Empresas de eventos de la región se ven a la deriva producto de la crisis sanitaria

“Para nosotros el tema de la pandemia ha sido desastroso”. 

Así lo deja en claro desde el comienzo, el empresario serenense Rogelio Carvajal, dueño de Rent Light,  productora de eventos y espectáculos, cuando se le pide que haga una breve síntesis de lo que han sido para él y para su rubro, estos meses de emergencia sanitaria. 

“El estado en general del espectáculo y del entretenimiento está con ingresos cero. Lamentablemente, a diferencia de otros rubros que pueden tener ingresos por delivery u otras actividades, nosotros basamos nuestra génesis en la convocatoria de personas, cosa que hoy no se puede realizar”, explica. 

En efecto, desde el primer contagio de Covid-19 en la Región de Coquimbo, uno de los sectores que inmediatamente fueron afectados por las restricciones impuestas para evitar el aumento de contagios, fueron los espectáculos y reuniones masivas de personas. Eso sí, aclara Carvajal, el problema comenzó mucho antes. 

“Desde el estallido social del año pasado estamos viéndonos afectados con la suspensión de grandes eventos que habíamos desarrollado en años anteriores como por ejemplo, el Festival de La Serena, al igual todos los eventos municipales de la conurbación que tampoco se han desarrollado en el año. Además, en septiembre, La Pampilla de Coquimbo no va y no va a haber ninguna otra actividad en septiembre”, lamenta.

Situación delicada

Una opinión similar tiene José Retamal, productor de Espacio Serena Norte, quien reconoce que dada la coyuntura, “hay pocas posibilidades de hacerle frente a esto”.

Ahora bien, sobre la actual situación de estas productoras, muchas han logrado acceder a ciertos beneficios que el Estado ha dispuesto para afrontar la pandemia, como es la Ley de Protección al Empleo – evitando el despido masivo de trabajadores – o a los créditos Fogape.  

No obstante explica José Retamal, no todas las productoras de eventos han podido acceder a estos instrumentos, en especial, las empresas más pequeñas e informales. 

Además, está la incertidumbre que genera el no saber cuándo van a poder volver a operar y si vuelven, cómo lo van a hacer. 

“Estamos temerosos de nuestro retorno, porque la verdad no sabemos si en el minuto de volver nuestros ingresos van a ser lo suficiente como para poder mantener todo nuestros gastos, y la continuidad de la empresa en el tiempo”, explica Rogelio Carvajal. 

Por su parte, Rolando Espejo, de Espejo Producciones, recalcó a El Día, que no se debe olvidar que “detrás de cada productor hay varias familias que se ven perjudicadas, que son quienes se dedican al arriendo de servicios como audio, iluminación, carpas, catering, etc. Hay un sinfín de colegas que viven de esto y que hoy día la están pasando mal”.

Excluidos

A la espera del resultado de las conversaciones entre representantes del gremio y las autoridades económicas en Santiago, el dueño de Espacio Serena Norte, explicó que de momento, está esperanzado en que la actual situación comience a levantarse progresivamente, especialmente, a partir de octubre y noviembre. Mientras tanto, y a la espera de que llegue ese momento, Retamal explica que está trabajando “a full”, en los “protocolos (sanitarios) para la vuelta. Nos estamos preparando para volver y poder así, asegurarles a nuestros clientes que no corren ningún riesgo al venir a nuestro centro de eventos”.

Para Rogelio Carvajal en tanto, la autoridad no está consciente aún del daño que esta crisis ha generado a las empresas de espectáculos, y eso pasa a su juicio, “porque somos muy pocos, por lo tanto, tampoco somos una voz muy fuerte en términos de masa. Yo creo que hoy estamos cada uno intentando subsistir de manera individual, pues las entidades que se han agrupado son básicamente del rubro artístico. Y nosotros estamos ahí, un poco excluidos”.

Ante esa realidad, Rolando Espejo, de Espejo Producciones, insistió en que “somos el rubro más afectado de la crisis, sin embargo nadie nos ve, hoy día somos invisibles. Todo el mundo se fija en el artista que está delante, el rostro visible, pero nosotros, los que estamos detrás de cada espectáculo no somos considerados”, argumentó.