De aspecto amigable y cercano, Gerardo Chilla es un trabajador sordomudo que tiene 10 años laborando en el supermercado Unimarc de la Avenida Balmaceda en La Serena. Comenzó como colaborador en aseo interno, pero gracias a su disposición y espíritu proactivo, ascendió hasta convertirse en el encargado de la bodega de materiales.
Le gusta tanto su trabajo que siempre está dispuesto a colaborar en otras áreas, generalmente en servicio al cliente, donde tiene trato directo con el personal y con los usuarios para ayudarlos en lo que necesiten.
Gerardo se ha ganado el corazón y la confianza tanto de sus compañeros como de sus jefes por ser un colaborador ejemplar, que da más de lo que se le pide. Su mística le ha hecho merecedor del premio a mejor trabajador del mes en varias ocasiones.
Una historia de superación y voluntad que bien vale la pena replicar, a propósito de la aprobación del proyecto de ley que promueve la inclusión laboral en el país, en abril de este año.
El Senado respaldó de manera unánime esta iniciativa, la cual propone que al menos el 1% de los puestos de trabajo en empresas con más de 100 trabajadores sean destinados a personas con alguna discapacidad física, mental o sensorial.
El instrumento pasó a evaluación del Tribunal Constitucional, y esta instancia publicó su análisis del proyecto el pasado 16 de mayo en su sitio www.tribunalconstitucional.cl, resaltando que el documento se adecua a la Constitución Política. Actualmente solo se espera por su promulgación y publicación.
Pero, ¿realmente se necesitaba una ley para promover la inclusión laboral en las empresas chilenas? Y ¿qué tan extendida está la contratación de personal con discapacidad en la región de Coquimbo?
Las respuestas a estas interrogantes depende mucho de la perspectiva sobre el tema.
NORMATIVA AMPLIA
Según el Seremi del trabajo Rodrigo Bravo, los esfuerzos para impulsar la inclusión laboral vienen de antes de aprobar el proyecto, en una labor conjunta con organismos como el Ministerio del Deporte, de Desarrollo Social y el Senadis.
“En la región, hemos promovido la contratación de personas con discapacidades y frente a esto, cuando los empleadores han contratado, hemos realizado acciones para de una u otra forma reconocer la actividad que ellos promueven, incluso la Cámara Chilena de la Construcción trabaja muy bien este tema”, explica.
También comenta que no solo se trata de contratar, sino de adecuar las instalaciones de todas las construcciones para que la gente tenga mayor accesibilidad.
“Esta ley es bastante amplia. No es sólo para que las personas con discapacidad tengan mayor empleabilidad, sino que también todos y cada uno de los chilenos tengan la posibilidad de movilizarse sin problemas. Nosotros necesitamos visibilizar al más de 20% de chilenos que tienen alguna discapacidad”, apunta.
Bravo recalca que la situación de la legislación laboral chilena es bastante añeja, y el nuevo instrumento “terminará con la discriminación salarial mediante la derogación del artículo 16 de la ley 18.600, que permitía que las personas con discapacidad mental, por ejemplo, percibieran salarios menores al salario mínimo, lo que era completamente injusto y poco inclusivo”.
“Desde este nuevo proyecto de ley hay una mirada mucho más humana con respecto a las personas que presentan alguna discapacidad en el país. Queremos que formen parte del aparato productivo y se sientan personas valiosas para la sociedad, como son tan valiosas para las familias a la que ellos pertenecen”, expresó.
UNA CUESTIÓN DE VALORES
Aunque en un primer momento para las empresas puede suponer un desafío contratar personas con discapacidad, rápidamente se dan cuenta del acierto que es tener entre sus colaboradores a alguien que se siente motivado por trabajar pese a sus limitaciones.
Frecuentemente, esta decisión va estrechamente ligada a los valores de cada compañía, por lo que muchas promueven programas de contratación especiales, alianzas estratégicas con organizaciones sin fines de lucro y participan en procesos de certificación que las avala como empresas socialmente inclusivas.
