Crédito fotografía: 
Alejandro Pizarro Ubilla
A la espera de que las autoridades abran las fronteras marítimas, cerradas desde el inicio de la pandemia, y de que el mercado de cruceros por Sudamérica se reactive, el retorno de estas grandes naves a la región se ve aún muy lejano.

14 son los cruceros que recalarían en el puerto de Valparaíso durante los próximos meses, según consignó en una crónica de Radio Cooperativa hace unos días.

Pero no sería la única ciudad. En Talcahuano también se alistan para el arribo de cruceros en el corto plazo, siendo la línea Le Ponant la que tiene confirmada un zarpe para el 15 de noviembre desde dicho puerto hasta la ciudad argentina de Ushuaia con 250 pasajeros. 

Eso sí, se debe mencionar un pequeño detalle: en ambos casos se está a la espera de que las autoridades abran las fronteras marítimas para dar el vamos a esta actividad. 

Y es que cabe recordar que el gobierno anunció el miércoles pasado la reapertura de las fronteras aéreas y terrestres para el ingreso de extranjeros vacunados a partir del 1 de octubre. Pero hasta el momento, nada se ha dicho del transporte marítimo. 

Reservas con anterioridad 



Y es que justamente esa es la clave: mientras no haya autorización por parte de la autoridad sanitaria para que las grandes naves puedan recalar en los puertos nacionales, difícilmente será posible observar el regreso de estos grandes barcos. 

Ahora bien, respecto a las recaladas que se registran en otros puertos, no se debe perder de vista lo que menciona el presidente de la Corporación de Puertos del Cono Sur, Carlos Mondaca, quien advierte que los cruceros que pasan por Coquimbo son los mismos que pasan por San Antonio, Puerto Montt o Arica, y esos aún no tienen permiso para llegar a Chile. 

“Lo que sí ocurre es que hay reservas hechas. Pero las reservas en el circuito de cruceros se hacen con hasta dos años de anticipación. Entonces alguien que hizo una reserva en enero de 2020 cuando no había pandemia aún, para el verano de 2022 no está obligada a retirar su reserva, porque con ésta se tiene un espacio y una venta de tiempo garantizada. Pero otra cosa es que efectivamente el viaje se vaya a hacer. Eso lo digo a propósito de que hasta hoy pueden aparecer en la planificación naviera de los puertos algunos barcos. Claro, fueron reservados hace dos años los espacios y no lo han cambiado. Pero eso no garantiza de que vaya a llegar en esa fecha”, explica. 

Coquimbo sin cruceros 



De todas formas, a nivel local, el puerto de Coquimbo no presenta cambios al respecto. 

Es decir, la comuna-puerto no tiene ningún anuncio de recalada, ni en su planificación actual ni futura. Esto por lo tanto, hace imposible confirmar o no, eventuales llegadas a la región durante los próximos meses. 

Por otro lado, y tal como se ha explicado sobre estas mismas páginas cuando se ha abordado este tema, la activación de la industria de cruceros en la región no sólo dependerá si el próximo 30 de septiembre las autoridades nacionales decidirán abrir las fronteras o no, sino que también si los circuitos locales de cruceros en América del Sur –donde están incluidos Coquimbo y gran parte de los puertos chilenos- logran reactivarse o no.

Tour operadores en la incertidumbre 



Por cierto que la ausencia de estos grandes barcos de lujo ha repercutido en la cadena turística local. Y no es menor, dada la capacidad de gasto de un viajero promedio de estas naves –entre 90 y 100 dólares por persona– y por la cantidad de programas turísticos que adquieren cuando arriban a la región –casi el 70% compra un tour previamente organizado-.

Por ello, entre los rubros más damnificados por la ausencia de los cruceros están los tour operadores, quienes son los que absorben dicha demanda. Pero por supuesto, también afecta a toda una cadena productiva mayor. 

Así lo explica, Cristian Clavero, presidente de Asertur A.G., quien indica que lo que es la recalada de cruceros para un tour operador “es importante, porque nos deja la posibilidad de compartir los ingresos con nuestros pares que están en la cadena de servicios que se entregan. Por ejemplo, todo lo que son tiendas, artesanos, casas de cambios, productos típicos, fábricas de piscos, fábricas de vino, etc. Es un turismo muy importante. Es toda una cadena que se ve activada con la recalada de un crucero y representa un ingreso muy importante para nosotros”, afirmó.

 

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