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En entrevista con El Día, la autoridad aseguró que el fallo sobre este proyecto minero que lleva adelante la empresa Andes Iron y que pretende emplazarse en La Higuera, “debiese ya pronto salir a la luz”. En ese sentido, Hernández llamó a la tranquilidad a la comunidad pues asegura que la justicia ambiental ha realizado un trabajo “profundo y consensuado”, y que ha tomado en cuenta todos los antecedentes expuestos por los actores e incumbentes del caso.

Encabezando el equipo de Ciencias del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta, el ministro titular de esa área de dicho tribunal, Marcelo Hernández, llegó hasta la Región de Coquimbo para llevar a cabo una diligencia en terreno, a propósito de uno de los tantos casos ambientales que llegan a esta instancia judicial todos los años.

Al respecto, durante su estadía en la región, la autoridad -ingeniero forestal y magíster en Ingeniería y Gestión Ambiental-se dio tiempo para dialogar unos minutos con Diario El Día, conversación en la cual se refirió a diferentes temas relacionados con la labor que realiza el tribunal así como la importancia que cada día, va tomando el concepto de desarrollo sustentable, concepto dice, que es vital que las empresas lo internalicen al momento de planificar sus inversiones. De lo contrario, éstas se pueden hacer insostenibles a futuro.

“Lo que buscan los tribunales ambientales es la sustentabilidad del entorno”, señala el ministro a manera de resumen del objetivo básico de la institucionalidad ambiental.

En tanto, consultado sobre el proyecto minero-portuario Dominga, que actualmente está siendo revisado por dicho tribunal, Hernández defendió la labor que se ha hecho al abordar la iniciativa, señalando lo compleja que ésta ha sido por las diferentes aristas que incluye la iniciativa de Andes Iron, y por las “expectativas”, positivas o negativas, que giran en torno a ésta.

-En nuestro país el tema ambiental esta tomando cada vez más importancia para las comunidades. ¿Cómo cree que a nivel país se ha trabajado en ese tema?

“Yo creo que estamos avanzando. Si uno revisa la evolución legislativa y de gestión ambiental es reciente, tiene apenas menos de 10 años. En nuestro caso, como Primer Tribunal Ambiental nos pudimos instalar recién hacía fines de 2017, teniendo especial interés en resolver las controversias socioambientales.

La sociedad en su conjunto sopesa y valora la necesidad de tomar en cuenta las cuestiones socioambientales, por lo que requiere una respuesta más armónica, coordinada y coherente del Estado y por supuesto, también de las empresas y los inversionistas que cada vez más, tienen que poner más atención a estas temáticas, tanto sociales como ambientales y la interacción con el territorio.

Hoy día un inversionista que no considere el componente de desarrollo local, de equidad territorial y ambiental, y de sustentabilidad en sus procesos, arriesga sus inversiones”.

-¿Cómo cree que desde el mundo empresarial se analiza el actuar de la justicia ambiental, teniendo en cuenta la recurrente queja proveniente de este sector, en cuanto a la demora que presentan muchos proyectos productivos?

“De acuerdo a las conversaciones que he tenido con actores que han recorrido el tribunal y también con actores ligados a la academia y con referentes en estas materias, incluyendo al mundo de los industriales, nosotros permanentemente estamos haciendo talleres y capacitaciones en toda la Macrozona Norte, y uno ve que si bien hay inquietud por supuesto, cada vez hay un mayor entendimiento de la relevancia de estas actuaciones.

Si uno revisa algunas causas emblemáticas, claro, unas se demoran, otras menos, pero en general, hay una valoración respecto del aporte que está haciendo la justicia ambiental y en particular, de los tribunales ambientales, despejando dudas de carácter jurídico y técnico y a complementar la labor del Estado a darle sustentabilidad y paz social a estos procesos.

Pero que los tribunales ambientales como algunos dicen, están deteniendo el desarrollo, eso es una falsedad. Lo descarto de plano. Eso no obedece a ninguna lógica racional, la estadística de datos de las causas no dice eso. La cantidad de casos que se judicializan (…) -para que decir algunos instrumentos del sistema ambiental sectorial -, es un porcentaje menor”.

-Precisamente, ¿cree usted que la propuesta de “agilizar” o “flexibilizar” la tramitación ambiental, debilita la institucionalidad ambiental del país?

