo del año 2021 alcanzan 26.217, acercándose a las cifras anteriores a la crisis gatillada por la pandemia.
Asimismo, el documento consigna que sólo en el mes de mayo las desvinculaciones bajaron de 5.997 cartas de despidos en mayo del año pasado a 5.213 en el mismo mes del presente año, lo que equivale a un 13% menos de despidos.
Al respecto el seremi del Trabajo, Matías Villalobos, comentó que “son buenas señales que nos indican que vamos por un camino correcto de reactivación y que los empleos se están recuperando poco a poco. Estamos conscientes que aún falta mucho por hacer, por lo que como gobierno continuaremos entregando mayor cobertura y apoyo para incentivar la creación de puestos de trabajos en la región y en el país en general”.
Desde la academia, el director de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte, Pablo Pinto, también destacó las cifras entregadas por la Dirección del Trabajo, señalando que “efectivamente en términos acumulativos, ha habido menos despidos en el primer semestre de 2021 en comparación al año 2020. Incluso si uno lo mira y proyecta los datos, podría considerarse también con el año 2019”.
Medidas anti desempleo
En ese sentido, uno de los puntos que destaca el académico es cómo ha influido la Ley de Protección al Empleo en el actual escenario laboral, ley bajo la cual, hasta el 11 de julio de este año, se han registrado 3.447 solicitudes de acogida en la región. En tanto, en todo 2020, se llegó a 15.220 solicitudes por dicha ley.
¿Qué quiere decir esto? “Que la mayoría de las solicitudes fueron hechas el año pasado. Eso indicaría que este año las solicitudes han sido menores, pues no alcanzan a representar más del 18% del total de las solicitudes que fueron habilitadas en el sistema desde que se generó la ley en abril de 2020”, explica Pinto.
Ello indicaría pues, que efectivamente hoy hay menos despidos y menos empresas que se están sumando a la ley de Protección al Empleo, lo que permite ver, agrega, “que las cifras están tendiendo ya a estabilizarse y en tal sentido, a mantenerse y parecerse a un año que uno pudiera considerar ‘más normal’, es decir, similar a los años previos al estallido social y a la pandemia del Covid”.
Lejana recuperación
No obstante, pese a los datos entregados por la Dirección del Trabajo, el contexto actual del mercado laboral no deja de seguir estando complicado. Y la razón se explica a que todavía se registra un fuerte rezago del empleo, con una importante cantidad de fuerza laboral inactiva.
En ese sentido, el académico de la UCN, Pablo Pinto en conjunto con el profesor de la Escuela de Ciencias Empresariales de la misma casa de estudios, Guillermo Honores, entregan un dato decidor: hasta mayo de 2021 en la región habían 317 mil ocupados, es decir, 63 mil personas menos que a igual fecha de 2020. Y si uno extiende la comparación hasta el año 2019, el aumento de trabajadores inactivos llega a los 87.636.
Para Pablo Pinto entonces, esta situación entrega una segunda lectura sobre las cifras de cartas de despido: “también puede significar que no haya una masa laboral que esté todavía en una etapa de normalización. (…) Nuestra masa de trabajadores ocupados, fundamentalmente de la región, ha disminuido mucho. Y por tanto, esta menor cantidad de cartas de despidos puede significar que el mercado esté reconociendo esa falta de trabajadores, y por tanto, las empresas ya no tienen las condiciones para seguir despidiendo”.
Además señala, no se debe olvidar que han sido muchos los trabajadores que han transitado a otras actividades laborales desde el inicio de la crisis, como los emprendimientos propios, delivery, transportes y otras actividades similares, pasando del mercado formal al informal.