Esta es la resolución a la que llegan los empresarios consultados sobre el tema, quienes además señalan que, si bien siguen de cerca la aprobación de la nueva Ley de Inclusión Laboral, el asunto de contratarlos no se hace por obligación, sino por un compromiso con este grupo social que se merece las mismas condiciones y oportunidades laborales que los demás.
Al respecto Martín Bruna, presidente de Cámara Chilena de la Construcción en La Serena, expresa que actualmente el número de personas con discapacidad que trabaja en el área es mínima, sin embargo, este año se espera alcanzar el 1% de la dotación con personal que tenga alguna discapacidad, especialmente en empresas con más de 100 trabajadores.
"Hemos podido conocer ejemplos de personas con cierto grado de discapacidad que cuentan con un criterio, tesón y esfuerzo tremendos y dignos de destacar, de manera que nos hemos comprometido que toda persona que quiera aportar a la industria de la construcción sea parte de ella, sin importar su condición física", asegura.
Entre las iniciativas del gremio también se cuenta la adhesión al proceso de certificación como Empresa Socialmente Inclusiva, un proyecto del Estado en el que se aplican patrones rigurosos para cumplir lo estipulado por la Mutual de Seguridad en esta materia.
“Estamos muy contentos con ello y felicitamos a las empresas socias del gremio que también tomaron esta iniciativa como propia", dice Bruna.
Por su parte Francisco Chávez, gerente regional del supermercado Unimarc, señaló en entrevista con Radio Mistral que el programa de inclusión laboral que lleva adelante esta empresa desde el 2011, es una decisión estratégica que responde al compromiso que tienen con las personas con discapacidad para que puedan desarrollarse laboralmente y potencien sus habilidades.
“Esto nos ha permitido como compañía tener más de 200 colaboradores con algún grado de discapacidad, física o cognitiva en nuestras diferentes tiendas a lo largo de las 15 regiones del país (…) es parte de la línea de la compañía y no porque se venga una nueva ley. ”, aseveró.
Sobre la experiencia específica de trabajar con empleados con discapacidad como Gerardo Chilla, el gerente declara que es enriquecedora.
“Uno va entiendo que estas personas tienen un nivel de importancia máximo, porque para algunos incluso es un esfuerzo poder movilizarse o levantarse en la mañana, y lo hacen para poder ir a trabajar (…) hemos tratado de ir desarrollando y modificando la infraestructura en nuestras tiendas, también nos enfocamos en el tema de discapacidad para desarrollar una mejor relación entre los compañeros de trabajo”, precisó.
En cuanto al proceso de selección, Chávez explicó que para ello se coordinan con la Fundación Descúbreme, una institución que administra fondos para personas con discapacidades cognitivas, y que además de promover espacios educativos, fomentan las actividades laborales.
TENDENCIA EN AUMENTO
No es solo un propósito que capta el interés de grandes cadenas empresariales. Actualmente son varios los emprendedores de la región que suman a su equipo personas con discapacidad, pues razonan que es una manera de retribuirle a la sociedad todo lo que ellos han recibido a través de sus negocios.
Ese es el pensar de Frano Petit, uno de los dueños del restaurant Ciudad Capital de La Serena y quien junto a su socio, Ismael Varela, decidieron contratar a Andrea, una joven ciega y muy apasionada por la cocina que trabaja como asistente tres días a la semana.
”Habíamos pensado desde hace mucho rato hacer algo inclusivo, pero nos complicaba un poco porque tenía que ver con el tema de la cocina. Aquí hay fuego, cuchillos y cuando llega mucho público es bastante el movimiento, así que habían probabilidades de que pudiese pasar algún percance”, recuerda el empresario.
Explica que a la familia de Andrea la conoce desde hace muchos años, pues es amigo de su hermano Tomás, a quien se le desarrolló la ceguera a los 16 años.
“Con él tengo una relación súper cercana y comentándole de esa inquietud me dice que Andrea está haciendo el curso de cocina. Hablé con mi socio, y decidimos asumir la oportunidad de tenerla en el equipo de trabajo”, narró.
