• El Social Cowork de la Fundación Emprépolis abre postulaciones para recibir nuevos proyectos el próximo 15 de febrero. Foto: Nicole Núñez
  • Emprendedores y profesionales de todas las áreas trabajan en los coworks para impulsar sus ideas de negocio. Foto: Nicole Muñoz.
  • En los espacios colaborativos se realizan talleres y capacitaciones permanentes. Foto: La Brújula Cowork
Además de ofrecer un servicio pagado a trabajadores independientes que buscan un lugar diferente en dónde desarrollar nuevas ideas, los coworks de la ciudad captan potenciales emprendedores para ayudarlos a concretar su idea de negocio

Hace un año, los espacios de trabajo colaborativos, (mejor conocidos como Coworks), era un concepto desconocido en el imaginario de los habitantes de La Serena. Hoy día, el panorama es diferente: Son cientos de personas, entre emprendedores y equipos los que se unen a esta tendencia inspiradora que va en franco crecimiento para impulsar proyectos de negocio innovadores con profundo sentido social.

Aunque esta forma de trabajo tiene amplia aceptación a nivel mundial y es bastante conocida en Santiago, en nuestra ciudad se encuentra en una etapa de consolidación. Así se expresan aquellos quienes lideran los coworks de La Serena, al tiempo de realzar lo atractivo que resulta para muchos relacionarse con otras personas, hacer negocios y construir redes en un espacio interesante que lo tiene todo para convertir ideas en emprendimientos factibles.

Desafío inicial

Karina Salas, gerente de La Brújula Cowork, el primer espacio de este tipo instalado en La Serena, explicó que los primeros seis meses fueron desafiantes, al tratar de dar conocer el concepto y que la gente se sintiera involucrada.

“El proyecto fue iniciativa de la Corporación de Desarrollo Social del Sector Rural (Codesser) y cofinanciado por la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo). Abrimos puertas al público a finales de enero de 2016 y la verdad es que fue súper difícil al principio porque al ser los primeros, la gente no conocía muy bien esto de trabajar con una persona que no conocía al lado”, relató.

Salas explicó que durante un año se dedicaron a divulgar los beneficios del cowork, a través de actividades, charlas y talleres con emprendedores potenciales de la región, “para que el concepto se fuera instalando y ellos pudieran probarlo”.

Una vez que se desarrollaron las estrategias de acercamiento a los clientes, Salas aseguró que la perspectiva cambió y los mismos emprendedores reconocieron que su productividad aumentó el doble en estos espacios de trabajo.

La misma opinión sostiene Manuel Escobar, director ejecutivo de la Fundación Emprépolis, la cual maneja el Cowork Nueva Costanera, al hacer referencia del trabajo inicial para dar a conocer la empresa.

“Abrimos en mayo y durante los primeros meses era difícil, porque la gente que pasaba por acá nos preguntaba qué era lo que hacíamos. No está en el imaginario de los emprendedores o de la población esto de los coworks. En Santiago es algo más potente y a nivel internacional por supuesto sí, aunque ahora tenemos muchas expectativas pues en diciembre y enero hemos tenido mucho más coworkers pagados”, destacó.

Escobar afirmó que el trabajo colaborativo, a diferencia de las oficinas virtuales, se basa en ver caras, conversar, encontrarse y ayudar. “Esperamos que este año se incremente la cantidad de personas que entiendan sobre esta modalidad de trabajo y la valoren”.

Apoyo a emprendedores

Además de ofrecer el servicio de oficina a profesionales independientes y trabajadores freelance, uno de los objetivos más importantes de los coworks que funcionan en La Serena es apoyar el desarrollo de emprendimientos, con asesorías, búsqueda de financiamiento y acompañamiento en todo el proceso, hasta lograr una factibilidad en términos económicos y sociales.

Al respecto, Manuel Escobar, señaló que la Fundación Emprépolis lleva adelante un proyecto denominado Social Cowork, para apoyar de forma gratuita a emprendedores de distintas actividades económicas.

“Lo que nosotros hemos descubierto es que los emprendedores en situación de vulnerabilidad no tienen acceso a espacios adecuados, en donde tengan la suficiente cantidad de redes de apoyo que les permitan desarrollar su emprendimiento. En ese sentido, la fundación trabaja con aquellos emprendedores que están en desventaja, para generarles oportunidades con las que puedan emprender sus proyectos”, manifestó.

Escobar indicó que dos veces al año abren la convocatoria para que los emprendedores interesados postulen al programa y de resultar calificados, puedan obtener una membresía gratuita que les permita trabajar en el Cowork, recibir asesorías personalizadas, e incorporarse a las actividades de capacitación que se realizan durante el año.

“El próximo 15 de febrero abrimos la nueva convocatoria a través de nuestra página web y las redes sociales de Fundación Emprépolis. Solo deben llenar un formulario online muy sencillo, en el que preguntamos un poco sobre su experiencia, su idea de emprendimiento y en qué nivel está de desarrollo”, precisó.

Añadió que después de la preselección, se comunican con los elegidos, quienes deben hacer una presentación de su proyecto en el Cowork. En total, se otorgan 15 cupos por cada semestre para que los nuevos emprendedores puedan desarrollar sus proyectos.

“Trabajamos con 46 emprendedores durante el año 2016. Varios de ellos ya están en la etapa de consolidación de negocios, los ayudamos a realizar sus primeras ventas, y algunos pasaron a ser coworks permanentes”, puntualizó Escobar.

Asimismo, La Brújula Cowork también trabaja de la mano junto a emprendedores independientes para impulsar sus proyectos.

“Nosotros hemos logrado levantar 12 nuevos proyectos con financiamiento de Corfo, que se incuban en La Brújula para desarrollarse. El financiamiento en promedio alcanza los 25 millones de pesos cada uno, además los apoyamos en el desarrollo de esos emprendimientos, los acompañamos por lo menos durante un año”, comentó Karina Salas, gerente general.

Salas informó que en el cowork se han perfeccionado 23 proyectos en total, de los cuales 12 son nuevos. “Los números en ventas que han generado nuestros coworkers alcanzan los 2.3 millones de dólares”.

Espacio para todos

Los encargados de los espacios colaborativos en La Serena aseguran que el número de personas dispuestas trabajar bajo esta modalidad viene aumentando paulatinamente.

“Por aquí han pasado entre 70 y 80 emprendedores de todo tipo (…) del área digital o diseño, los que desarrollan plataformas de comercio electrónico, de arquitectura y construcción, hasta emprendimientos pequeños y sencillos. Tuvimos una emprendedora de tejidos de croché, un negocio de frutos secos, es muy variado, lo que le agrega valor al social cowork porque aquí caben todos”, expresó Manuel Escobar de la Fundación Emprépolis.

Por su parte, Karina Salas, declaró que a las actividades realizadas dentro y fuera de La Brújula Cowork, han asistido unas 1.500 personas.

“Nos dimos cuenta que efectivamente hay harta gente interesada en emprender, innovar y relacionarse con otros. Actualmente tenemos cerca de 20 emprendedores y profesionales freelance trabajando y la sinergia entre ellos es muy buena”, sostuvo.

 

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