Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
La demanda se mantiene muy estimulada debido a la mayor liquidez existente producto de los retiros de las AFP, entre otros aspectos, lo que ha beneficiado especialmente a la venta de autos usados, generando un verdadero boom de estos últimos.

Entre los numerosos efectos económicos que ha dejado la pandemia a su paso, están los cambios que ésta ha generado en el mercado automotriz, rubro que hasta el día de hoy sigue sufriendo los golpes de la crisis sanitaria. 

Producto de esta situación, y en primera instancia, la demanda por autos nuevos ha sido explosiva frente a una oferta que hasta el momento ha sido imposible de volver a los niveles de producción pre-pandemia, lo que ha generado quiebres de stock y por ende, largas esperas de hasta varias semanas para comprar un auto nuevo. 

¿Las causas? Problemas en la fabricación de chips, cierre o suspensión de turnos en las fábricas producto de la pandemia y la interrupción de la cadena logística mundial, situaciones que afectan directamente a países como Chile, que son importadores netos de vehículos. 

Y lo cierto es que todo indica que el retorno a la normalidad no sería tan rápido como se cree. 

“La escasez de autos tanto nuevos como usados, sigue siendo un tema relevante en la industria automotriz. En Chileautos, el stock de avisos para la venta ha caído un 51% respecto a los niveles pre-pandemia”, explica el gerente general de este portal de venta, Andrés Cooper, quien sostiene que durante los meses de octubre 2020 a enero de 2021, los niveles estuvieron aún más bajos, llegando a ser un 33% de los niveles pre-pandemia.

“Durante los últimos meses hemos visto que la demanda ha estado bajando levemente, pero aún está a niveles muy altos, por lo que se ve lejos una normalización”, agrega.

Segunda opción



Producto de los inconvenientes que se han generado en el mercado de venta de vehículos 0 kilómetro, es que las personas se han volcado a comprar autos usados, lo que para muchos clientes resulta ser una opción más que viable debido a que éstos son con entrega inmediata y sin las largas esperas que hoy existen en buena parte de las automotoras respecto a los autos nuevos. Ello, a pesar de la presión al alza de los precios de los autos usados producto de la mayor demanda de hasta un 40 o un 50% inclusive. 

No obstante, la alta preferencia que los consumidores han mostrado por comprar vehículos de segunda mano también ha generado cierta estrechez en el stock disponible. 

Por ejemplo, Manuel Farías, gerente autos usados y semi nuevos de Automotriz Carmona, explica que la actual escasez de autos usados se explica en gran medida porque “la gente al estar a la espera de alguna renovación con relación a algún auto nuevo, no entrega aún el vehículo, y en la medida que le va llegando el auto -que tienen demoras largas de hasta 6 meses- logran comercializar antes su vehículo o definidamente desisten de la idea. Pero hay poco stock en las automotoras, y de los que tenemos, tenemos menos, pero hemos sabido llevar la escasez”, advierte.

A juicio del ejecutivo, esta situación incluso podría extenderse hasta en un año más. De hecho agrega, para los primeros meses de 2022 las estimaciones hablan entre en un 50 a 60% menos de stock.

De todas maneras, la ventaja de los autos usados se mantienen: “son para entrega inmediata, y no hay que esperar tres, cuatro o hasta seis meses para recibir el auto. Y eso ha llevado a que se vacíen los salones de venta de usados, pues no dependemos de las fabricas sino de lo que hay, y la gente busca la inmediatez, querer tener rápidamente lo que se está pagando”, expresa Farías. 

¿Mejora a largo plazo?



No obstante, a juicio de Andrés Cooper, gerente general de Chileautos, existirían algunas señales a las cuales habría que estar atentos durante el próximo año que podrían cambiar en algo el panorama, al menos respecto al mercado de los autos usados, aunque tampoco de forma tan dramática.

“Hay factores que estimularon la demanda durante este año que ya se empiezan a alejar y harán que la demanda por autos usados baje, trayendo como consecuencia un mayor stock. Por ejemplo, se prevé que la economía se comience a desacelerar, los incentivos económicos comenzarán a disminuir, y la gente con las vacunas está sintiendo menor temor a contagiarse, por lo que habrá menor interés por comprar un auto para no contagiarse. En definitiva, para el 2022 esperamos una mejora del stock, pero no radical, ni una recuperación total”, aseguró Cooper.

 

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