Esta semana, la prensa nacional se hacía eco de dos noticias importantes relacionadas con la escasez hídrica.
Por un lado, Chile aparece como el 18° país a nivel mundial con mayor estrés hídrico, condición generada fundamentalmente por el cambio climático y la deficiente gestión del recurso hídrico, ante un panorama en donde la demanda de agua es mayor a la oferta.
Por otro lado, un estudio de la Universidad de Talca determinó – en consonancia con otro informe de la Dirección Meteorológica de Chile – que las temporadas de lluvias serán cada vez más cortas y se concentrarán entre mayo y julio. En el caso de nuestra región, la situación será aún más dramática, pues el periodo de precipitaciones se reduciría a sólo un mes (junio-julio), e incluso menos.
Toda esta evidencia científica sólo llega a poner de contexto la megasequía que hoy afecta a la región de Coquimbo y a toda la zona central de Chile, y que pone en riesgo la vida de animales, plantas, cultivos y personas ante la falta de agua.
En ese contexto, la emergencia en nuestra región ha sido abordada desde diferentes ámbitos por parte de la autoridad, aunque a los afectados – agricultores, crianceros, regantes - les pena más bien, la incertidumbre que se abre hacia el futuro: sobrevivir en un contexto cada vez más adverso.
Una catástrofe
Marcela Jeneral, vocera de la comisión de Sequía Junta de Vigilancia del Río Choapa, y quien participó este jueves en una reunión con las diferentes juntas de vigilancia de esa provincia, señala tajante que las voces de los pequeños agricultores “no se han tomado en cuenta ni se ha tomado el peso de la gravedad que hoy día estamos atravesando”.
Sólo en el Choapa, serían cerca de 30 mil personas afectadas directamente por la sequía, la mayoría pequeños agricultores y sus familias, según explica la vocera.
Para esta temporada de hecho, se espera una producción agrícola virtualmente nula, pues hoy, según la disponibilidad de agua, solo alcanzaría para “salvar” la producción que aún se mantiene.
Así lo indica, la consejera regional por Choapa y ex seremi de Agricultura durante el gobierno de Ricardo Lagos, Ángela Rojas, quien no duda en calificar esta situación como “catastrófica”.
“En la provincia del Choapa contabilizamos los antecedentes históricos de los registros de precipitaciones y caudales desde 1845. Y este es el año más seco desde que existen registros, es decir, desde 1845. Esto es una catástrofe, porque ni siquiera comenzamos la temporada de riego, estamos a principios de agosto, y ya se están muriendo los animales”, señala.
Y no sólo el ganado caprino sostiene, el cual explica, tiene una producción cíclica según años buenos o años malos, sino que se está observando “algo que no habíamos visto nunca en Choapa, que es que se está muriendo el ganado mayor como los vacunos y los ovinos. Estamos a inicios de agosto, y ya no tienen agua para beber”.
Propuestas sin recepción
Ante tal escenario, las necesidades de los afectados van en la intención de direccionar el trabajo ya no enfocado hacia el abordaje de la emergencia en sí, sino proyectar medidas de carácter estructurales que aborden de raíz, los problemas derivados de la escasez hídrica.
Sin embargo, sus intenciones chocan con la sensación de no ser escuchados y para peor, que desde nivel central no habría tomado el peso aún a la situación que se vive.
“La verdad es que desde hace años venimos planteando que se pueda formar una mesa de sequia no tan solo de los regantes, sino además con las autoridades presentes. Pero eso no ha ocurrido hasta el dia hoy, sabiendo la situación a la que nos enfrentamos” sostiene Marcela Jeneral, vocera de la comisión de Sequía Junta de Vigilancia del Río Choapa.
En ese sentido, la dirigente sostiene que desde hace bastante tiempo “venimos solicitando a la autoridad que se sienta con nosotros a conversar para que escuchen nuestras necesidades (…) Necesitamos trabajar en algo más estructural, hacer más embalses; recargar nuestros acuíferos cuando tengamos mayor cantidad de agua; poder, a través de la CNR, otorgar más recursos para la compra de geomembranas, tubos u otros implementos de emergencia para nuestros canales para poder conducir esta poca agua que tenemos”, subraya.
No obstante, lamenta que “han sido conversaciones que se han quedado en una mesa. No se ve nada concreto”.