“No, todo lo contrario. Yo creo que siempre y como sociedad, estamos llamados a mejorar nuestros procesos y agilizar los tiempos. Efectivamente reconocemos que hay causas que son muy complejas, muy sistemáticas, más encima algunas más mediatizadas. Pero cuando uno revisa una causa, sobre todo cuando uno revisa las causas en la Macrozona Norte que son causas muy grandes, involucran una inversión enorme, es un trabajo arduo.

Pero pese a ello, siempre estamos llamados a optimizar los procesos, a agilizar los tiempos y dar respuestas. Son sentencias robustas, firmes, amparadas en la ciencia, y en el ámbito legal. Y allí somos bastante responsables en apoyarnos en la legalidad vigente y bueno, los tribunales han sido llamados a interpretar la normativa, mas allá de lo que algunas de las partes crea que corresponda”.

-¿Y cuáles son los sectores productivos en donde más se generan conflictos que llegan a los tribunales ambientales?

“En el caso nuestro, recibimos la mayor cantidad de causas asociadas al rubro de la minería, por una razón obvia. Pero también estamos recibiendo bastantes causas asociadas a los temas portuarios y energéticos, que yo creo que son parte de los pilares del desarrollo económico en la Macrozona Norte.

También hay otro tipo de causas, de carácter sanitario por ejemplo, o ruidos, pero son menores. Y por supuesto, tenemos casos asociados al componente Agua y ecosistemas frágiles”.

 

Dominga aún sin plazo

-Justamente en relación a la minería, ¿nos podría adelantar en qué fase está el caso sobre el proyecto minero-portuario Dominga?

“La verdad es que no puedo referirme mucho a ello, porque yo ya no soy juez de esa causa. Lo que sí le puedo decir que cuando lo resolvimos me tocó ser ministro en Ciencias, hicimos un trabajo en terreno, visitamos el lugar con los colegas, hicimos un trabajo bien consensuado de revisión y dimos algunas recomendaciones. Ello fue apelado y la Corte Suprema mandató a que se volviera a revisar esa causa y obviamente eso toma otro tiempo, con todos los procesos que ello involucra, y por eso que ha sido lento este proceso.

De hecho, es una causa muy compleja, con muchas aristas, con muchas variables, múltiples actores. Pero lo que sí puedo decirle es que ha habido un trabajo consensuado, intenso, en donde hemos tenido gran colaboración, pues aquí también está el problema de que hoy estamos carentes de ministros. Ahora nos están apoyando los ministros de la Corte de Apelaciones de Antofagasta, pero la falta de ministros de los tribunales ambientales, también ralentiza los procesos, brecha que también habría que considerar para agilizar estas tramitaciones.

Pero raya para la suma, yo creo que es una causa que pronto va a salir a la luz como sentencia. Hay que tener la tranquilidad de que el tribunal ha hecho un trabajo consensuado, revisando las diferentes aristas y por supuesto, a la luz de los antecedentes expuestos por los actores. Al final es una causa que igual se mediatizó y politizó y eso también enreda un poco la analítica y la objetividad que se pueda hacer del proceso.

Pero al menos, como equipo yo doy fe de que como tribunal ambiental hicimos un trabajo bastante profundo y exhaustivo de esta causa”.

-¿Cree que la mediatización de este proyecto ha afectado la revisión de esta causa?

“Más que la revisión, yo pienso que tiene que ver con las expectativas que se arman. Dominga es uno más de tantos proyectos que ingresan al tribunal y que requieren una solución socioambiental. Pero claro, al mediatizarse, se genera una suerte de abanderamientos a nivel macro incluso, y claramente eso genera un grado de tensión, mas allá por supuesto, de que los tribunales son independientes, autónomos y obedecemos a la convicciones que nos armamos a la luz de los antecedentes que obtuvimos en la causa, y lo que también vamos recogiendo en terreno, además, del aporte de los diferentes servicios públicos, de las partes, y toda la revisión técnico-científica y de soporte que tenemos que hacer para resolver esta causa”.

-¿Podría haber un plazo para la entrega del fallo?

“Sí, yo creo que sí. Así también lo ha afirmado el presidente de nuestro tribunal. Hemos tenido que destinar parte del equipo concentrado en esa causa, que en sí, es una causa muy grande, con muchas variables y que requirió una revisión muy profunda. Pero ya de un tiempo está en redacción y por lo que tengo entendido, debiese ya pronto salir a la luz”.

 

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