• El comercio y los servicios fueron los sectores económicos que más perjudicados se han visto desde el inicio de la crisis social el pasado 18 de octubre.
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EL DIA
En un -3,4% se situó la caída de la actividad económica durante el mes de octubre, periodo en que ese inició el estallido social. Comercio y servicios fueron los rubros más afectados por esta contingencia, mientras el IMACEC minero fue el único que mostró un alza. Dicha cifra estuvo por debajo de las expectativas pronosticadas, por lo que desde el gobierno anunciaron medidas para reactivar la economía.

Durante la mañana de este lunes, el último informe del Indicador Mensual de Actividad Económica, IMACEC, publicado por el Banco Central de Chile, confirmó todos los temores que existían sobre los efectos que la crisis social podía generar sobre la marcha de la actividad económica.

Y es que según el ente emisor, durante el mes de octubre, periodo en que se desencadenó el estallido social, la economía nacional cayó en un -3,4%, en comparación con igual mes del año anterior, cifra que incluso, resultó peor de lo esperado por los agentes económicos, quienes en un inicio, habían pronosticado una caída de la actividad económica entre el 0% y el -3%. Además, este dato es el más bajo registrado desde el mes de julio de 2009 - cuando aún se sentían los efectos de la crisis subprime - situándose en un -3,5%.

Y tal como se esperaba, Comercio y Servicios fueron los rubros que más vieron caer su actividad, producto de los saqueos e incendios de los que han sido víctimas.

“La actividad económica del mes se vio afectada por el desempeño de las actividades de servicios, comercio e industria manufacturera. En los servicios, destacaron las caídas de educación, transporte, servicios empresariales y restaurantes y hoteles”, indica el informe del Banco Central.

A nivel regional, la noticia fue recibida con preocupación. Al respecto, el seremi de Economía, Carlos Lillo calificó la caída de la actividad económica, como “lamentable”.

“Esta cifra responde a la difícil situación que han vivido los servicios, el comercio y la industria manufacturera, y como región, no estamos ajenos a esta situación, porque nuestras pymes, producto de los actos de violencia, también han sufrido mucho daño y eso lo podemos ver a simple vista”, sostuvo la autoridad.

Seguridad y caída de las ventas 

Según Lillo, si bien la urgencia es ir en ayuda especialmente de las pymes, “el principal objetivo es que retorne el orden público, ya que solo de esta manera, todas las líneas de acción que hemos lanzado en beneficio de ellas, cobrarán más fuerza y tendrán el impacto positivo deseado”.

Al respecto, el presidente de la Cámara de Comercio de La Serena, Patricio Araya, reconoció que la cifra dada a conocer este lunes se esperaba, pues “al no vender, obviamente no hay compra, y eso resiente la actividad productiva”.

“Dependiendo del rubro, las ventas fluctúan; hay comerciantes que tienen un 60% menos de ventas, otros un 80% menos, y hay otros locales que no han tenido ventas, porque incluso, han cerrado sus locales hasta que no vuelva la tranquilidad. A su vez, hay algunos locatarios que han comenzado a reducir personal porque no alcanzan las ventas para cubrir los costos fijo”, señala Araya.

En ese sentido, el dirigente local del gremio, señaló que como primera prioridad se debiese avanzar en el restablecimiento del orden público. “Una vez que esté reestablecido eso, se va a poder reactivar el comercio, porque la gente dándole seguridad y comodidad en el centro, van a volver a comprar”.

Asimismo, junto con exigir más fiscalización  en el control del comercio callejero, Araya hizo un llamado al público serenense “que compre en los negocios que están establecidos, porque, primero se conoce la procedencia del producto, los productos tienen garantía, y además, también estamos pagando personal y seguridad social”. Al mismo tiempo señaló, se pretenden implementar estrategias comerciales como precios especiales y ofertas para hacer más atractivas las compras en los locales del centro.

Lo que viene

Para el futuro inmediato en tanto, las proyecciones de la economía no son muy halagüeñas, pues para los expertos, la recuperación o no de la actividad está en directa relación con el apaciguamiento de la crisis social por la que atraviesa el país.  

Pablo Pinto, ingeniero comercial, doctor en Negocios y director de la Escuela de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica del Norte, recordó que en estos casi dos meses de estallido social, las empresas han funcionado en promedio en un 55% menos, lo que ha generado un decrecimiento en la actividad económica, especialmente en el comercio.

“Era esperable lo que ocurrió con el comercio en el sentido de las ventas. Hay que recordar que la mayoría de los encuestas demostraron que la mayoría de las personas han disminuido sus gastos, así como también la propensión a la inversión. De manera que lo que uno podría esperar es que esto podría afectar proyectos inmobiliarios en el corto plazo, por ejemplo”, aseguró.

Sobre el comercio y servicios, Pinto señaló que en nuestra región “el comercio, hoteles y restaurantes corresponden a un cuarto de la mano de obra total empleada. De manera que una disminución en las ventas en estos sectores se traduce en una posibilidad de mayor desempleo y por cierto, en menos ingresos para personas que viven de esas actividades”.

Por eso insistió en que lo que se pueda esperar de aquí en adelante “va a depender de que se pueda resolver la coyuntura social que está afectando al país, porque eso va a permitir que las empresas puedan enfocarse en lo productivo, que es lo que se ha descuidado en el último tiempo”.

Propuestas para ayudar

Sobre algunas medidas para ir en ayuda de los micro, pequeños y medianos empresarios, el director de la Escuela de Ciencias Empresariales de la UCN sostuvo que es necesario implementar medidas contracíclicas que permitan reactivar la actividad económica.

Entre las más destacables está poner a disposición la capacidad de gasto y compra del Estado en beneficio de las pymes. “En la medida que el Estado pueda acelerar sus procesos de compra o sus procesos de licitaciones, efectivamente eso puede generar mayores posibilidades de ingreso en el corto plazo”.

Además, señaló la importancia de que se establezcan, al menos mientras dure la actual contingencia, subsidios directos a las pymes, por ejemplo en apoyo a la mano de obra empleada.

“Hay que recordar que en la región de Coquimbo, micro, pequeña y mediana empresa congregan alrededor del 70% de la mano de obra empleada. Y si la mano de obra en la región es alrededor de 380.000 personas, estamos hablando que cerca de 300.000 personas se mueven en torno a estas empresas. La idea es facilitar a las personas para que puedan seguir siendo empleadas sin que pierdan poder adquisitivo en condiciones en que sus empresas no están en su máxima producción”, argumentó

Cabe señalar que el gobierno anunciaría un nuevo paquete de medidas para reactivar la economía nacional, lo que se suma a otras iniciativas al respecto que el Ejecutivo ya ha puesto en marcha.

 

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