Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
Locatarios de la feria “Frutos del Norte”, ubicada en la comuna-puerto, acusan que debido a la falta de control, hoy se enfrentan a una verdadera competencia desleal por parte de los comerciantes informales.

Molestia existe entre los locatarios de la feria “Frutos del Norte”, ubicada en Coquimbo, quienes acusan falta de fiscalización y competencia desleal por parte de los comerciantes ambulantes que se establecen en sus calles aledañas. 

Y es que al igual que lo que sucede en La Serena y en otras ciudades del país, el comercio ilegal se ha convertido en un problema de proporciones para los locales establecidos de diversos rubros que ven cómo, en las puertas de sus locales, deben tolerar una situación que va en claro desmedro suyo, poniendo en riesgo a mediano y largo plazo, su propia existencia como negocios. 

“Afuera de donde trabajamos, independiente de que haya cuarentena o no, está lleno de comercio ilegal, y jamás a ellos se les ha fiscalizado. Como no tienen iniciación de actividades no pueden hacer nada los inspectores. Pero resulta que esa gente llega con furgones, con camiones y con camionetas, ocupan toda la calle y la vereda de alrededor del recinto”, señalaron fuentes de la feria que accedieron a hablar con diario El Día.

Al respecto, uno de los locatarios explica que si bien siempre ha habido vendedores ambulantes que se han establecido en los alrededores de la feria, con la pandemia esta situación empeoró.

“Durante la primera cuarentena venían a fiscalizar siempre. Pero desde la segunda cuarentena hasta hoy, no ha habido ninguna fiscalización. Varios de nuestros socios nos han hecho llegar su molestia por esta situación”, señala este feriante, quien considera que producto de eso, todo ha derivado en un verdadero “chipe libre” para el comercio ilegal.

Una situación desigual 



Debido a esta situación explica este locatario, “estamos sufriendo una competencia muy desleal. Pagamos patentes comerciales bastante altas, de unos 500 mil pesos aproximadamente. Además, hay que pagar el IVA todos los meses, sacar permisos, etc. O sea, debemos cumplir con una serie de exigencias que estas personas no cumplen”. 

Para peor dicen, es que la existencia de ambulantes facilita la formación de grandes aglomeraciones de personas, con lo que, en medio de la actual pandemia, dificulta la aplicación de las medidas sanitarias. 

“Hemos hecho muchos gastos para establecer protocolos de salud al interior de la feria, todo financiado por nosotros. Pero a la gente de afuera ni siquiera los fiscalizan en eso. Y hay de todo: microtráfico, gente bebiendo, gente sin mascarilla o manipulación de alimentos que no tienen control alguno ni cadena de frío”, agrega.

Desde la Cámara de Comercio de Coquimbo, en tanto, su presidente, Fernando Guzmán, explica que están en conocimiento del problema que está viviendo la feria “Frutos del Norte”, pues también se repite en otras arterias y espacios de la comuna-puerto.

Pero el problema dice él, “es que estamos justo terminando el periodo de la administración Pereira, -porque aquí mucho tienen que ver los inspectores municipales- y comenzando con la nueva administración que viene. De hecho, nosotros ya hemos hablado con el futuro alcalde Alí Manouchehri sobre este asunto. Y lo cierto es que aquí hay que regularizar y avanzar en un ordenamiento de la ciudad”, señala. 

A juicio del dirigente gremial, se debe hacer una “cirugía mayor” para enfrentar al comercio ilegal y en el caso de que esas personas sean erradicadas y puestas en otro sector, “que se establezcan, pero bajo las mismas condiciones del resto del comercio. Es decir, que paguen los derechos e impuestos que están establecidos en la ley”.

Problema “complejo”



Desde el municipio de Coquimbo en tanto, el administrador municipal, Patricio Reyes, reconoce que el tema es complejo, pues es un fenómeno que se acentuó tras el estallido social y más ahora con la pandemia, que ha generado una gran pérdida de puestos de trabajo. 

En ese sentido, Reyes explica que “se han tratado de hacer operativos con nuestros inspectores pero ahí la pata de la mesa queda un poco coja, porque sin el apoyo de Carabineros es muy difícil fiscalizar a los ambulantes ilegales, sobre todo en esa zona donde venden fruta, porque además, cuando son fiscalizados, algunos de ellos reaccionan de una manera muy agresiva”. 

Además dice, “requisar y detener no es una facultad que tengan los inspectores municipales”. Y si bien reconoce que debe haber una coordinación mayor con Carabineros, no se debe olvidar que éstos “están bastante sobrepasados con esta situación. Entonces tampoco tienen contingente para abocarse sólo a este tema”, afirma. 

De todas maneras, Patricio Reyes aseguró que “reforzaremos lo que nos corresponda durante lo que nos queda de gestión y por supuesto, esperamos que la nueva administración haga lo mismo con el trabajo de fiscalización. Pero reitero, sin Carabineros es muy complejo combatir el comercio ilegal”.

 

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