En tanto, para la consejera regional Ángela Rojas, “el rol de las autoridades políticas es anticiparse a los problemas para obtener soluciones. Pero yo no veo que hay participación, ni una preocupación ni ocupación del problema. Por lo menos a nosotros, en el gobierno regional no se nos informa nada de lo que se está planteando. No hay un plan para enfrentar la sequía ni un plan de emergencia”.
Sobre las últimas ayudas que el gobierno ha destinado a la región, señaló que los 1.700 millones de pesos “vienen con nombre y apellido, y no alcanzan para nada” agregando además que, pese a que están vigentes distintos decretos de emergencia, “éstos se convierten en papeles sin ningún sentido, pues la ayuda a los sectores no llega, porque tampoco se escucha a los propis dolientes”.
Sobre medidas a tomar en el futuro, Rojas pone como ejemplo la propuesta de construir un embalse en el río Chalinga, la cual lleva bastantes años esperando. “Están los estudios, pero no está la plata para la construcción, pues son obras pequeñas. Y no hay una política para apoyar eso. Y si vamos a seguir repartiendo fardos y cajas de alimentos, al final lo que gasta el Estado en medidas que son momentáneas es mucho más de lo que se gastaría en proyectos que podrían ser de largo plazo y más sustentables en el tiempo”, expresó.
Otro proyecto que se busca impulsar en la zona es el embalse Canelillo, el cual proveería de agua a sectores de las comunas de Canela e Illapel, y que también aparece como una necesidad muy sentida en la zona.
“Este es un proyecto que viene trabajando Obras Públicas desde el año 1996. Y ahora nosotros, en abril del año pasado, me reuní con el director de la DOH, con la intendenta, nos reunimos en dos oportunidades con el ministro, y le planteamos la creación de una mesa de trabajo para que los estudios avancen lo más rápido que se pueda”, expresó el alcalde de Canela, Bernardo Leyton.
Asimismo, no descartó la posibilidad a futuro de acudir al agua de mar “tanto para el consumo humano, como para la producción de alimentos. Yo al menos no veo otra alternativa porque el cambio climático ya esta instalado, y nosotros somos los que padecemos sus consecuencias”.
La visión oficial
Desde el gobierno en tanto, el director regional de INDAP, José Sepulveda señaló estar consciente que “más allá de la emergencia debemos mirar a mediano y largo plazo. Por eso desde INDAP y junto al Seremi de Agricultura, Rodrigo Órdenes, estamos trabajando para que en la agricultura familiar campesina se desarrollen nuevas tecnologías y que también se siga impulsando la eficiencia hídrica, con el objetivo de que nos adecuemos a las nuevas condiciones climáticas presentes en la región, el país y el mundo”.
Recuperar aquellos suelos degradados por la erosión y la desertificación, un manejo de ganado sustentable - para lo cual se contrató recientemente a un médico veterinario, magíster en nutrición animal, para realizar una asesorías especializadas en el rubro ganadero- cuyo enfoque va en la dirección de mejorar la producción caprina y ganadera extensiva, son sólo parte de los objetivos.
“Adicionalmente nuestros usuarios están trabajando cada día más ligados a los principios de la agroecología, introduciendo técnicas de ahorro del recurso hídrico, bajo o nulo uso de pesticidas entre otras medidas, lo que representa un aporte inmediato a la calidad de sus producciones, además de una preocupación por el futuro de la labor agrícola”, señaló Sepúlveda.
Al mismo tiempo, destacó que como INDAP “somos parte de la Política Nacional de Desarrollo Rural, que estamos implementando intersectorialmente como Gobierno y que busca mejorar las condiciones de acceso, calidad de vida y laborales de los habitantes del mundo rural”.
No se descartan movilizaciones
En el Choapa la paciencia se agota, y poco a poco se va gestando un movimiento ciudadano que de no ver soluciones estructurales para enfrentar la sequía, no descartan tomar medidas más fuertes.
Así por ejemplo, lo deslizó la vocera de la comisión de Sequía Junta de Vigilancia del Río Choapa, Marcela Jeneral, quien aseguró que “aquí la unión hace la fuerza y si nuestros amigos de Chalinga no tienen ningún embalse, y se les ha tramitado demasiado por todos lados, y si hablamos de apoyo, por qué no hacerlo”.
Asimismo, hoy viernes, en Illapel se reunirán representantes regionales del mundo criancero para analizar el presenta de la situación y ver qué medidas tomar al respecto.