Un difícil y grave panorama vive hoy el turismo regional.
Y es que a los efectos que tuvo sobre este rubro el estallido social –efectos de los cuales, el sector recién comenzaba apenas a recuperarse – se sumó ahora la situación generada por la pandemia del coronavirus, y la parálisis económica general que éste ha provocado.
En efecto, para los actores del gremio, este último aspecto es el que más daño ha hecho, pues en un país y en una región paralizada, sencillamente no hay viajes ni turismo. Y por ende, no hay ingresos, ni actividad. El COVID-19 ha venido pues, a ahondar más la difícil situación que el turismo arrastraba desde el estallido social.
Así lo señala la presidenta de la Cámara Regional de Turismo, Laura Cerda, quien, con cifras concretas dio a conocer un esbozo sobre la situación actual.
Es así como a partir de un levantamiento de las 100 empresas que son socias de la cámara, cerca de un 80% contempla el cierre temporal de su establecimiento, incluyendo hoteles, agencias de viaje, y restaurantes. A su vez, ese mismo 80% declara que, dependiendo de si la situación de emergencia sanitaria se extiende en el tiempo, no descartan un cierre definitivo de sus locales.
“Esto pasa porque son empresas familiares donde los ingresos los obtienen absolutamente de sus propios negocios, ya que no trabajan en otra cosa, por lo tanto, no pueden mantener un local de ese tipo ni menos a sus colaboradores”, señaló la dirigente gremial.
Sin recursos
A esta situación se suma que, respecto a la capacidad de endeudamiento que tienen estas empresas para financiar un capital de trabajo, un 94% aseguró que carecen totalmente de ello.
Esta situación lo explica de este modo la presidenta de la Cámara Regional de Turismo: “si comparamos la movilidad que tuvimos este año a partir del 18 de octubre de 2019, hacía 4 años que veníamos con una curva ascendente en términos de movilidad desde el 10 de diciembre al 25 de marzo inclusive. Ya no teníamos estas bajas, ‘bajas’, o estas altas, ‘altas’, sino que pudimos lograr una curva bastante pareja, con una ocupación promedio de restauración, agencias y alojamiento - dependiendo del sector -, incluso de un 70% hacia el mes de marzo”.
Ello permitía pues, a las empresas de turismo, “contar con un colchón para la temporada de menos afluencia entre marzo y agosto. Y a partir de septiembre volvía a aumentar nuevamente esta movilidad. Pero dada la situación que se produjo producto de la crisis social, ese colchón, esas espaldas que generaba el empresario del turismo y del comercio asociado a éste, lamentablemente ya no existe”.
“Nosotros tuvimos un veranito de San Juan en febrero que además, se trabajó con tarifas que no son correspondientes a lo que es una temporada de alta afluencia. Entonces un 94% declara no tener las capacidades para financiarse con capital de trabajo. Solamente un 6% lo tiene. ¿Y quiénes son ese 6%? Las medianas empresas que indudablemente que están en la cámara, pero que son un porcentaje mucho menor, pues el 90% son pymes, y de las pymes, un 80% son negocios familiares”, agregó Laura Cerda.
La presidenta de la cámara compara la situación actual del turismo con el resto de los gremios como la pesca, la minería, o con agricultura, “y todos tienen en promedio de movilidad de un 60% dependiendo de los sectores. Pero el sector turístico está en 0. Y ya no tiene ese colchón que se hacía en los años anteriores dada esta problemática que se gestó. Entonces se sumó ahora, una situación muy grave que tiene que ver con la pandemia”, afirmó.
Parálisis
Esta mirada la comparte plenamente, Cristián Clavero, presidente de la Asociación de Servicios Turísticos A.G. de la Región de Coquimbo, ASERTUR, quien expresó que “cerca de un 95% de las agencias de turismo en la zona están cerradas. Porque la verdad, es que no se puede hacer nada. No se puede mantener el negocio abierto si no hay un margen de público. No hay turismo a nivel nacional”.
En ese sentido, el pronóstico que realiza el empresario es sombrío: de mantenerse esta situación dentro de los próximos meses, “nos vamos a ver muy complicados, al punto de cerrar. Y he tenido conversaciones con colegas, cuya situación lamentablemente, no da para más”.
Clavero advierte que “estamos en una región en donde el turismo todavía es bastante estacional, no es una región donde vivamos del turismo los 365 días del año, sino que tiene más bien sus altos y bajos. La verdad es que estamos viviendo una situación bastante crítica”.
Clavero insistió en que “estamos en 0 movimiento, hasta quien sabe cuándo. Ya de partida, los tres meses que se implementó con estado de catástrofe, estamos hablando de 90 días en que estaremos sin generar ingresos y sin saber tampoco de donde poder recurrir a algún tipo de ayuda”.
Jacob pide no venir
En medio de este critico escenario, el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, a través de un video emitido por las redes sociales, hizo un llamado a abstenerse de venir a vacacionar a la zona.
“Se acercan las fiestas de Semana Santa, una fiesta que generalmente la gente las pasa en familia. Por eso, yo les quiero pedir un favor muy especial: no vengan a La Serena”, afirmó.
El edil agregó que “el virus se trasmite persona a persona, no queremos que aumenten los contagios, no queremos que las familias, en vez de disfrutar de paz y de amor, mas encima se vean, en peligro por la gente que viene de otros lugares. Es preferible que terminemos luego con esta pandemia. Después serán recibidos con mucho cariño en la ciudad de La Serena”.
Medidas concretas
Desde el gremio del turismo, pretenden dar a conocer estas cifras a la autoridad con el fin de acordar una serie de herramientas necesarias para auxiliar -de alguna forma- al sector.
En ese sentido, la presidenta de la Cámara Regional de Turismo, Laura Cerda, manifestó que “el paquete de medidas económicas que se ha dado a conocer a nivel nacional, claro que nos ayudan, pero hay una gran cantidad de pymes turísticas que no están siendo adecuadamente abordadas en términos de cómo vamos a salir de esta catástrofe”.
En ese sentido, explicó que si bien, a mediados de marzo, los actores del turismo mantuvieron reuniones con las autoridades por este tema, se hace necesario avanzar en medidas más concretas para sostener la actividad turística, sin dejar de lado por cierto, un tema fundamental para ellos: la dificultad de acceso a financiamiento.
“La banca es un tema no menor, pues no hemos logrado ver todavía la flexibilidad y la solidaridad como para que puedan bajar ese interés para alivianar el bolsillo de los usuarios y en este caso, de los empresarios turísticos. Aquí hablamos de pymes, pero también de sus colaboradores. El impacto va a ser bastante grande”.