Aunque la llegada de la joven supuso un desafío importante por el miedo que hubo al principio, Petit confiesa que Andrea es una trabajadora fiel, comprometida, que lleva alegría al local, porque genera entre sus compañeros un sentido de preocupación para que ella se sienta cómoda y realice sus tareas sin problemas.
Andrea también expresa lo bien que se siente formar parte del restaurant y poder ejercer el oficio para el cual se formó.
“Yo perdí la vista a los 19 años y comencé a hacer el curso de cocina después. He hecho varios cursos pero me costó mucho encontrar pega, por eso me siento súper bien acá. Me encargo de las preparaciones de las hamburguesas, corto pepinillo o el tomate. Mis compañeros me van diciendo cómo hay que hacerlo y yo lo hago”, detalla.
El nivel de compromiso que tiene este restaurant con la causa, los llevó a trabajar junto con el colegio Luis Braille para diseñar dos cartas nuevas que permitan mejorar la experiencia de las personas con discapacidad visual en el local.
“Si alguna persona con discapacidad quiere venir algún día, queremos que tenga las mismas comodidades que los demás clientes. También estamos abriendo un segundo local y vamos a contratar a un chico con discapacidad, porque por la experiencia con Andrea, sabemos que hay que atreverse a hacerlo”, afirma Frano Petit.
Son estos detalles los que van allanando el terreno para una verdadera inclusión de las personas con alguna discapacidad, no solo en el plano laboral, sino en el diario vivir. 6101Ri
EL MENSAJE PARA LAS EMPRESAS
Ante la renuencia que pudieran tener algunas empresas a contratar personas con discapacidad, este es el mensaje que les dejan las personas que han trabajado junto a personas con alguna limitación, a partir de su experiencia:
Francisco Chávez, gerente regional del supermercado Unimarc:
“El esfuerzo y corazón que le colocan al trabajo, más la motivación que pueden generar en el entorno de sus compañeros es tremenda. Yo invitaría a todos los empresarios que aún no participan en este proyecto a que participen, porque es muy enriquecedor trabajar junto a personas que tengan alguna discapacidad”.
Rodrigo Bravo, Seremi del Trabajo:
“Yo creo que con este tipo de medidas (el proyecto de ley de inclusión laboral), más las diferentes actividades que han desarrollado tanto la municipalidad de La Serena y Coquimbo, ha habido cada día mayor apertura para contratar personas con discapacidad. Esto es un trabajo educativo, de comprensión y de abrir los corazones, tanto de los empresarios como de las personas que contratan”.
Daniella Tabilo, jefe de recursos humanos en supermercado Unimarc:
“Quizás en una primera instancia pueden tener miedo a que no puedan entregar lo que uno necesita de parte de un trabajador, pero con la historia de Gerardo, o de otros trabajadores que tienen otra discapacidad, nos hemos dado cuenta que no es así, que ponen el 100% o el 200% para poder dar lo mismo o quizás más de lo que da un trabajador que tiene todas sus capacidades”
Frano Petit, socio del restaurant Ciudad Capital de La Serena:
“Yo los invito a sacarse esos prejuicios, a atreverse un poco y buscar ayuda. De ahí te vas a dar cuenta que probablemente es una de las mejores inversiones que puedes hacer, tanto para el clima laboral interno, como para tus trabajadores y para aportar un granito a la sociedad”.
ENCUENTRO EMPRESARIAL
Son varias los proyectos que en la región se ejecutan para seguir reforzando a nivel local la inclusión de personas con discapacidad en diferentes áreas, especialmente en el trabajo. Ante esta premisa, el Departamento de Discapacidad de la Municipalidad de La Serena, organizó un encuentro empresarial el pasado 25 de abril al que fueron invitados empresarios de la comuna, organizaciones, escuelas especiales y oficinas de intermediación laboral de la región.
Johana Ceballos, jefa del departamento municipal, resaltó que este tipo de actividades sirven para visualizar la temática de discapacidad desde distintas áreas. “Tenemos una mesa de trabajo inclusiva, en la que tratamos nuevas iniciativas y analizamos nuevos modelos para generar una inclusión efectiva”, apuntó.